¿Theo?

La luz choca con mis ojos intensamente. Me tape con las sábanas, pero no dude en quitármela por el calor. Mamá estaba parada al lado mío.

—Sería más consiente la próxima vez?

—De que hablas mamá.

—Llegaste tarde y dejaste las luces prendida de la sala y el televisor.

—Lo siento.

—Seguro venías ebria.

Y salió, el dolor de cabeza comenzó a aparecer no era tan fuerte, al menos podía soportarlo. Mi celular vibro por una llamada.

—Jan, ¿vienes?, has visto la hora que es

—Recién despierto. Solo espérame

—Son las doce y media. Si te espero más tiempo juro que me votaran.

—vale.

Me bañe y aliste lo más rápido. Mis padres seguían buscando una casa, hemos vivido siempre en el mismo departamento exactamente unos trece años o doce. Y la dueña es una pesada, vivía en el primer piso y nosotros en el tercero, se quejaba de todo. Una vez le dijo a mi madre que debería trapear las escaleras DE TODOS LOS PISOS. Yo de ella le daba una cachetada. Así que ellos estaban ocupadas viendo que casa podemos mudarnos.

—Ya vuelvo. Saldré con Han —No recibí después así que cogí las llaves y salí y fui caminando. Eso me tomará como una hora, si Haney quería comer junto a mí, entonces se esperaba.

…

—Por fin llegas mujer —Llegué súper cansada y me senté mirándonos frente a frente con Han —Gracias por pedirme café.

—Fui a pedir el frape que tanto te gusta pero la señorita me pregunto "Tú no eres de aquí, ¿verdad?". Casi me atraganto mientras contenía la risa. A Haney le molestaba que digieran eso, nosotros no éramos de acá. Mi nombre era europeo, mi madre lo era y mi padre de Italia. Yo nací en Perú. Si…raro y cuando mis padres le comentaron a los padres de él. Haney hizo una pataleta por irse conmigo a vivir a España , después de mucho lo consiguió y nuestro acento era muy notorio, solo pocas frases se nos habéis pegado.

—No te rías, es desagradables, la fulmine con la mirada.

—Deberías dejar de enojarte por eso. Tu harías lo mismo.

—Claro que no. En fin. Qué libro trajiste

—Este —Saque de mi mochila un libro de Ana Huang

—Ya te has leído ese libro millones de veces.

—Nunca lo entenderías.

El saco un libro de la escritora Ali Hazelwood. Estuvimos como dos horas hasta que decidimos ir a caminar un largo rato.

—Ya dime. La tenía grande o no

—¡HANEY!. No lo sé, no se lo vi

—Si es alto al menos unos veinte centímetros le medirá. Te dejará coja

—Basta. Apenas hemos hablado. Me menciono que medía un metro con ochenta y nueve

—Ah, entonces le mide treinta y enrollada.

Solo reí, amaba mucho a Haney, cuando no tenía a nadie él estaba ahí para repartir un poco de su brillo, muy pocas veces lo he visto llorar hasta podría decir que nunca lo he visto llorar, él disfruta la vida a lo máximo y siempre me ha dicho que a pesar de que la mayoría de gente sea una mierda no va a dejar que esas personas afecten su carisma y en ese punto le tengo envidia. Yo desearía ser como él, envidio su seguridad, pero cuando llora no puedo siquiera tomarme una foto y si las he hecho ha sido porque Haney me ha subido el ánimo diciendo “Mira qué guapa te ves”.

—Que ha pasado con Emma, ya no me has mencionado de ella —Comía el helado que habíamos comprado

—¿Emma?

—Si. Emma

—No sé de quién hablas.

—¿Pelea?.

—Algo así.

—Habla bien. —Suspiro y votó el helado al basurero cerca que habitaba.

—La encontré con un tío cerca de su casa. Le estaba coqueteando, se dio cuenta he intento negar todo. Después me dijo “Eres un maldito crío. Gilipollas” y se fue con el otro.

—¿Qué?. De lo que entendí ella moría por ti. Estás seguro de lo que viste

—Claro que si Jan, no quiero decir que es igual a todas porque se perfectamente que cada mujer es diferente. Y sabes perfectamente que nunca me gustará generalizar que una mujer es igual a todos pero…es la tercera vez que me pasa lo mismo —Se frotó la cien, nunca había visto así a Han, no sabía cómo actuar así que solo lo abrace.

—Todo estará bien. Emma no tenía el derecho a decirte lo que te dijo. Déjame hablar con Emma, por favor.

—Déjalo así Janes —Sabría que esa sería su respuesta, nunca deja que lo ayude, pero es mi amigo. Quisiera hacer algo por él.

Nos despedimos y fui a casa. Converse unas pocas veces con Emma por WhatsApp, tenía una actitud fuerte y no se iba en sonseras, si algo no le gustaba no podías obligarla a hacer algo que no quería. Otra envidia.

Jan: Ey, Emma. Hola, buenas tardes

Emma: Hola Jan, que tal

Jan: Bien, será que podemos vernos, ¿en mi casa?.

Emma: Si está bien

Jan: vale, gracias.

Me puse a cocinar un poco. Mis padres no estaban <<<según yo estaban trabajando>>>. Tocaron el timbre y salí por poco volando a abrir, tenía la cara de harina al igual que mi ropa.

—Emma, pasa, disculpa si me veo fatal estoy preparando un pastel. ¿Me ayudas?.

—Claro —Le extendí un polo viejo para que no manche su ropa. Primero hablamos y nos la pasamos bien hasta que llegó el momento del interrogatorio.

—Qué pasó con Haney, él me ha contado su versión, quisiera escuchar ahora la tuya —Su expresión cambio a una un poco triste, pero intentó disimular.

—Le coquetee a un chico.

—Entonces era verdad…

—Sí pero, no es lo que piensas. Se llama Joan, es el novio de mi amiga, antes ya lo he visto besando a más tipas. Entonces arme el plan de coquetearle, le pedí ayuda a mi hermano para que grabara de lejos y enviárselo a ella, aunque sabéis que se enojaría quería abrirle los ojos. Se lo mencioné antes, ella no escucha y las pruebas que le envíe dice que son “Photoshop” porque Joan le dijo eso. Es una tonta, y entonces ví a Haney viéndonos, intente explicarle, no me habéis hecho caso cosa que me enojó y le dije algo irrepetible, le he enviado mensajes, pero no contestáis, le deje mensaje y llamadas pérdidas. No quiere saber nada de mí. Escuché un sollozo de su parte. Me partía el corazón.