Todos te dirán lo mismo.

— Todos te dirán lo mismo — comenzó a decir la bella y canosa mujer.

Su apariencia era un tanto frágil y elegante, la primera vez que la vi di un salto del susto, literalmente era imposible que pudiera verla, porque en mi casa, en medio del bosque sólo tenía una entrada principal, además, no había forma de que escalara hasta llegar a la torre, a casi 14 metros del suelo, pero allí estaba ella, con sus manos arrugadas temblorosas y con una sonrisa melancólica en su rostro.

Me dijo que era yo del futuro y que tenía que decirme algo muy importante. Lógicamente al principio dudé, pero después de una serie de pruebas como cicatrices o poemas que solo yo había escrito, leído y posteriormente quemado en la chimenea supe que ella me decía la verdad.

— Para empezar, quiero decirte que me alegra verme de nuevo — su sonrisa se apagó como una vela al mirar los cuadros pegados en la pared —. Llegué un poco tarde, al parecer — ella sacudió su cabeza y volvió a sonreír —. Escucha, debes poner mucha atención, ahora está en tus manos decidir qué hacer — asentí, algo asustada porque presentía que algo malo iba pasar —. Ahora que tienes 21 y has terminado tu carrera vas a mandar solicitudes de empleo y conseguiste el puesto de traductora en una empresa ¿Cierto?

— Sí, hace seis meses que trabajo allí.

Ella cerró los ojos, completamente agotada, pero en mi interior supe que lo hizo para contener las lágrimas.

— En el futuro...— ella se relamío los labios y apretó sus uñas contra el traje casi espacial que llevaba —. El hombre que descubrió los viajes en el tiempo es alguien muy importante, lo hizo principalmente porque su esposa se suicidó al lanzarse por las escaleras de la torre de su casa en medio del bosque y él necesitaba tenerla de vuelta, así fue como descubrió los viajes en el tiempo.

Asentí sin estar muy segura de lo que me quería decir, pero algo en mí lo presentía. Mí yo de 70 años me miró con tristeza, yo le devolví la mirada.

— Escucha: todos te dirán lo mismo: "Es necesario un pequeño sacrificio para obtener tal avance en la humanidad", pero no les creas, por lo que más quieras no les creas. No importa lo que diga tú familia, tus amigos o toda la comunidad, incluso si te amenazan no cedas. No les creas — ella acarició su cabello canoso y se sentó en el borde de las escaleras —. El hombre que descubrió los viajes en el tiempo era un rico empresario muy inteligente, conoció a su esposa cuando ella empezó a trabajar para él, cinco años después se casaron y veinte años después ella murió, por eso se crearon los viajes en el tiempo. Repito; no les creas, que alguien más se sacrifique en tú lugar.

Asentí, obediente. Observe su cuello, frágil y pálido, sus mejillas estiradas y sus ojos hundidos por la tristeza, tomé aire e hice la pregunta que tanto me había carcomido la mente desde que la vi.

— ¿Quién te hizo esos moretones?

La viajera del tiempo volvió a cerrar los ojos, recostó su cabeza contra la pared y la acarició con sus dedos enrojecidos y sangrantes, como si alguien los hubiera pisado.

— El creador de los viajes en el tiempo esperaba que no hubiera efectos colaterales, como recordar lo que sucedió en otra línea de tiempo — ella palmeó sus rodillas —. El informe oficial indica que fue un suicidio, pero...— ella abrió los ojos y me sonrió — eso no es cierto — ella se puso de pie y empezó a subir las escaleras, yendo hacía la torre de mi casa, un pequeño espacio en el que me gustaba tomar té y ver el atardecer —. Puede que en los días buenos él actúe como un príncipe, te ame y sea completamente devoto a ti, pero, en los días malos...— ella me dió la espalda —, sólo... asegúrate de nunca estar en la torre durante los días malos, no querrás "caerte" por las escaleras y morir.

La vi alejarse en silencio, mientras los engranajes de mí mente hacían << Click >>. En ese momento escuché la voz de mi novio saludando en la puerta principal, hablando sobre los informes de la empresa y como era difícil ser un empresario a su corta edad.