Por favor hagas lo que hagas no cometas ninguna estupidez… te quiero pequeña-escribe mi mejor amiga, suspiro, mientras aprieto fuertemente el teléfono contra mi pecho, si supiera que esa fue una despedida y que seguramente mañana estará en mi funeral, dejo caer un par de lágrimas, siento un nudo en mi garganta y tal vez es la idiotez más grande que alguien pueda comete, el chofer del taxi, me mira por el retrovisor.
- ¿Por qué ha venido tan lejos señorita?, este es un lugar muy solitario-dice y es cuando pongo atención al camino, nos encontramos en medio de la nada justamente como ella me lo pidió, al lado de las vías del tren, en el cruce del bosque, como es llamado.
-alguien me espera-es lo único que contesto mientras trago saliva fuertemente
- ¿aquí? -pregunta- ¿quiere que llame a la policía? tal vez tratan de secuestrarla-suspiro pensando que tal vez la policía ayudaría, pero después recuerdo las fotos de todos mis seres amados, mis padres, mis hermanos, mis mejores amigos y él.
-no se preocupe, con quien voy lo conozco a la perfección-miento mientras bajo la mirada, apago el teléfono como ella me lo indico, no sin antes recibir un último mensaje de aquella mujer *baja justamente donde están, y dile al taxista que se vaya*- ¿me podría dejar aquí por favor? -digo con la voz temblando
-señorita es una locura, son las diez de la noche, alguien podría hacerle algo-me dice mientras para el auto y me mira por el retrovisor
-señor, por favor hágame caso, soy policía en cubierto, es un plan para atrapar a un fugitivo- miento, pero él me mira con desconfianza
-pero se ve que no tiene la edad para ser policía -dice con la mirada sobre mi
-ese es el plan-vuelvo a mentir-solo bájeme aquí, mis compañeros vienen en camino, no marque a la policía, mi equipo lo tiene cubierto-el asiente y para el auto, tomo la maleta que está en el asiento y meto el celular que he traído para que mínimo encuentren mi cuerpo.
-que le vaya bien-se despide el taxista en cuanto se arranca se da la vuelta y veo como se aleja, suspiro mientras todos y cada uno de mis músculos tiemblan de miedo.
-al fin nos encontramos cara a cara –escucho la voz de una mujer, pero sé que no es ella, suspiro y me doy la vuelta, pero no encuentro a nadie, me asusto aún más haciendo que mi respiración se agite-estoy aquí-volteo a mi lado y una mujer más alta que yo, más fuerte y con un pasamontaña cubriendo su rostro me apunta con un arma.
-andando, entra a la camioneta, la señora te espera-asiento y me subo a la camioneta temblando de miedo, sigue las vías del tren, no hay nada alrededor.
Para la camioneta frente a una de las cajas abandonadas, la miro sin entender-bájate-ordena, con miedo me bajo, dejo la maleta que ella aún no ha notado bajo el asiento-vamos camina-gruñe mientras me empuja a ese feo y oxidado contenedor, toca la puerta con una clave y esta se abre.
Entramos, siento miedo cuando veo, que hay una mesa y en ella de espaldas esta una mujer con una larga cabellera pelirroja.
-aquí la he traído señora-la mujer se pone de pie y se voltea a mirarme, y lo que veo me asombra, es Vianey, alguien a quien apenas conozco, la reconozco por ese singular lunar en la mejilla izquierda.
- ¿Vianey? -dejo salir- ¿Qué haces? -digo con temor
- ¿sigues siendo tan inocente? -pregunta y se comienza a reír, -llevo 17 años planeando mi venganza contra ti-si antes estaba confundida, ahora estoy peor
-no entiendo nada-digo mientras trato de comprender porque está haciendo esto
-bien veras-dice mientras se acerca a mí, la chica que yo conocía es totalmente diferente, ahora esta vestida con ropas como de vagabunda-amárrenla-ordena a la mujer-y largo-gruñe mientras me para frente a mí, todos salen del contenedor.
- ¿Por qué haces esto Vianey? -pregunto desorientada
-bien querida, te lo explicare, aunque temo que ya no saldrás viva de aquí-la miro mientras siento que un nudo se instala en mi garganta- y no te preocupes yo cumplo mis promesas, dejare en paz a tu familia y amigos-
- ¿Qué te hice yo? -pregunto aun sin entender nada
-bueno, tele explicare desde el principio, mis padres me abandonaron un día después de nacer en la puerta de ese tonto orfanato, espere ocho años para ser adoptada, pero nadie me quería, ¿la razón?, ya estaba grande, ellos querían una niña, para hacerla la heredera de todo, tu madre me quiso en cuanto me vio , íbamos a ser la familia perfecta, hasta que llegaste tú-gruño y me mira con desprecio-en cuanto tu madre se enteró de que estaba embarazada, cancelo todo el proceso, y ya no me quisieron adoptar y todo fue por tu culpa si no hubieras nacido yo tendría tu vida, yo me merecía tu vida llena de lujos y amor-la miro sorprendida
-disculpa que te lo diga hace, pero yo no tengo la culpa de nada, yo aún no nacía-
-Claro que la tienes, tú me debes una vida, recuerdas “vida por vida”-es cuando recuerdo todos esos mensajes y se me hace un hueco en el estómago aquella a las que consideraba una parte importante de mi vida era la que más daño me había causado-ahora es tipo de que pagues-dijo y levanto el arma y la puso en mi cabeza-adiós hermanita-dice con burla, mientras aprieto los ojos y espero a que todo termine, recuerdo toda mi vida ese instante y también me alegro de todo lo que hice y todo lo que logre; recuerdo el rostro de mi madre y el de mi padre, el de mis hermanos y el de mi verdadera hermana, esa que aunque no sea de mi sangre siento ese lazo familiar, dejo escapar un par de lágrimas al recordarlo a él, y solo susurro
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Editado: 20.05.2020