Dependo de Ti

En momentos así, es cuando más... la necesito. ¡Hambriento, Desolado!, aguardando a su presencia...
Quien diría que, yo, un ser nato, sin equivalentes, podría rebajarse a depender emocionalmente... de ella. No quiero decirle que es mi razón para existir. Porque seguramente creería que voy en broma.

Todos cumplimos un ciclo, y el mío, debió culminar, pero con recordar esa sonrisa, que Lucero me ha prohibido gozar... es imposible aceptar el desenlace. Sé que está mal aferrarme a este sentir que me vuelve tan humano, pero no puedo dejarlo atrás, quiero llorar, quiero volar, quiero caer a su lado.

Me siento insignificante. Porque...

La amo, ¿cómo podría negadlo?, ¿con que moral me atrevería a decir que no?, Solo un verdadero bastardo trataría de difamar esta ilusión que dentro de mí se ha vuelto una realidad... Una obsesión.

No recuerdo la última vez que temí el perder algo. Pero esta vez no es un objeto lo que me aterra desubicar, es ella. No sé qué haría si la perdiera, perdería la cabeza y seguramente me entregaría a la locura, peor e incomparable con la del Quijote.

Solo la quiero a mi lado, para la eternidad...
Y ella se siente igual, ¿verdad?, ¡¿VERDAD?!