Durante todo este tiempo hemos vivido creyendo que tenemos todas las respuestas, sin darnos paso a pensar que en un abrir y cerrar de ojos, lo que ya creíamos conocer se tornaría en una pesadilla en donde todas las respuestas cambian y dan un giro de trecientos sesenta grados, un giro suficiente para sentirse alejado de la verdadera vida y del amor.
Yo, Eloise, he vivido lo que nadie quiere vivir. He estado en un sueño, más bien en una pesadilla, la misma en la que dejé de vivir en mi propia vida, la que me hizo experimentar la muerte, con esto no me refiero a que dejé de existir, sino, a que ese día mi espíritu también murió.