Elián Miller, un chico bien parecido, alto y atlético, con una cara tallada por los mismos dioses, su cuerpo dejaba rastros de que hacía ejercicio, en simples palabras "perfecto". En mí había crecido una obsesión poco sana hacia él, la cual iba aumentando porque era un chico reservado y eso le daba un toque de mysterious boy. Eso solo hacía crecer mi curiosidad por él. Quería saber todo, el porqué actuaba así, quería saber hasta el más mínimo detalle.
Llámenme loca, pero lo estaba logrando. Si participara para una serie, sería la chica yandere.
Observarlo me había hecho ganar algunas "Habilidades" como por ejemplo poder tomarle fotos a alguien sin que se dé cuenta, obtener su información de contacto con únicamente su nombre, lo normal (al menos para mí).