Pacifica comprendió de inmediato que León quería evitar cualquier conversación que mencionara a Mabel.
Aquella Castalla habia llamado la atención de León. Aunque parecía ser una chica sin nada que ofrecer solo tristeza y recentimiento era cuanto tenía. En lo más profundo de su corazón León deceaba conocer a la chica que se escondía de tras de tanto lamento.
Marcuz llego a donde ellos estaban y de inmediato el ambiente se volvió tenso, Pacifica le lanzo una mirada fulminante con la esperanza que entendiera la indirecta.
Pero no parecía funcionar.
Sería una perdida de tiempo hablar con aquel muchacho cuya necedad y orgullo eran como paredes de piedra, no podías derribarlas ni saltar por encima o escabullirse por debajo.
Pacifica no confiaba en Marcuz y León mucho menos. Por el momento solo se tenían el uno al otro a pesar de ser primos su relación parecía ser de hermanos, pacífica sonrió cuando ese pensamiento cruzo por su cabeza recordando así que Dipper y Mabel compartían el mismo lazo.
Siempre podían contar el uno con el otro y si las cosas se ponían mal siempre serían ellos dos contra el mundo.
León por su parte sentía lo mismo aunque no siempre fue así hace tiempo justo cuando era apenas un niño de diez años fue llevado a la manción noroeste para conocer a sus tíos y a su prima Pacifica.
En ese tiempo ella era un chica linda y amable. Leon conoció a su prima por primera vez en ese entonces no mostraba emoción alguna ni alegría ni dolor.
Sus padres se habían encargado de despreciarlo de la manera más terrible, a diferencia de Pacifica el no era de alta cuna era un bastardo que había nacido de la tradición de un hombre hacia su mujer.
Nunca conocío a su madre y su madrastra lo odiaba solo con verlo recordaba la traición de su marido.
Fue su tío quien lo rescató. León no conocía a la mujer que le había dado la vida, aquella mujer que lo había tenido nueve meces en su vientre y dado de amamantar solo tenia a su padre a quien amaba más que nada en el mundo a pesar que este no le mostraba cariño alguno.
Sus esperanzas fueron traicionadas, buscando el perdón de su mujer su padre no lo reconoció como su hijo solo se deciso de el como si fuera un perro que ya no quería.
Su tío se había encargado de rescatarlo de aquella casa de adopción donde fue enviado.
El cariño de hermanos que León y pacífica no nació de la noche a la mañana.