tengo dinero pero no tengo amor

capitulo 34 Bill

Que era lo que escuchaban mis oídos, Dipper dijo que tiene miedo eso lo puedo entender, pero en serio mis oídos escucharon bien. Dipper tiene miedo de perderme.

— Deja de decir tonterías — Regaño Pacifica con lagrimas en los ojos.

— No son tonterías, Pacífica yo te amo, en verdad tu eres lo más importante para mí, es por eso que tengo miedo de perderte.

La tristeza era lo suficientemente grande para hacer que Dipper llorara, el castaño por fin había dicho la verdad hacerca de sus verdaderos sentimientos. 

En verdad Dipper tenía miedo, su cuerpo temblaba con solo pensar que podría perder a la chica que más amaba en el mundo.

— Es en serio lo que me dices¿No me está mintiendo?— dijo Pacífica levantando el rostro de Dipper.

—Te estoy diciendo la verdad, tengo miedo de perderte si acaso algo te llegará a pasar, yo no sé qué aria.

Una nueva sensación invadio a Dipper, Dipper no sabía cuando ni en qué momento Pacífica lo había tomado para estampar sus labios con los suyos. Pacífica al separarse miró a Dipper a los ojos y luego dijo:

— Te mataré si mientes, entendido.

— Lo entiendo, no te preocupes yo jamás te mentiría.

Rápidamente Pacífica abrazo a Dipper, su fuerza era tan grande que parecía que jamás lo sortaria.

— Me alegra que estés a mi lado.

Por fin las cosas había salido bien para Dipper, en efecto Pacífica era un chica orgullosa, fácilmente sus sentimientos podían cabían de la noche a la mañana por aparentemente sin ninguna razón. 

Dipper agradeció que tan solo unas dulces palabras fueran suficientes para tranquilizar el corazón de la rubia.

—Valla, valla, valla. Miren nada más viejos amigos reunidos de nuevo.

Una voz resonó en el aire diciendo está palabras, todos los chicos temblaron al darce cuenta que no estaban solos, algo o alguien los estaba vigilando.

— Se que eres tú Bill, déjate de juegos ya sabes lo que planeas— esto lo había dicho Dipper son una voz furiosa.

Delante de ellos una figura apareció, se trataba de un hombre que vestía un elegante trate de color amarillo, también poseía un baston y un moño en su cuello, lo más extraño es que solo unos de sus ojos era visible, el otro ojo se mantenía cubierto por un parche.

El ver ese único ojos amarillo, Dipper entendió de quien se trataba.

— Mis viejos amigos, como los extrañe a pasado tanto tiempo desde la última vez que estuvimos juntos— Bill hablo con una fuerte y emocionada voz, el villano actuaba como si estuviera feliz de encontrar a sus viejos enemigos. 

— Deja de decir tonterías— Regaño Dipper furioso — no somos tus amigos, hemos venido para detenerte así que será mejor que liberes a los padres de Pacífica o si no...

— O si no que pino — Respondió Bill de manera amenazadora — Que se supone que me harás, aburrirme con tus tontos diarios, por si no lo recuerdas yo me encargue de quemarlos, admitelo pino no hay nada que puedas hacer para detenerme.

Todo cuento decía Bill era verdad, los diarios que habían sido escritos por su tío, aquellas páginas que contenían la clave para detener a Bill se habían vuelto senisas.

Pero ahora había una nueva esperanza, el diario de León era en cierto modo parecido a aquellos diarios. 

Acercandoce a ellos Bill dijo lo siguiente:

— Sabes pino te respeto, apesar de ser un simple humano, te las arreglaste para detenerme la primera vez, pero te diré que ahora las cosas son diferentes, estaba vez se lo que planean tu y tus amigos.

La mirada de Bill cambio de dirección, ahora su vista estaba fija en León y Mabel. Por el pánico los dos chicos retrocedieron pero su marcha fue se detubo por un enorme árbol. 

— Aléjate de nosotros — gritó León, apesar de la fuerza en su voz León estaba temblando de miedo.

No solo eso, Mabel la hermana de Dipper se mantenía oculta detras de León con la esperanza de que no fuera vista por el villano Bill.

— Es un gusto verte, Cuanto tiempo a pasado, Estella fugas te vez muy hermosa.

León no podía dejar de temblar, al ver que Bill miraba a Mabel, León entendió que ella estaba en peligro.

— No te atreves a dirigirle la palabra.

León no pudo decir nada más, con un gesto de sus manos Bill lo levantó del suelo.

— Hola mi querido amigo, no sabes cómo te extrañe me alegra conocerte en persona.

— ¿Conocerme en persona? Acaso tú ya me conocías. 

— Por supuesto compañero, acaso no lo recuerdas. Yo siempre e estado en tus sueños, casa noche de cada día simpre e estado con tigo.

Con esas palabras León por fin pudo entenderlo, aquella criatura, alquel monstruo que lo atormentaba casa noche, encontraba en frente de sus ojos.

Bill era el ser lo que había torturado todo este tiempo.

— Sabes por qué vine aquí verdad.

Por alguna razón, León pudo entender lo que Bill quería decir ¿Por que había venido? Esto era un misterio para los demás. 



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En el texto hay: misterio, aventura epica, amor

Editado: 28.02.2019

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