tengo dinero pero no tengo amor

capitulo 36 Cielo color escarlata

— ¡Deja de decir tonterías!— regaño Pacífica con lágrimas en los ojos hundiendo su  rostro en el pecho de León — ¡como que no importa lo que te ocurra, a mi si me importa! No quiero que mueras, eres mi mejor amigo, no tú eres mi hermano, que cres qué haría si algo llegará a pasarte. 

— Te quiero mucho Pacífica — respondió León acariciando el rostro de Pacífica — estoy feliz, por que si yo no recibía estás heridas lo más seguro es que tu Mabel o Dipper hubieran salido lastimados, ya no llores.

— Como no quieres que llore, estoy triste eres un estúpido, por qué haces que me preocupe por ti.

— León tienes que ser más claro, es en serio, si lastimamos a Bill con su propia bastón podremos acabar con todo esto.

— Estoy seguro, la última página lo decía, por suerte las arranque, ahora Bill no podrá seguir con sus planes. Esto no acaba aún si el vuelve de seguro estará muy enojado, tienes que destruirlo en la manción.

— De acuerdo, daremos lo mejor, pacífica vámonos. 

A pesar de las palabras de Dipper, Pacífica no se movió ni un sentimetro.

— Lo siento Dipper, yo no iré tango que quedarme con León para cuidarlo.

— No se preocupen yo lo puedo cuidar.

Está vez Mabel fue quien hablo, pacífica y Dipper se vieron el uno al otro, ambos tenían dudas, pero el tiempo era corto.

— Muy bien Mabel, te lo encargo cuida de el.

— Te prometo que lo voy a cuidar.

Después de dejar a León en manos de Mabel, Dipper y Pacífica corriendo hacia la mansión noroeste.

No pude hacer nada, lo único que pude hacer fue temblar de miedo, al final no pude hacer nada. León, mira nada más como te dejaron, tu te arriesgarse para protegerme y este es el resultado, todavía no lo entiendo apenas me conoces entonces por qué te esfuerzas tanto en protegerme,es que acaso no te importa tu propia vida.

— Hola Mabel — hablo León haciando que Mabel volvíera al mundo real— por que te quedas hay parada, acaso hize algo que no te gusto y ahora me odias, si es así no pediré perdón, es pocible que tú creas que está mal arriesgar mi vida por los demás. Lo único que sé es que prefiero morir yo a tener que ver a los demás morir ante mis ojos.

Mabel no decía nada, solo se quedó parada sin mirar a León a los ojos.

— Si me odias es una lastima, pero que se puede hacer así son las personas.

Con pasos lentos Mabel se acercó a León, León quería levantar la mirada, fue un intento inútil su cuerpo ya no podía moverse, además sus sangre no paraba de salir.

Creo que puedo entenderlo, voy a morir, pero estoy feliz pude proteger a mi querida hermanita.

******

Con pasos veloces Dipper y Pacifica llegaron a la mansion noroeste.

Nada parecía estás fuera de lugar, Dipper al mirar al cielo se quedó sin habla, las nubes estaban tenidas de rojo y la luna había aparecido en el cielo.

Con el color rojo del cielo, Dipper llegó a la conclución de que Bill planeaba habría nuevamente un portar, sería la opción más lógica ya que con ella podría invocar a diversas criaturas que lo ayudarían en sus planes.

— Tenemos que darnos prisa.

— En serio crees que podamos lograrlo, ahora no tenemos ni a Mabel ni a León, ahora solo estamos tú y yo.

— Lo se, es por eso que tenemos que dar lo mejor de nosotros, ellos ya hicieron su parte ahora nos toca a nosotros.

Con el rojo carmesí dominando el cielo, la sensación de náuseas se apoderó de Dipper, más que un sueño teñido de rojo parecía ser un cielo cubierto de sangre. Un sabor metálico invadió la lengua de Dipper. 

— Maldición, por que me tengo que sentir así.

Dipper no era el único, Pacífica también estaba comenzando a tener los mismos síntomas, entonces esa fue su señal. No quedaba mucho tiempo, tenían que ser rápido o si no sus cuerpos no aguantarían.  

Paso a paso, los dos chicos caminaron hasta conseguir una ventana por la cual pudieron entrar, se mantenían cautelosos y atentos, ya que Bill no era un simpre villano.

Pacífica y Dipper llegaron a lo que parecía ser la sala de estar, en la mansion noroeste, esta misma sala había sido la protagonista muchos festejos.

Del techo colgaba un hermoso candelabro de cristal, y a lo lejos se podía ver la enorme escalera que llevaba al piso de arriba, a los lados de la sala había una gran cantidad de mesas y adornos de cristal también  estatuas de mármol.

En efecto la familia noroeste era muy adinerada. 

Justo en medio de encontraba un enorme anillo, tal como Dipper lo había presentido se trataba de un nuevo portal.

Sabía muy bien lo que sucedería. Bill estaba listo para abrir un nuevo portan, si eso sucedía entonces todo acabaría en desastre.

Tanto Pacifica como yo teníamos que detenerlo de inmediato.

— Se muy bien que estás escondidos, Dipper no te servirá de nada esconderte — un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, en serio Bill es demaciado astuto. Tenía la esperanza de poder hacercarme sin ser detectado, pero al parecer no funcionó. 



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En el texto hay: misterio, aventura epica, amor

Editado: 28.02.2019

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