capitulo 39 Despedida

Repentinamente el suelo empezó a temblar, sin explicación alguna todos los muebles y los cuadros que adornaban las paredes se sacudían sin tembló. 

Decenas de adornos y vasijas callerón al suelo, toda la manción fue envuelta por los sonidos de adornos que se quebraban poco a poco.

- Que está pasando - pregunto Dipper. Tanto el como Pacifica y Mabel llevaron sus amos por en sima de la cabeza para protegerse. 

Dipper pensó que solo se trataba de un terremoto, si su pensamiento era correcto lo único que tendrían que hacer es esperar y así virtualmente los temblores se detendrían.

Toda la mansión fue envuelta en una brillante luz, a pesar de eso Dipper, Mabel y Pacifica hacían su mayor esfuerzo por mantener su compostura.

Entonces ocurrió lo más inesperado.

De la misma manera abrupta cómo empezó el terremoto, este se detubo, entonces una estrada magia envolvió todo el lugar. 

El suelo ya no se sacudía, pero por alguna extraña razón los muebles y adornos seguían moviéndose.

Cada cuadro, cada adorno y cada vasija que se encontraban hechos pedasos comenzaron a repararse.

Toda la habitación se estaba restaurando a su estado original. Las ventajas que se habían roto se estaban reconstruyendo por sí solas. El cielo sufrió un cambio drástico, el cielo rojo como la sangre, recuperó su tranquilo y reconfortante color azul.

Entonces todos lo entendieron, la magia de Bill estaba desapareciendo.

Lo más sorprendente es que las heridas de Leon, estaban desapareciendo, Mabel miró la ecena con su corazón lleno de esperanza. 

Rápidamente llevó su cabeza al pecho del muchacho con la esperanza de escuchas los latido de su corazón. 

Pacifica también vio está escena, junto sus manos y cerró los ojos, lo único que deceaba ahora es que su más querido familiar estuviera de vuelta a su lado.

Mabel mordió ligeramente su labio inferior, pese a que intento escuchas los latidos de Leon, su corazón estaba completamente apagado.

Como si un hijo fuera arrancado de los brazos de su madre, la esperanza que hace un momento invadía el ambiente fue arrancada sin compasión alguna.

Entonces fue más que claro para todos.

A pesar de que pudieron derrotar a Bill, pese a que salieron victoriosos, habían perdido.

Dos días después de los acontecimientos ocurridos una gran cantidad de personas se encontraban reunidas en la manción noroeste. 

El cielo había recuperado su esplendoroso color azul y las nubes eran tan esponjosas que parecían algodón de azúcar.

Este maravilloso cielo, con sus espectaculares nubes que formaban formas en el cielo no eran suficientes para dar alegría a las personas que se encontraban a bajo. Pues todas las personas, algunas jóvenes y otras de abansada edad, sin importar su estatus social, fama o dinero estaban vestidas de negro, manteniendo sus ojos cerrados y 
Sus miradas bajas. 

Estas personas no estaban reunidas por causalidad, estaban reunidas por una buena razón, todos estaban de luto.

Todas las personas se encontraban reunidas en la parte trasera de la manción noroeste. 

Habían varias filas de sillas, pero todas formaban un círculo, en el centro de todo se encontraba un caja de madera, está caja estaba rodeada de muchas flores, tan diferentes y tan hermosas que era imposible poder contarlas.

Después de lo sucedido, toda la manción había caído restaurada a su estado original, tanto prestos como su esposa no recordaban nada de lo sucedido. 

Marcus Inocencio, en su confución por aver perdido la memoria se fue sin decir una palabra.

Justo en medio de la caja de madera, se encontraba la foto de un muchacho, sus ojos azules brillaban como perlas y su cabello rubio era radiante. 

Esa foto no era más que un censillo recordatorio de aquella persona que ya no se encontraba en este mundo, Leon noroeste.

El cuerpo del joven muchacho fue reparado por la misma magia que reparo toda la manción, a pesar de que los daños físicos de su cuerpo fueron reparados su corazón ya no fue capas de volver a latir. 

Después de una meticulosa investigación, nadie podía explicar la repentina muerte.

Los médicos solo a la conclusión de que repentinamente y sin ninguna explicación el chico sufrió un paro al corazón. 

Nadie sabía la verdad, los unos cuantos sabían lo que en verdad había pasado. 

Solo Mabel, Dipper y Pacifica sabían por que Leon perdió la vida.

Fue la victoria de ellos tres había ganada, pero no había felicidad ni celebraciones, solo tristeza, dolor, llanto y lágrimas. 

Pacífica se encontraba parada, con su vista fija en el retrato de su fallecido hermano, sus ojos se encontraban completamente apagados como si su alma hubiera sido drenada de su cuerpo, aún así su cuerpo podía expresar la tristeza que estrangulaba su corazón, aún que Pacifica no hacía ningún movimiento, Mabel y Dipper estaban cerca de ella.

Con mucho pesar trataban de consultarla, las lágrimas brotaban de los ojos de Pacifica.

Tanto Dipper como Mabel se encontraba en el mismo estado, los dos acompañaron a Pacifica, juntos los tres derramaron lágrimas por la persona que dio su vida para protegerlos.