Cap 7: Resentment.
Desconocido
Por fin había llegado al hermoso país de Esteredge la única persona que con solo su presencia podía desatar el caos en la familia Moss-Buckley. Al bajar del avión y recoger su maleta se mantuvo en silencio hasta llegar a la que alguna vez fue su casa.
—Nora…
—Hola Paola
La mujer se puso notablemente nerviosa.
—Le avisaré a tus padres que llegaste.
Elijah
—Bueno Amara como te decía ellos son mis amigos.
—Así nos presenta siempre, pero en realidad somos sus hermanos no reconocidos. Mucho gusto Theodore Morales.
Helene río por lo bajo ante el comentario de Theodore.
—Helene Baird.
Amara se sentía muy cómoda, al contrario de la mayoría de personas.
—Amara…Amara Shah.
—Amara ¿donde vive?, podemos llevarte.
—Gracias es en la calle 282 Eulalia View
El grupo se sube a la camioneta dejando a ambas chicas en la parte trasera, Theodore de copiloto y Elijah manejando, en el camino vienen hablando de cosas triviales para conocer mejor a Amara.
—Parece que tenemos poca gasolina.
Dice Elijah al percatarse del símbolo que aparece.
—Disculpen chicos, pero tendremos que pasar por mi casa.
A ellos no les importa hasta que llegan a casa y todos se bajan.
—E…Está…¿Es tu casa?
—Si, nuestro amigo es multimillonario. —Le contestó Theodore para que luego todos entren a casa.
—Elijah no se puede enterar por ninguna circunstancia…
—¿Qué no me puedo enterar de que?
Los padres de Elijah se quedan paralizados al verlo entrar y el color desaparece de sus caras.
—Hola hermanito.
Elijah se queda congelado al escuchar esa voz y al mirar frente a él aquella figura femenina de cabello azul largo, ojos profundos amatista o como bien podría llamarla: su hermana.
—No…Tú no estás aquí.
Helene atrás de Elijah comprende lo que pasa y saca a Theodore y Amara de ahí.
—Disculpa Amara, pero nos iremos solo nosotros, pediré un taxi.
—Helene ¿qué acaba de pasar ahí?
—Eso no nos incumbe.
Le contesta Helene, en eso llega un taxi y se suben rápido para irse.
—Hijo yo…
La madre de Elijah trata de hablar, pero él la interrumpe.
—¿Qué haces aquí?
—¿Qué tiene de malo venir a visitar a mi familia y país natal, hermanito?
—Tú perdiste el derecho a llamarme hermanito el día marzo 13 y lo sabes.
—Elijah. —La madre de Elijah tratando de evitar el inevitable conflicto.
—Madre. —La detiene Nora. —Deja que el niño siga.
Elijah se acerca a ella con la mandíbula tensa, los puños apretados y dando grandes zancadas.
—Vuelve a decirme niño.
—¿Le pagarías a una mujer? Eli. —Comentó Nora desafiante y enfatizando la última palabra.
—¿Te pintaste el cabello? te queda ridículo, que digo antes también lo era.
—Gracias, pero tu también has cambiado la última vez que te vi eras más bajo que yo, ahora me acabo de enterar que las jirafas hablan.
—O tal vez te encogiste.
—Niños ya basta.
Linda los separa poniéndose en medio, Elijah empezó a alejarse, pero cuando está en las escaleras se detiene y gira su cabeza.
—Espero que la próxima noticia que tenga sobre ti sea la de tú partida.
Nora solo sonríe y también desaparece por la puerta. Elijah al llegar a su cuarto cierra la puerta con seguro y toma el cuadro de su escritorio mirando con nostalgia aquella imagen, pero luego su nostalgia se transforma en una mezcla de odio, tristeza, frustración y la más fuerte de todas… Decepción. Él deja el cuadro donde estaba para luego sentarse en el suelo y recordar hasta que una lágrima baja por su mejilla y solo puede taparse la cara y sufrir en silencio.
Helene
Aquella rubia estaba en su casa mientras cocinaba algo y escuchaba “Magia” de Andrés Cepeda tratando de evitar preocuparse por Elijah lo cual no funcionaba, pero disimulaba muy bien, en eso tocan la puerta, pero ella no escucha ya que la música está muy alta.
—Lena, amor llevan tocando la puerta mucho tiempo. —Le dijo su madre quitándole los audífonos con cariño.
—Perdón madre.
—¿Qué hice para merecer una hija tan linda como tú? —Sonrió Leyna y le dió un beso en el cachete a su hija. —Ya ve y abre.
Helene sonríe y abre la puerta.
—Disculpa no escu…—Helene se queda sin palabras al encontrarse de frente con Nora.
—Hola Helene, ¿me dejaras pasar?
Helene sale de su shock y se hace a un lado.
—Claro pasa, mi casa es tú casa.
Las dos van a la sala y se sientan.
—¿Quieres algo de beber? —agregó Helene rompiendo el silencio.
—No, gracias así está bien, de hecho vine a hablar de mi hermano.
Helene se queda callada está sin palabras.
—Antes de venir me enteré que se volvían muy cercanos.
—Se podría decir que si.
—Mira Helene seré breve, tú eres como una hermana para Elijah y para mí, sabes todo lo que pasó en está familia, Helene se que dañe mucho a Elijah y solo quiero saber que…No… No quiero saber ni mucho menos aceptar que él está mejor sin mi.
Nora solo bajo la mirada evitando derramar una lágrima.
Helene por primera vez no sabía qué decir para consolar a alguien.
—Solo quisiera que no me odie.
—Puede que por fuera parezca que te odia, pero lo conozco, él finge odio para protegerse, las rosas tienen espinas y Elijah tiene su máscara de odio.
—Lo sé, pero quisiera no tener que tomarme con eso, aunque sé que lo merezco. —Nora se levantó del mueble y se fue a la puerta. —Me alegra que no hayas cambiado Helene, sigues siendo una niña dulce, perdón por molestar.
La peli azul salió del lugar para retirarse en su motocicleta BMW S1000RR.
Elijah
Elijah estaba más calmado en su cuarto simplemente componiendo con su dolor.
—Fuiste la primera persona. —Elijah iba escribiendo en su celular mientras cantaba. —Fuiste la primera persona a la que dejé entrar a mi corazón…