— levántate pequeño gorrión.— Aiden separó las cortinas de las ventanas haciendo que las luz llenará el cuarto.
¿Han visto cuando los gatos se ponen así que se le erizan los pelos cuando ven a un perro, han oído como hacen?
En estos momentos hice como ellos, mi medio hermano lo que hizo fué reírse y tirarse sobre mi cama.
— Jostin te necesito el día de hoy.— me tapé de pies a cabeza intentado no prestarle atención.
— estoy durmiendo.— contesté con pereza.
— no querida, estás despierta.— me quitó las sábanas y las lanzó a una esquina.
Me levanté intentando buscarlas ya que solo andaba en ropa interior y el frío me estaba comiendo.
— tengo frío Winnie.— antes le llamaba Winnie Pooh porque siempre vestía un pullover rojo como el osito y además le encanta las cosas dulces.— mi colcha.
— levántate, te buscaré ropa hoy nos acompañarás a practicar.— fruncí mi ceño y el continuó.— estamos practicando para un partido muy importante, antes de culminar la última semana de estas vacaciones iremos a España a pelear contra el equipo de tú instituto.
Parpadee un par de veces asimilando la situación, el sabe que no me gusta nada que tenga que ver con deportes, no pienso ir.
— sabes que no me gustan los deportes Winnie.— le dije como si ya no fuera obvio.— además, mi camita me está rentando así de cómoda calentita y suave.
— vamos.— me tomó de las manos e hizo que me levantara.— ve a darte un baño.
— ¿A plena mañana?.— dije horrorizada.— a otra cosa mariposa.
El se cruzó de brazos y levantó una de sus rubias cejas.
— parece que alguien quiere un castigo.— y como si hablara del mismísimo diablo en persona me levanté.
Al decir castigo no se refería a que haría algo malo, sino que iba a hacer una broma, y las bromas de Aiden son muy famosas, tres años atrás cuando vine su hermana le había roto sin queres unos de sus libros, y el como broma en la noche le pintorreteo la cara con tinta permanente y al día siguiente ella tenía una cita con su novio, eso era poco para lo que en verdad el hacía.
——🍀——
— tenemos que pasar a recoger a arsher.— me informó Aiden mirándome desde el retrovisor, yo solo asentí.— y también a Alana.
— ¿su novia?.— pregunté.
— ¿Curiosidad gorrión?.— sonrió aún mirándome por el retrovisor.
— no, solo preguntaba para saber quien soportaba al gruñón.— desvíe mi mirada y la figen en mi celular.
— es su hermana.— respondió como si fuera obvio.
— ¿Entonces es tú novia?.— cuestioné.
El se llevó una mano al pecho fingiendo dolor, y abrió la boca con molestia.
— me ofendes cariño.— yo sonreí ante su actuación.— prefiero a los machos y tú lo sabés.
— hablando de machos, ¿Ya tienes alguno?
El detuvo el auto haciendo que me diera un golpe en la cabeza con el asiento que estaba frente a mí, me sobé la cabeza y lo miré riéndome.
Su cara estaba roja, o sea, eso significa que sí lo tiene.
— te tardaste una eternidad Aiden.— se quejó Arsher abriendo la puerta del copiloto y sentándose, su mirada calló sobre mí.— ¿Y esta que hace aquí?
Fruncí el ceño ante su comentario ¿Está?, lo fulminé con la mirada y miré hacia otro lugar, le voy a sacar los ojos al engreído este, puede verse de lo más bien pero al abrir la boca pierde todo el encanto.
— Alana mueve el culo.— le gritó a una rubia que apenas salía de la casa.
Ella no le hizo caso a él insulto de su hermano y se acercó al auto, apenas me vió sentada se detuvo afuera, me corrí para el asiento de la izquierda quedando detrás de Aiden y ella se sentó en el asiento atrás de su hermano.
— ya estamos todos así que nos vamos.— Aiden puso denuevo en marcha el carro.
El silencio que se formó por todo el camino era muy molesto, era tan tenso que si cogías una tijera pasarías trabajo en cortarlo.
Saqué mi celular y me concentré en el olvidando me del mundo que tenía a mi alrededor.