Querido lector,
Esta carta marca el inicio de una narración dedicada a ti, que sientes un vacío en el corazón o en el alma, a ti que llevas heridas invisibles, a ti que crees que la vida es una tormenta sin fin.
Este es un mensaje para ti, que vives cada día con un dolor que nadie más conoce ni comprende.
¿Cómo te acostumbras a vivir sin un sentido en la vida? Tal vez se convierta en una rutina convencional, donde distraes tu mente con trivialidades que no te hieren, o quizás, sin darte cuenta, te hieren aún más. Te esfuerzas y te estresas en situaciones poco convencionales, o tal vez encuentras consuelo en una sola acción repetitiva.
¿Cómo sabes que estás cayendo? Nadie lo sabe realmente. No sucede de repente, sino a través de palabras, acciones y pensamientos que se acumulan con el tiempo, apagando algo dentro de ti, o haciendo que todo deje de estar "bien", no para los demás, sino para ti.
El dolor te lleva a caer lentamente en un pozo que solo tú conoces, porque para los demás, aparentemente, no hay nada malo contigo.
No hay necesidad de mostrar tu debilidad, porque podrían decir "solo buscas atención", cuando en realidad, lo único que deseas es comprensión en ese dolor interminable que provoca tu cansancio físico, psicológico y emocional, ese que te impide avanzar, que te mantiene en cama, que te hace sobre-pensar. ¿Es mi culpa lo que sucedió? ¿Por qué sigo pensando que todo esto no tiene sentido? ¿Soy yo quien está mal aquí?
Estas dudas surgen en cuestión de minutos, haciéndote sentir más culpable de lo que no eres. No has causado daño a nadie, no deberías lastimarte con tus propias palabras, pero cada paso que das se siente como un golpe diferente. Las razones para rendirte son muchas, y está bien sentirse así de vez en cuando, pero no está bien apagar tu propia luz. Solo debes Respirar...
Respirar, dejando que todo tu dolor salga en un suave llanto, no solo por hoy, sino también por ayer y quizás por mañana. Pero nadie te juzgará. Debes descansar en tus propios brazos, en tu llanto, y comprenderte a ti mismo, no a los demás. Eres tú quien se está rompiendo con el paso del tiempo.
Recuerda, no solo lloramos por las situaciones actuales, también sufrimos por aquello que no pudimos llorar antes. Pero está bien, nadie te juzgará. Debes Respirar y abrazarte a ti mismo, porque si no lo haces, nadie más lo hará por ti. En este mundo, a menudo nos sentimos como una carga para todos, pero no es así. Al contrario, eres alguien que merece sentirse con ganas de vivir.
Recuerda, todo estará bien. No busques en otros la ayuda que tú mismo puedes darte. Aunque el mundo sea muy diferente para todos, incluso para ti o para mí, y para aquellos que ya no pueden soportar su dolor.
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dolor emocional y soledad, búsqueda de paz interior, reflexión y autodescubrimiento
Editado: 03.09.2024