Un amor prohibido

Capitulo 02

Me levanté un poco contenta no sabía por qué pero la idea de intentar conquistar a ese hombre me hacía la chica más feliz del mundo.

— Venga Evelyn, espero que antes de que termine de desayunar estés aquí —me dirí a la cocina.

— Que si pesada que ya estoy saliendo, deja que coja la llave y me suba el coche —colgué el móvil y me puse a hacerme algo pequeño para desayunar, cereales, frutas o me comería alguna tostada con huevo.

Decidí comerme una fruta y un poco de jugo natural de naranja, al salir de la cocina me encontré con Thomas sentado en el sofá.

— Ah estás despierta buenos días —sonreí tocando mi pelo.

— Pues claro, tengo la universidad y cosas que hacer —él sonrió.

— ¿Pero tú qué edad tienes? —me senté en el sofá que estaba al lado de él para mirarle bien.

— Yo tengo 19 años ¿No los aparento o es que parezco ser más vieja? —él negó con una risa nerviosa.

— No, lo decía porque aparentas más pequeña, aunque bueno si tienes coche no sé, llevo mucho tiempo metido ahí dentro y la verdad es que hay cosas que no sé si son o no son —me levanté y me acerqué a él quedando parada entre sus piernas.

Él se sentaba con las piernas abiertas así que no me iba a ser complicado intentar acercarme, me paré mirándole fijamente y me agaché poniendo mis manos a cada lado de su cabeza.

— ¿Tus ojos son azules y verdosos? —solo bajó lentamente su mirada a mis labios antes de volver a mirarme a los ojos.

— Sí creo que si nunca me he fijado en ellos —me acerqué un poco más a él quedándome embelesada mirando sus labios.

— Isla por favor aléjate un poco —negué.

— ¿Por qué? Si no estoy haciendo nada malo, no te estoy mirando sin más.

— Por favor eres una niña solo aleja tú un poco si tus padres te ven así me mata —me reí cuando me llamó niña y me acerqué más a él dejando un suave beso en sus labios.

— Eso de ser niña no te lo creas tanto —cuando escuché el timbre de la puerta me levanté y me alejé de él caminé y, al ver a Evelyn la entre a la casa y se lo presenté ella sonrió y me miró.

Me despedí de él y salí de la casa me subí al coche de Evelyn y le contó lo que había pasado ella no me creía pero le juré por mi difunta abuela que sí, al llegar a la universidad quiso contárselo a Doris y a Craig.

Después de estar todo el día cogiendo clases y atendiendo a mi buena profesora, nos dirigimos al patio para hablar un poco de las cosas, cuando Evelyn se dio cuenta de un chico, era nuevo supongo nunca lo había visto, estoy encargada de atesorar a los compañeros y todo eso y al nunca lo había visto, creo que va a la clase B nosotras vamos a la clase A, de vez en cuando coincidimos algunas veces con los de la clase B pero es la primera vez que le veo.

— Bueno chicos voy a hablar con el nuevo a ver si le toca algunas clases con nosotros y pobre no está solo —Craig se levantó y dejando su desayuno a un lado se dirigió al chico.

Después de estar todo el día entre clase y clase y dando vueltas Craig se acercó a nosotros para presentarnos al chico nuevo.

— Él es Adiel, Adiel ellos son mis amigos Isla, Evelyn y Boris —sonreí y le saludé dándole un beso en la mejilla Evelyn y Doris bueno sin más.

— Bueno yo tengo que irme a casa, que tengo unas cosas que hacer, Evelyn luego nos vemos en la noche sí —me despedí de todos y me dirigía a la parada de autobuses como me había llevado a Evelyn pues ahora tendría que volver en autobús.

Pasaron dos horas y el autobús no llegaba cuando miré hacia donde salían las paradas ponían retraso y de la nada empezó a llover.

— No me lo puedo creer —llamé a papá pero me dijo que no podía ir a buscarme, pero para mi suerte me dijo que Thomas si podría recogerme sin ningún problema.

Esperé creo que 20 minutos cuando llegó simplemente intenté limpiar el agua que me había caído de la lluvia para no mojarle su auto.

— ¿Quieres que ponga la calefacción? —asentí intentando limpiarme un poco el agua del cabello.

Me di la vuelta para coger una goma de cabello de mi mochila y amarrarla, tenía un poco de frío pero la calefacción poco a poco empezó a darme calor así que simplemente esperé. Cuando miré hacia el lado para fijarme en Thomas él estaba mirando fijamente mi pecho, cuando bajé la mirada me di cuenta de que al estar mojada mi camisa blanca transparentaba mi sujetador negro.

— ¿No que soy una niña? no me mires así —al darse cuenta de que yo le estaba mirando el negó y simplemente mira hacia adelante, encendió el coche y se dirigió a casa.

Cuando llegamos a casa bajé y entré y fui directamente a la ducha ya que si me quedaba con el agua de la lluvia lo más probable es que me diera gripe como siempre.

Cuando bajé simplemente salí con la parte de arriba de mi pijama y un pantalón corto mientras me secaba el pelo me dirigí a la cocina por un vaso de agua y un poco de yogur.

— ¿Quieres algo de comer? —él negó y simplemente se sentó en el sofá mirando unos papeles que tenía ahí.

— No gracias, antes de salir me comí una manzana que había en la nevera —sonreí y me senté a su lado dejando el agua y cogiendo el yogur.

Antes de que llegara papá subí y me puse la parte de abajo de mi pijama, si me veía así delante de un hombre me mataba, papá es tan sobreprotector conmigo que no puedo ir a la esquina con un chico sin que no quiera saber la vida de él.

— Isla cariño te traje unas frutas, uva y fresas las que te gustan, ven baja —al escuchar a mamá baje rápidamente y le dio un abrazo.

— papá por cierto ¿Cuándo va a venir el fontanero? no para de gotear el grifo de la habitación, y es que toda la noche es lo mismo ti ti ti ti ti ti ti por favor haz algo para que lo arreglen —fui a lavar las fresas y las uvas para dejarlas en la nevera.

— Yo puedo arreglarlo, estuve un tiempo haciendo cosas de fontanería en el ejército y me viene bien —miré a Thomas y mordí mi labio, no sabía por qué aún seguía usando su ropa de militar pero con ella se veía tan sexy.




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