Un Amor Raramente Común

Quinceañeras

Capítulo Veinticinco

Cinco días después

5 de Junio del 2022

Renata Ramírez

- ¿Quieres calmarte?- pregunta mi gemela pero la acerqué hacia mi rostro, me miró con sorpresa y curiosidad.

- ¡No puedo! ¡He soñado con este día desde que tenía doce y está pasando, al fin está pasando!- le dije, ella soltó una risa y me dió un abrazo, obviamente se lo devolví.

- Estás emocionada, lo sé pero necesitas calmarte para que ambas podamos disfrutar de una de las mejores noches de nuestras vidas- dice y asentí, tomando aire para tranquilizarme.

- Tienes razón, debo calmarme- dije y comencé a practicar ejercicios de relajación que sabía.

Me miré en el espejo con una sonrisa: tenía puesto un bonito vestido rosa pastel, mi maquillaje básico hacía que reslataran mis alargados y cafés ojos. Me habían peinado el cabello en un medio moño para que pudiera comer sin que mi cabello me estorbara pero igualmente sentirme bonita con mi largo cabello negro.

Mi hermana, por otra parte, estaba hasta más linda que yo: tenía un vestido de color rojo, no un rojo intenso, solo un rojo bonito. Sus ojos se veía perfectamente remarcados por delineador para mostrar la belleza de los mismos. Ella tenía el cabello completamente suelto pero habían perlas que lo adornaban.

Ambas pareciamos mundos distintos y por esa misma diferencia de aura que cada una representaba: se le hacía díficil de creer a la gente que éramos hermanas, y mucho más al decirles que éramos gemelas. Desde un inicio siempre se vió una gran diferencia de personalidad entre las dos pero cuando estamos solas: somos realmente el reflejo de la otra.

Mi mamá nos llamó, diciendo que era nuestra hora de entrar. Ambas nos levantamos, tomé la mano de Valentina y nos acercamos para ver a toda la gente que esperaba por nuestra aparición como quincieñeras. Estaba la familia, algunos amigos de mis padres, algunos amigos de mis dos hermanas mayores y nuestros amigos.

De la mano de la otra, Valentina y yo ingresamos al salón y todos nos aplaudieron al llegar. Caminamos hasta nuestra mesa y desde la distancía saludé a mi grupo de amigos con la mano. Mis padres y mis hermanas se acercaron y mi papá levantó una copa para hacer el brindis. Todos lo imitamos.

- Familia, queridos amigos de nuestra parte y de nuestras hijas, el día de hoy nos hemos reunido para poder celebrar los quince años de mis dos últimos tesoros: Valentina y Renata, es un día muy importante para ellas y para todos aquellos que las quieren. Me gustaría desear a mis dos hija éxitos de ahora en adelante ya que comienzan una nueva e increíble etapa de su vida. Felicidades niñas- termina mi padre y yo estoy a punto de llorar.

Nosotras cuatro teníamos la fortuna de tener a nuestra familia completa, con problemas pero para mi era perfecta.

Hacemos el brindis y Valentina me aprieta la mano un poco para evitar que llore. Es ahora mi mamá quien se levanta, papá se sienta y todos volteamos a verla.

- Bienvenidos y gracias por estar aquí para compartir este bello momento con nosotros. Es un honor estar aquí para celebrar a nuestras dos quincieñeras y poder hacer que el primer día de su nueva etapa de retos y abundante felicidad sea el más alegre. Hoy celebramos a nuestras señoritas que preparan sus alas para poder volar y ser importantes en la vida. Mis niñas, Valentina y Renata: les deseo lo mejor para este nuevo capítulo y que nunca olviden que lo más importante de todo es ser felices- dice mamá y realmente tengo que controlarme para no llorar.

- Okey, ahora si voy a llorar- dijo y ambos nos reimos por lo bajito. Hacemos nuevamente el brindis y papá le da la señal a Valentina para que comience su discurso. Ella respira profundamente y se levanta de su asiento.

- Buenas noches y muchas gracias por reunirse este día para celebrar a mi hermana y a mi en este fecha tan importante para nosotras como es nuestro cumpleaños. Sé que todos nos desean lo mejor para esta nueva etapa y me gustaría dar gracias por todo lo que han hecho, por las risas que nos han dado, los hombros para llorar que han ofrecido, la ayuda brindada cuando estabamos en un mal momento. Todos ustedes forman parte fundamental de nuestro camino y vida y por eso es muy especial que estén aquí. Garcias- dice, todos aplauden, hacen el brindis y yo trato de hacer que no lloré.

Ahora es mi turno, cerré los ojos un momento antes de levantarme para comenzar mi iscurso. Al abrir los ojos, me doy cuenta de que todos los ojos están en mi y me pongo un poco más tranquila: me gusta hablar frente a la gente y cuando ya estoy frente al público, se me hace más fácil soltarme con libertad.

- Querida familia, apreciados amigos cercanos: es del agrado de toda mi familia darles la bienvenida a la celebración de quince años de mi gemela y mi persona. Para nosotros es una fecha muy especial, dando incio a un nuevo, increíble e importante capítulo de nuestras vidas, y que es mucho más increíble al tener a todos nuestros seres queridos reunidos para festejarlo. Quiero dar las gracias por estar presentes, tal y como lo han estado en otras importantes etapas de nuestras vidas, espero que disfruten de la fiesta que daremos, nosotros ya la estamos disfrutando con su apoyo al tenerlos aquí. Gracias y bienvenidos- dije y todos aplaudieron.

Me senté e hicimos el brindis nuevamente. Después de esto, el presentador anunció el vals. Al ser gemelas, nosotras optamos por hacer tres bailes de vals: Valentina con papá y yo con mamá, luego Valentina con mamá y yo con papá y por último, Valentina y yo juntas.

Comenzamos el primer vals y vi que a Valentina se le bajaban las lágrimas, yo estaba a punto de llorar también y mi madre me regaló una sonrisa.

- Eres tan apasionada con tu cumpleaños que por un momento pensamos en no querías compartir este día con ella- dije y solté una pequeña carcajada.




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