Se siente en el aire que es sábado de juego. El gimnasio está lleno de personas y botargas, los contrincantes del Halton Stood están en el lado opuesto estirando los músculos listos para comenzar el partido. Los colores de nuestro equipo; el violeta, refulge por todas partes y se ven tanto camisetas a la venta como guantes de poliestireno llenando las gradas. La mayoría de las personas ríen, gritan y animan a sus equipos, los estudiantes de la otra escuela también ya están aquí y llevan camperas del dolor de su escuela y algunos hasta la cara pintada con dos franjas verdes en los pómulos.
Yo ya estoy vestida con el atuendo formal de las porristas, que se trata de una falda a volados violetas y blancos, tenis de plataforma de mismo color y una top que termina arriba del ombligo sin mangas y las letras KMH inscritas en el pecho.
Me despedí de Peter luego de que él estacionara frente a las puertas del gimnasio, antes de entrar me encargué de arreglar mi ropa y atar mi pelo en una coleta alta. Ahora me encuentro sentada en los primeros asientos de las gradas mientras miro con detenimiento la rutina de las animadoras contrincantes. La capitana, Mandy, es buena en su trabajo, tengo que admitirlo; Sus saltos tienen una terminación perfecta, sus hombros nunca se encorvan y no pierde ni por un minuto la elegancia. Es una buena adversaria.
— ¿Qué tal, Ash? — Saluda Ashton cuando pasa por mi lado vistiendo ya el uniforme del equipo que contaba de una sudadera larga sin mangas y unos shorts hasta las rodillas blancos.
— Todo bien, ¿tú? — Le contesto con ánimo. Su carisma y gran son los mejores rasgos del rubio. Ashton es un buen chico y además un buen amigo, hemos crecido juntos en la empresa desde pequeños, sus padres colaboraban como contratistas en la empresa Nave. — ¿Preparado para el juego?
— Más que eso — me guiña un ojo entusiasmado — Ya es hora de que esos idiotas besen el piso.
Los Holton Stood son conocidos por sus caretas y juegos sucios a la hora de un partido. Y no eran los únicos tramposos dentro de su élite, el equipo de rugby, matemáticas y por supuesto animadores no se queda detrás. Dentro de la ciudad los Holton son quienes se llevaba las mejores copas y reconocimientos académicos. pero no por incentivar al estudio y el compromiso, sino al mero engaño y estafa ¿Ganadores de las olimpiadas de robótica? Claro si cortar los cables del equipo contrario es un gran gesto de compañerismo. ¿O ganar la última competencia de Animadores? Por supuesto, cambiar el polvo de maquillaje por polvo pica-pica no era considerado trampa. Ya decía yo que las Stood se veían demasiado sospechosas prestando su maquillaje de primera mano. O aún peor la vez que se llevaron la copa de deportes en el último juego contra nuestro equipo de Rugby. ¿Lesionar a nuestro capitán a propósito? Obviamente era algo que solo quedaría arreglado con una sanción mínima hacia el otro equipo y una semana de cama para nuestro capitán.
— más vale que logren dejarlos por el suelo, estoy harta que nos ganen con trampa.
— No te preocupes. Si ellos llegan a ganarnos, sé que tú y tus compañeras lograran hacer estampar la cabeza de alguna de sus porristas contra el piso.
— ¿Y dejarlas aún más tontas? —Enfatizo cuando algunas de ellas entran al gimnasio— ¿Se puede más?
— Me encantaría poder averiguarlo — Volvió a mofarse y veo como sus compañeros de equipo lo llaman — Tengo que terminar de estirar. Te veo luego, Ash — Alza su mano colocándosela en su frente y simula despedirse como si fuera un militar.
— Cuando gustes — Copio su gesto y lo dejo marcharse, yo me levanto del banco de espera, dejando a mis demás compañeras de ahí y camino hasta los vestidores en busca de mi muñequera, al ver la de Ashton recordé que había dejado la mía.
Diez minutos después vuelvo a mi sitio y veo que ya no hay nadie sentado en los bancos, todos los animadores están a un costado de la cancha estirando y por lo que veo soy una de las últimas en llegar, me apresuro a ir hasta ellos.
— ¿Dónde está Taylor? — Paso mi vista por cada uno de estos y veo que es él el único que falta. Escucho un llamado desde atrás, y veo al castaño correr hacia nosotros, me alivio al instante de verlo, es imprescindible que nadie falte hoy.
— Siento la demora — Se disculpa cuando llega al lado de Emma — No encontraba mis calcetas.
—Vale. ¿Están todos ya? — Interrogo y enumero a cada uno, los doce integrantes están parados en fila frente a mí. La entrenadora Jones se aleja de los demás profesores para acercarse más nosotros cuando no ve. Le cedo el sitio y todos mis compañeros se sientan el en suelo cuando la ven llegar, yo hago lo mismo y ocupo el lugar libre junto a Brittany y Brenda.
— Perfecto — Cruje sus dedos estirando sus brazos cuando ve que todos estamos ya preparados para el partido — Les deseo suerte chicos, quiero que estén todos concentrados para hoy, es primordial que no pierden el enfoque si quieren que todo salga bien. En especial tú, Ashley que de ti depende ejecutar un buen final.
—Lo sé — Asiento a su advertencia — No pienso perder el enfoque en toda la noche.
—No olviden lo primordial a la hora de animar. Lo importante no es que tan alto sea el salto, ni que tan coordinada sea la gimnasia rítmica. Lo que en verdad importa es que tanta sea la seguridad que tienen sus compañeros de atraparlos y que tanta confianza tienen en ellos como para saber que no los dejarán caer. Sean un equipo y compórtense como tal. No quiero fallos de precisión y mucho menos de convicción. Capitana y sub capitana— llama nuestra atención— sean precisas a la hora de tomar el mando.
—Sí, señora — Contestamos ambas a la vez.
— Y recuerden que ser animadora no es simplemente bailar con porras. Ser porrista es tener determinación, esmero y destreza sobre una cancha ¿Qué los diferencia del resto de deportes? Que a ustedes les queda mejor el traje. Que nadie nunca les haga creer que ser un animador es un deporte fácil, porque créanme que ninguno de ellos habrá hecho un Split en su vida o volado por los aires ejecutando un giro. Así que no se dejen subestimar¡¿Entendido?!