CAPITULO 1
Mi nombre es Mara Carver, este será mi nuevo año en Alemania ya que antes vivía con mis padres en México. Eso no significa que no lo hayamos visitado antes, mamá es mexicana y mi padre es Alemán. Pero nos mudamos por los negocios de mis padres, ellos son dueños de una cadena de restaurantes. Al ser la chica nueva en la ciudad no tenía amigos con los cuales salir así que solo debería ir a la escuela y regresar, claro hasta que tuviera amigos si es que eso sucedía.
El lunes comenzaría con mis clases en la universidad así que papá se encargó de llevarme a la escuela, en el camino me contaba sobre su época en la que él iba a la universidad. Al llegar baje del auto y me despedí de papá para avanzar hacia la entrada.
La universidad era muy amplia a simple vista. Sin más que perder avance hasta llegar al pasillo en dónde me detuve para buscar el salón que me correspondía hasta que una voz sonó detrás de mí haciéndome sobresaltar.
—Hola tú debes ser Mara no es así.— Antes de poder responder habló. — Lo siento no era mi intención asustarte.
—No te preocupes. — Le respondí restándole importancia.— Sí, yo soy Mara y tú eres…
—Oh. Me llamo Clara y el director me ha pedido que te hiciera un tour para que te ubiques mejor.
—Te lo agradezco me será de mucha utilidad, pero y las clases…
—Por ellas no te preocupes el director avisó que tal vez faltes a la primera hora.
—Y tú no tendrás problema, no quisiera que tuvieras problemas en el primer día.— Pregunté con un poco de preocupación.
—Por mi no te preocupes también tengo permiso.. así que por qué no comenzamos.
Asentí con la cabeza y comenzamos el recorrido, mientras pasabamos por el pasillo la pude detallar mejor, Clara es alta con una piel muy blanca, ojos azules y un cabello largo color castaño claro. A diferencia de mi que no era tan alta pero tampoco me consideraba baja, mi piel era de tes morena que parecía más un bronceado y a mi me encantaba tenía el pelo medio largo de color negro y ojos café oscuro como los de mi madre.
Al llegar al casillero Clara me entregó una hoja en la que se encontraba escrito el número de casillero que me correspondía.
—Este será tu casillero, deberás ponerle una contraseña que recuerdes no querrás que tus cosas se queden encerradas. — Comentó con un toque de gracia.
—No, por supuesto que no querría que eso sucediera.
—Bien, ahora iremos al único lugar en donde somos felices, la cafetería..— No pude evitar soltar una sonrisa ante lo que dijo, aunque apoyó su comentario.
—Aquí el recreo es de 12:00pm a 12:30pm. - Informó.
—Claro comprendo.
Después terminamos de visitar las demás instalaciones como el laboratorio, la biblioteca, la sala de cómputo y el campo.
Al tener permiso durante la primera clase y haber terminado con tiempo de sobra decidimos sentarnos en las gradas del campo que se encontraba vacío para conversar un poco y así conocer mejor sobre lo que me esperaba aquí.
Clara me contó sobre los alumnos y las actividades de la escuela que se me hicieron interesantes.
—Pues es una escuela como cualquier otra, la mayoría de nosotros estamos juntos desde la secundaria así que ya nos conocemos.— Inicio— Por ejemplo hay un club que se hacen llamar los escorpiones que son prácticamente los chicos populares y rebeldes al que casi todos quieren pertenecer pero es difícil hacer que te acepten. También hay clubs de deporte generalmente de basquetbol y fútbol americano, además de las porristas. La escuela también cuenta con varios concursos como física, teatro, lectura y redacción, después tal vez conozcas un poco mejor el tema.
—Claro, en el transcurso lo conoceré mejor.
—Te puedo hacer una pregunta.
—Claro la que gustes.— Le indiqué para que siguiera.
—Extrañas a tu país o a tus amigos.— Su pregunta no me sorprendió, era claro que no tenía el aspecto de una alemana promedio. — El director me informó que no eras de Alemania, pero no me dijo en sí de dónde venías.
—Sí así, soy de México y claro que extraño mi país, el clima y sus lugares, en cuanto a mis amigos sigo hablando con ellos así que de cierta forma no me siento alejada de ellos.
—Wow, me imagino que empezar de cero es algo incómodo ya que en tu país ya los conocías y era normal.
—Si así es, pero siempre es bueno conocer a personas nuevas, culturas, y pensamientos no lo crees.
—Concuerdo con tus palabras y para que no te sientas sola considerame tu amiga.. — No pude evitar sentir emoción por sus palabras así que le regale una sonrisa.
Después de nuestra plática regresamos al salón donde estaría durante el semestre.
Al terminar la primera hora entramos al salón para evitar tener alguna falta; al entrar noté algunos ojos observarme haciendo sentirme incómoda, pero decidí ignorarlos y tomar asiento en la cuarta fila que para mí suerte no tenía a otro alumno, así podría poner atención a las clases. Noté que Clara se sentó en la primera fila junto a otra chica que no logré distinguir.