Para el pequeño ser que calienta mi corazón, que me mantiene viva aún sin existir en este mundo.
La pequeña criatura que crece cada día en mi imaginación alimentando mis deseos de ser madre.
A ti cosita bella que amo tanto y que tal vez no vaya a ser creado, nacer ni formarse, porque es más grande el miedo que mis deseos, no puedo ser egoísta contigo, no puedo traerte a un mundo con un futuro tan incierto, ni con una madre tan inestable.
Lamento estar tan dañada y rota que no podrás conocerme, que solo quedarás en mi imaginación, sin ver lo emocionada que estaría tu madre al verte nacer.
Lamento que no puedas sentir mis abrazos, mis besos, mis arrullos, mi calor, mi voz, mis risas, y mucho menos mi amor en la vida real.
Lo siento peque, lo siento mucho.
Pero prefiero que sigas siendo feliz, así como veo que lo eres en mis sueños, me sobra y basta con cerrar los ojos y verte ahí siendo feliz mientras yo estoy junto a ti jugando y divirtiéndome, dándote todo el amor que en algún momento me falto sin saberlo.
Siempre serás mi bebe, dentro de mi mente y en mi corazón.