Los niños siempre serán relacionados con la luz sin importar nada
Pero, ¿qué pasa cuando se le da odio a una edad tan temprana?
¿Cómo afecta el odio en sus vidas?
Mientras crecen... ¿Qué pasa con ellos?
¿Qué hace el odio que damos?
Mata esa luz.
Y poco a poco cambia a ese pequeño infante que solamente quería contarte su día.
El odio que alguien una vez me dio... Lo puedo usar en su contra esta vez,
la diferencia es que yo no pienso hacerlo.
El odio que alguien una vez me dio... Vive todos los días en mí, creciendo poco a poco, aunque haya perdonado a ese alguien hace mucho tiempo.
El odio que alguien una vez me dio... Apago la luz en mi interior por un momento, cambio mi persona y me hizo perder el camino, la imagen que tenía de mí.
El odio que alguien una vez me dio... Ahora es mi impulso porque transforme ese odio.
El odio que alguien una vez me dio ya no existe, el odio que una vez me dieron se fue, y con él se fueron también esos efectos que cayeron encima de mí sin poder evitarlo, sin poder pelear contra ello, el odio que crecía en mi como el fuego y quemaba como el hielo sigue en mí, pero no porque alguien me lo haya dado, está ahí porque las personas no somos negro o blanco somos una escala de grises, una mezcla de lo bueno y lo malo, mantenemos el amor y el odio dentro nuestro y elegimos cual usar en las diferentes situaciones que nos avienta la vida.
El odio que una vez me lastimo ahora solo es un recuerdo de un pasado doloroso en una persona vencedora de sus memorias, el odio que una vez odie ahora es aceptado por mí, el odio que una vez alguien me dio ahora es transformado por mí en algo bello porque así es como mi luz volvió a encenderse, así es como se volvió mi persona luego del odio que recibió.
Así es como ahora el odio es parte de este poema, pero de una manera magnífica.