Ahora que podía ver muertos, Virginia intentaba ver al famoso Chico Ratón, supuestamente ese niño había muerto teniendo la carga de haber sido un perdedor completo, su muerte en sí era un misterio, se decía cada cosa: se había caído en el pasillo y golpeado la cabeza y muerto por el golpe, otros que unos bravucones le habían hecho bullying y se les había ido de las manos, otros que se mató el mismo.
Ella solo deseaba comprobar si era cierto lo que se decía, así que fue hablar con el conserje para escuchar su versión, este limpiaba sus implementos de jardín.
—Hola, MG—así le decían.
—Eres tu Virginia, ¿necesitas algo?
—Quería charlar con usted.
—Bueno, desde que pasó lo de Grace me da pena verte sola.
A ella también le daba pena estar sola, entonces le preguntó:
—Es sobre el Chico Ratón, ¿eso es cierto?
—Bien, es una leyenda…
—Dicen que las leyendas se basan en cosas ciertas.
—Muchas, bueno, lo que sé es que había un chico que era bastante retraído, como dicen ustedes, un perdedor y un día su madre llamó para decirnos que él había muerto.
—¿De qué?
—Parece que se asfixió, sufría de asma, eso fue hace años, tantos…
—Es que dicen que se presenta en los pasillos de la escuela.
—Sí, eso dicen.
—¿Ha visto algo de eso?
El hombre no deseaba asustar a la pequeña y entonces le dijo:
—Virginia, hay cosas de las que es mejor no hablar.
—Puede decirme, acabo de perder a mi tío y a Grace, no me asusta nada.
El anciano entonces le dijo:
—Hay cosas de almas, que son complicadas, a veces los espíritus vuelven a donde se sintieron mejor o peor, creo que ese es el caso del Chico Ratón.
—¿Entonces es real?
—Lo he visto varias veces…
Virginia se alegró porque ahora podía estar segura de que lo vería. Esa tarde, cuando salieron de clases, Ronda les decía a sus compañeros:
—La fiesta será pasada en directo para todos, eso es para los que no pueden ir porque no dan la talla—miró a Virginia—y otros por su falta de aseo personal.
Paul se detuvo a escucharla y meneó la cabeza, todos lo evitaban tanto o más que a Virginia.
Virginia fue al baño de chicas y esperó hasta no escuchar a nadie, cuando todo fue silencio se dio cuenta de que ya estaba sola, salió y comenzó a buscar por los alrededores buscando al Chico Ratón, Paul se la quedó viendo y se acercó a ella que estaba de espalda.
—¿Qué tanto buscas?
Ella saltó en su puesto y lo miró:
—¿Qué haces aquí?
Se alzó de hombros y le dijo:
—Me suelo quedar más tiempo, me gusta estar en un sitio limpio y tranquilo.
Virginia lo vio con ropa sucia y le preguntó:
—¿Qué le pasó a tu ropa?
—Mi madre no me la lava.
Virginia entonces le comentó:
—Hay tutoriales en internet que te indican cómo usar una lavadora.
Siguió mirando con suma atención por todos lados y no veía nada:
—Te ayudo a buscar.
—Lo que busco no está visible…
—¿Es microscópico?
—Más bien es transparente—vio su desconcierto—quiero ver al Chico Ratón.
Eso le sorprendió y entonces él le dijo:
—Es un mito, solo lo emplean para asustar chicos.
—Tal vez pueda verlo.
—¿Por qué?
Virginia entonces le respondió:
—Puedo ver fantasmas.
Paul la miró sorprendido y entonces ella le respondió:
—Es un don.
—Vaya, dicen que eres rara, pero no imaginé que tanto.
Ella sonrió y le respondió:
—A ti tampoco te invitaron a la fiesta de Ronda, por malos hábitos de aseo.
—Eso no me importa, de hecho dejó de importarme desde hace mucho.
—Yo todavía no me acostumbro.
Ella siguió mirando y se iba a dar por vencida cuando vio a Grace junto a otro niño, este la miraba temeroso. Virginia caminó hacia ellos y Paul la seguía atento:
—Chico Ratón.
“No le gusta que le digan así… Dice sentirse mal cuando se burlan de él”
—Lo siento, no lo sabía.
Paul se acercó sorprendido:
—¿Lo puedes ver?
—Sí…
Paul se asustó y engulló saliva.