Volver al pasado

PIEZAS FALTANTES

Capítulo 1

21/Noviembre/ 2022
Presente.

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"Hold on-Chord Overstreet"


"lo siento mucho, él no ha resistido".

Aquellas palabras quemaban y hacían que el pecho me doliera, trague saliva para contener el nudo que me hacía arder la garganta, pero las lágrimas cayeron sin que me diera cuenta de ello, inundando mis mejillas.

"Lo siento...Lo siento..."

Esas dos palabras se repetían sin fin.

"Lo siento..."

Yo no las escuchaba el mundo se contorsionó, las blancas paredes junto a las luces me cegaron, me faltaba el aire del dolor en mi pecho.

El...

"Se había ido"

Abri y cerre mis ojos dos veces seguidas con fuerza para poder distinguir a mi alrededor.

"¿Eh?"

"Pero que carajos"

"¿Ya no estábamos en el hospital?
Pero ¿cuándo habíamos vuelto?"
¿Era esa escena un recuerdo?
"O otro de mis trances".

No podía estar pasándome esto de nuevo, ¿cómo era posible que me quedara estancada en un momento y al abrir mis ojos ya estuviera en otro?

No, no esto no puede seguir. Vi la pulsera de reloj en mi muñeca y localicé la hora:

3:15pm.

Luego mire a mi alrededor.
Todos vestían de negro, entonces la realidad volvió a mí.
Los acontecimientos de ayer llegaron a mi como una ráfaga de recuerdos punzantes.
Y mi cuerpo se sacudió en un temblor brusco poniéndome los pelos de punta.

"Él se había ido"

Me repetí lo mismo que había estado diciendo en el hospital después de escuchar al doctor, lo mismo que hace rato me tenía en un trance en donde ya no distinguía a mi alrededor.

“Te habías ido a un viaje sin regreso”

Mi garganta se apretó con fuerza.
Un jadeo ahogado salió de ni garganta como si de un golpe se hubiese tratado como si por decima vez hubiese despertado de una pesadilla sin fin.

Alguien llega a mi lado.

Es...

—¿Por qué todos están tristes, porque están llorando? —me observa ella detenidamente, ladeando un poco la cabeza— ¿por qué lloras? —pregunta con inocencia, haciendo una mueca, para su corta edad habla muy bien.

“¿Estoy llorando?”

Palpo mis mejillas con mis palmas y siento lágrimas en estas, apretó los labios, e inhalo profundamente.

Dudo en responder, pero al final lo hago, observándola desde mi altura.

—A partir de hoy alguien ya no va a estar más—explique con la voz rasposa.

Ella parecía que aún no comprendía bien, como iba a hacerlo si apenas tenía cuatro años y recién empezaba a vivir, para luego decirle como acabaría la vida.

Decidí intentar decírselo de otra manera.

—Es...—dude un momento—como cuando haces un rompecabezas, las piezas son personas, todas al final son importantes para armarlo, y…algunas veces esas piezas se pierden, se rompen o les pasa algo, estas se convierten en piezas faltantes, irremplazables, únicas y que siempre harán falta.

Ella ladeo aún más la cabeza, confundida, lo que logro sacarme una sonrisita.

—Piezas faltantes, son personas que faltan, por eso todos lloran...

—Falta una persona—susurro ella, como contestando sus dudas.

Sonreí con amargura.

Faltaba una persona...

Faltaba EL.

Un día medio en broma te dije:

"Eres perfecto"

Pero enserio no creí que te lo tomaras tan enserio y de verdad te fueras para siempre.

Se que no soy la única que se hunde, y lo vuelvo a repetir una vez más, yo no acepte que te habías ido hasta que vi esa caja de madera, que encima de ella hubiera una foto tuya y tu nombre plasmado en una bonita letra curva para también ver como tu madre se hundia en un llanto desgarrador, gritando, aferrándose a tu ataúd como si así fueras a volver, o al menos a no irte del todo, porque ella tampoco quería aceptar que te habías ido.
La vida es una ironía por no decirlo de mala manera porque si estuvieras acá sé que dirías que es una mierda y talvez así sea.

Muchos lloran que te hayas ido, yo he llorado tanto que sé que, aunque quiera seguir haciéndolo ya no podré, pero créeme que este nudo que me aprieta la garganta y me oprime el pecho no hace más que recordarme que ya nos estas aquí, ni siquiera me importa que haya un montón de personas y yo tenga los ojos hinchados y la nariz roja.

Sin querer mis ojos se topan con ella, y la veo tan mal, de verdad le importabas, ella de verdad te quería y tú la amabas, sé que cuando hablabas de ella y los ojos te brillaban eras más feliz que nunca y aunque nunca pensé que fuera una buena chica hoy te digo que me hubiese alegrado que su historia continuará, y sé que aunque ella era tu reina yo era tu princesa.
Y como no decir que el camino al cementerio fue algo abrumador cada paso pesaba cada vez que veía al frente y veía que cargaban tu ataúd me daban ganas de retroceder y no avanzar más, pero tenía que seguir contigo hasta el final.

Muy pronto la tierra cubrió lo último que quedaba físicamente de ti...porque tú siempre vivirás.

No faltó un momento en que algo me tentara y mi mirada fuera al frente, para encontrarla a ella con los ojos abiertos de par en par, sus labios secos un poco entreabiertos junto con una expresión sorprendida como si hubiese visto un fantasma fue lo que mis ojos encontraron, podría hasta jurar que vi como un pequeño temblor sacudió su delgado cuerpo e incluso su cara se pusiese más pálida, sus grandes ojeras, sus labios pálidos, sus ojos hinchados y su pequeña nariz roja no dejaban al descubierto como ella era realmente, su gran belleza y su deslumbrante presencia, seguí su mirada y al igual que ella me sorprendí, era...el, era el chico que vi,—el que tiene tus mismos ojos—de pie delante de ella a unos metros, pero para cuando volví la mirada a ella, cómo siempre ya no estaba y en la mirada del chico había tristeza y dolor.



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En el texto hay: fantasia, misterio amor, destinos cruzados

Editado: 07.10.2022

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