William Y Emma

SERENDIPIA ?

- 14 de abril del 2019-

POV Sol
Flash back
—Hey tú porque le pegastes a mi pequeño príncipe— me dice una pequeña al igual que yo, mientras señala a un pequeño debilucho 
escondido en una esquina rojo de vergüenza.
—De que me hablas? de Santander?, fue un error el paso justo en el momento en el que mostraba como dar un golpe en caso de acoso— hablé lo más convincente que podía en mi tono de voz.
Ella infló sus cachetes con fuerza y me señaló, impactandome mucho sus palabras.
Fin del flash back
Emma es esa amiga que conocí, cuando me reto a una pelea porque por error le di un golpe en el ojo al niño escuálido que siempre andaba con ella, hoy este ya es un hombre, y  no es nada parecido al pasado, ese alambre en ropa hoy se que se llamaba William, pensar en eso me hace reír, actualmente ambos son mis mejores amigos, y a uno lo conocí dejándole morado un ojo y  a la otra enfrentándonos a un duelo a muerte a la edad de 11 años, y si a muerte, la que perdía se llevaba con ella su dignidad frente a la de los niveles superiores, tonterías de la adolescencia.
Ella una vez me dijo el significado de la palabra SERENDIPIA, dice que es ese encuentro con lo que estabas buscando provocado por el destino aunque nunca lo hubieses intentado buscar, Diego fue ello para mí, su voz era la melodía perfecta para mis oídos y su personalidad y forma de ser la perfección encarnada en carne y hueso, pero del todo lo que sentía yo por el, creo que el por mi solo una mísera pequeña parte podía replicar, y es por eso que me odio por no odiarlo.
Estos pensamientos me dan más fuerza para impregnar mi voz de todo el coraje que tengo retenido en mi ser mientras canto.
—PORQUE SIEMPRE ESTUVE EQUIVOCADA Y NO LO QUISE VER— arrugo mi frente mientras siento la música— PORQUE CUESTA TOMAR DECISIONES PORQUE SE QUE VA A DOLER— mi voz está a punto de quebrarse pero recuerdo que estoy en mi trabajo y debo ser profesional.
Desde hace un año soy la cantante del bar Shine, con esto puedo pagar mi carrera, estudio Trabajo Social, estoy en mi quinto año de universidad, siempre he querido ser una profesional en esa área.
Terminó mi presentación y los aplausos comienzan a sucumbir en mis oídos, estos segundos de fama son los que me alejan de tener pensamientos relacionados a mí Voldermort personal.
Arreglo mis cosas y me despido del jefe, Don Goltto Bello un italiano, que viajo medio mundo para abrir un negocio en otro país y ha tenido éxito en su objetivo, es un excelente jefe aunque no lo entiendo mucho siempre me dice Bérgamasco creo que es su lugar de origen, parece Jaimito y su Tangamandapio.
Al salir me llevo un gran sorpresa, Diego me está esperando sentando encima de mi moto, pobre de luz ella no ha hecho nada, esto ya es personal.
—Estas bellísima como todos los días, te extraño tanto— el día que Dios hizo al cinismo Diego organizó el grupo para repartirlo— perdóname no sé porque hice eso, ella no se compara a ti en ningún aspecto—termina por balbucear la funda de basura andante.
—Que demonios te pasa Diego, tú y yo hemos terminado hace más de dos semanas— trato de mantenerme fuerte y no mostrar las inmensas ganas que tengo de llorar, porqué tengo que sentir algo por este infeliz, te maldigo corazón, a ti y a tus cochinos sentimientos.
— Como puedes olvidar nuestro amor de dos años en solo 15 días, tan poco significó nuestra relación para ti— me dice esto mostrándose realmente dolido y triste, esto es la gota que derramó el vaso ahora sí va a escuchar a Soledad Hernández.
— En primer lugar cierra la boca, tú eres un infeliz, que?, que para mí nuestra relación no significó nada?, Te recuerdo quién es el que le estaba haciendo un lavado dental con si lengua a la secretaria de su entrenador, yo di todo para que está relación funcionará dos años acompañándote en tus momentos de alegría, tristeza, enojo y Soledad, fui la imbécil que aunque teniendo moto no la usaba para ir contigo caminando hacia tus entrenamientos que estaban a 5 kilómetros de mi casa, maldito idiota—valla creo que he estado guardando mucho lo que siento.
— Lo siento, Lo siento perdón perdón— Diego comienza a rogar por mis disculpas pero, no hoy no hoy necesito sacar este veneno que me está consumiendo.
— Eso solo demuestra la clase de hombre que tú eras y lo ciega que yo me quería mantener, tantas señales que recién hoy puedo decifrar TANTAS PARA DECIRME QUE TU SOLO ERES UN POCO HOMBRE QUE SE CREE MAS MACHITO POR TENER DOS MUJERES EN SU CAMA!— esto último saca todas mis lágrimas, aquella barrera que había construido a mí alrededor se quebró, Dios estoy desecha, no puedo más.
—Mi amor ven acá déjame abrazarte soy un imbécil no debí hacerlo yo te amo— Oh no!, No Diego de miércoles no!, no volveré a ti—Sueltame me quiero ir a casa— logro formular estás palabras con mucho esfuerzo el llanto me está ahogando.
—No no te voy a soltar hasta que hablemos, hablar es la base de toda relación, tú y yo debemos hablar nos estamos haciendo daño.— Me dice con una voz serena que por casi me convence hasta que recuerdo que es un infiel.
—Que me sueltes—comienzo a forcejear, el sigue sin hacerlo.— quédate quieta Sol, solo quiero hablar—Diego me estaba haciendo daño, en mi muñeca estaba dejando sus dedos marcados por la fuerza, que bueno que hoy me levanté recordando como le rompí el ojo a un niño con un gancho derecho, práctica de conocimientos ahí te voy.
Estoy a punto de romperle el alma, si es que todavía la tiene a este demonio, hasta que un chico alto, mucho más alto que yo, rellenito pero con una cara llena de madurez, sus ojos me encantan es muy atractivo, él se interpuso y le da un puñetazo en mi lugar, le rompió el tabique, el se levanta y le da una patada en sus muslos, el le agarra la pierna y lo alzó por encima del suelo para darle una vuelta en el aire.
Cuántas peleas de Jackie Chan he visto y esto me parece tan irreal, que demonios está pasando.
Diego cómo puede se levanta y sale corriendo, dejándome ahí con un desconocido que pudo defenderme para ayudarme o para hacerme daño, Sol que tan mala eres en el amor que estuviste dos años con ese imbécil.
—holis— es lo primero que digo cuando el se gira, mucho gusto muerte hoy tendrás una boba en tu listado— como te llama?—continuo cabando mi lecho de muerte, pero siempre con un sonrisa, hey me voy a morir pero las sonrisas nunca faltaron hey!
—Hola yo so----— Marico! se desmayó, acaba de desmayarse, es mi momento de huir, pero madre de las hamburguesas, el me salvó la vida, debo ayudarlo aunque eso signifique que estoy como Bambi más indefensa y muero.
— llama a mi hermana soy diabético, ella tiene mi medicina— me dice como puede mientras se agarra el brazo.
—dime su número, rápido— digo mientras saco mi celular, el comienza a dictar, está pálido.
—09876534xx— enseguida termina marco en llamar, algo extraño está sucediendo su teléfono empieza a sonar, el lo saca y contesta.
— Mucho gusto me llama Johan, y es un placer conocerte mi luciérnaga fugaz— me dice el cuerpo sin alma mientras sonríe.
suspiro aliviad, mientras proceso todo—Que demonios te sucede, me has dado un susto de muerte—
El me sonríe— dicen que las primeras impresiones quedan grabadas en tú vida — me sonríe coquetamente y se me acerca para darme un beso en el cachete.
— No te he dado permiso para hacer eso— le digo sumamente enojada.
— Hay besos compartidos,robados y elegidos, a mí me gusta la segunda opción— se da la vuelta y comienza a caminar en medio camino se gira y me dice—ya tengo tu número, fue un placer conocerte!!!!
No lo pude evitar más, y me reí a carcajadas que noche más loca la que acabo de pasar, encontré alegría cuando no la buscaba parece ser que Johan, ha sido la SERENDIPIA de hoy y no lo voy a negar me ha encantado.



#8739 en Joven Adulto
#23382 en Otros
#3465 en Humor

En el texto hay: amor, amistad, aceptacion

Editado: 25.04.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.