Capítulo 20: Última línea de defensa.

[El cuerpo de Hatsu yace frente a Len.]

Len: ¿Que…. has hecho?...

Arthur: Lo que tenía que hacerse…

[En ese momento, un portal se abre y de este emerge Sebastian.

Él observa a Len quien se encuentra debajo de un charco de sangre.]

Sebastian: Vaya… parece que se han divertido bastante…

[También observa el cuerpo de Hatsu.]

Sebastian: Oh…

Arthur: ¿Qué haces aquí?.

Sebastian: Todo está casi listo, solo te necesito para arreglar unos detalles y estaremos preparados.

[Len mira con detenimiento a Sebastian.]

Sebastian: Para invadir la ciudad central…

Arthur: De acuerdo, ya termine aquí de todas formas. Andando…

Len: ¡Arthur!, ¡espera!.

[Sebastian y Arthur cruzan el portal abandonando por completo el lugar.]

Len: Tsch, maldición….

[Por fin Len logra levantarse, a duras penas carga a Hatsu y la lleva a uno de los edificios abandonados.

En una de las tantas habitaciones, la recuesta en una cama vieja y oxidada.]

Len: Perdón Hatsu… no pude salvarte…. pero me asegurare de terminar con todo esto de una vez por todas.

[Len sale del edificio y comienza a caminar. Sus heridas se regeneran pero a un ritmo demasiado lento.]

Maya: Zagreo, espera, ¿a dónde vamos?.

Len: A la ciudad central…

Maya: ¡Pero todavía no recuperas tus fuerzas al 100%!.

Len: No importa… tengo que terminar con todo esto antes de que más personas sean asesinadas.

[Eventualmente llega a la parte poblada de la ciudad. Todas las personas a su alrededor lo miran de manera extraña por sus heridas, pero Len continúa por su camino sin detenerse.]

Maya: Zagreo… tus poderes….

Len: Lo sé…

Maya: Mejorar tu concentración ayudó…. pero no resolvió el problema.

Creo que se trata del poder del reloj de arena..

Len: ¿A que te refieres?.

Maya: Cuando tu madre fusionó tu cuerpo con mi corazón, perdiste tu estatus divino.

Todavía pudiste desarrollar tus habilidades y fuerza divinas, pero ya no eras inmortal.

Al momento de fusionarnos con el poder del reloj de arena, recuperaste esa cualidad, ahora eras inmortal de nuevo.

Y no solo eso, cada herida que sufriera tu cuerpo, se regeneraría debido a que el reloj retrocede el tiempo de tu cuerpo a antes de recibir dichas heridas o ataques.

Tu concentración es lo que afectaba tus poderes así como el uso de la magia, pero creo que la regeneración no tiene nada que ver con eso.

Tu regeneración está funcionando más lento…. por el reloj de arena..

Len: Estas diciendo que… ¿la energía del reloj de arena se está debilitando?.

Maya: No se está debilitando…. se está preparando para salir.

Len: ¿Para salir?.

Maya: La energía del reloj no puede ser contenida en un cuerpo, ya sea el de un dios o el de un humano.

Mi teoría…. es que no nos queda mucho tiempo antes de que pierdas tu inmortalidad de nuevo.

Len: Ahora que lo mencionas… no me he sentido yo mismo desde la muerte de Yua…

Maya: El shock traumático pudo haber ayudado…. pero es solo una teoría.

Len: De todas formas….. tenemos que llegar a la ciudad central de una vez por todas…

Maya: Por más que quisiera prepararnos más antes de hacerlo…. se nos acaba el tiempo.

Concuerdo contigo Zagreo… sin importar lo que pasé…. estaremos juntos por siempre.

[Len sonríe un poco.]

Len: Eso ya lo sé, no tienes que recordarmelo…

[Tras media hora, Len y Maya llegan a la estación de tren más cercana.]

Guardia: ¡Oye!, ¡niño!, ¡espera!, ¡¿estás herido?!.

[Len ignora al guardia de seguridad, compra un boleto y se sube al tren.

En su boleto viene grabado lo siguiente:]

GOLDEN WIND.

Lansoft - Ciudad Central.

VALIDO SOLO: 01/06

Len: Aquí vamos…. de camino a la Ciudad Central..

[Dentro del castillo de la Asociación de Magos Luxury State.

La Doncella está sentada en su trono completamente sola.]

Doncella: Jaja…. Hatsu está muerta. Típico de los humanos… son animales estúpidos e inútiles que no pueden cumplir con ningún objetivo..

Muy bien….

[La Doncella se levanta.]

Doncella: ¡¡VEN HIJO MÍO!!, ¡¡Y ENFRENTA A TU MADRE!!.

[Perséfone alza su mano derecha y dispara un rayo de energía rosado hacia el cielo.]

Doncella: ¡CONTEMPLA!, ¡MI ÚLTIMA LÍNEA DE DEFENSA!.

[El rayo se expande y se multiplican cambiando el color azul del cielo a color rosa.

Los soldados de la Ciudad Central son poseídos por esta extraña energía.

Sus ojos se vuelven púrpuras y sus cuerpos son envueltos en energía rosada.

Los civiles también son afectados por esa energía.]

Maya: ¡Zagreo!, ¡mira!.

[Len echa un vistazo por la ventana del tren. Ahí observa como la ciudad en su totalidad está cubierta por esa energía rosada.]

Len: Es el veneno de Perséfone….

Maya: ¿El veneno?.

Len: Toma el control de todos los seres vivos y multiplica su fuerza para controlarlos como peones.

Es lo que planeaba liberar en todo el mundo cuando la humanidad fuera inmortal.

Así podría controlar a todos los humanos y llevarlos a la guerra contra el Olimpo…

Maya: Y ahora lo va a utilizar para darnos la bienvenida….

[Los rayos alcanzan al tren y poseen a todos los pasajeros.]