A ahorrar mis penas y el dinero que mi madre me tiró en la cara se ha dicho!
Prefiero no aumentar cada día más el desprecio que mi madre, ex madre desde hace mucho pero no estaba en condiciones para aceptar algo que me duele, cosa que a ella no le importa en lo absoluto. Prefiero quedarme callada ante todo esto que pasó.
Mi abuela me preguntó qué tanto tenía, no puedo fingir que algo no me afecta, decido mentirle a lo que ella siente que miento pero no se imagina lo que me pasó.
Antes era mi abuela la que se preocupaba por ver que yo tuviera contacto con mi madre y que ella me hiciera algo malo, esta vez soy yo quien ya no la quiere ver. Ni a ella ni a nadie.
Ya no quiero ver a nadie que forme parte de mi pasado, de eso estoy segura.
Hice todas las tareas escolares que me correspondían, las terminé antes de tiempo ya que eran pocas y los videos y libros que me recomendaron fueron de mucha utilidad para que yo entendiera ciertas materias que en algún momento me llegaron a costar.
Salí con mi abuela al gimnasio y para ese entonces, ya podía hacer algunos ejercicios con moderación. Preferí comer sólo cosas saludables, debido a que cada que comía algo totalmente grasoso me recordaba a que un día antes de la tragedía que viví yo estaba devorando la comida, no quiero desahogarme comiendo, eso sería lo último que quisiera.
Mi cuerpo no era perfecto pero cada que estaba en el gimnasio hacia que mi autoestima se elevara hasta el cielo, podía estar en un terrible estado de ánimo pero el ejercicio me ayudaba a ver las cosas de otro sentido. Decidí abandonar mis sueños de la Sky pero agregaría uno que sería, construirme.
Mejoré en un tiempo bueno, me faltaban 2 semanas para volver a estudiar y retomar mis actividades pero mi abuela me alentó a entrar antes en vez de esperar a que las futuras tareas se me acumularan, y en algún momento tendría que ir a la escuela.
Otra cosa es que mi abuela me metió a un curso de defensa personal, le prometí que no usaría la violencia si no había necesidad de eso. Espero cumplirlo porque mediante sepa defenderme puedo reaccionar mal ante algo y quiero ser inteligente para saber en qué momento si y no hacer uso de ella.
Ella le avisó al director y por más que le rogué que no me obligara a ir, ella no me hizo caso, Le entró por un oído y le salió por el otro.
Para ese entonces había también mejorado un montón con mi bella psicóloga Luisa. Quien nunca me negó nada, y también me dijo que me daría su servicio gratis. No sé qué tanto hice para que me quisiera pero también la quiero tanto.
Me desahogué con ella, le dije que no quería entrar a estudiar y repetir la misma historia, y algo que me agrada de Luisa es que es bastante directa. Me dijo lo siguiente:
-Se repite la misma historia pero en diferente lugar si tú lo permites. Talvez cometiste errores que estúpidamente les dió la idea a los demás de agarrarte como quisieran, nunca falta aquel o aquella grosera que intenta hacerte sentir mal y ahora que ya sabes cual es la consecuencia de no poner un límite es momento de defenderte, si te hacen algo tú defiéndete ya que algunas personas solo comprenden a la mala. Con esto no te estoy diciendo que vayas y le hagas algo malo, simplemente has lo que te hablé, actúa con sabiduría y no te dejes llevar por los malos comentarios que hagan de ti.
Eso bastó para darme ánimos.
Al día siguiente mi abuela me levantó temprano, me arreglé, y fuí por mis cosas para irme en camino a mi nueva escuela, mi abue se hizo muy amiga del director de tal manera que en vez de sentirme nerviosa me sentí relajada.
Me llevó a mi nueva clase y me presentó ante todos. Pude notar que no eran varios alumnos como en mi antigua clase, ví que este colegio si se tomaba en serio tener muy cómodos a los alumnos haciendo la clase apta para la cantidad de alumnos que permitía. Habían varias secciones pero la que me tocó estaba mejor.
Me presentaron como pude, obviamente senti la mirada de todos, pero no me importaba ya que estaba la maestra que me daba mucha paz con su sonrisa y la bienvenida tan educada que me dió, pero solo quería llegar a mi asiento.
Me fuí y me senté y decidí mejor tomar nota de lo que la maestra estaba diciendo luego de tal suceso, horas más tarde llegó el recreo. Ni pensando en hacer amigos estaba que decidí comer sola, luego una chica se unió a mi mesa, observándola pude llegar a saber que ella era muy tímida a lo igual que yo. No soltamos palabra alguna para hacer una conversación, ella estaba enfocada en ver a su alrededor y yo en comer y algo que me dijo Luisa es que nunca falta aquel grosero que intenta hacerte sentir mal. Bueno, resulta que una chava pasó amenazando a la chica que se encontraba conmigo, quería quedarme viendo todo pero mejor bajé mi mirada.
La chica la estaba amenazando de algo, al parecer la chica que estaba sentada conmigo no le había hecho una tarea por lo que la otra se enojó y le empezó a hablar mal. Todo hubiera quedado normal si luego de hablarle así a ella no hubiera pasado a la par mía dándome un golpe para que mi cabeza chocara con mi comida.
Estaba segura que eso no había sido un accidente porque sentí que con una mala intensión lo hizo, sentí como su mano se colocó en mi cabeza dando un golpe con la fuerza suficiente para que chocara con lo que tenía en frente. Recordé a tiempo las palabras de Luisa y me levanté. El miedo que alguna vez tuve al enfrentarme así salió huyendo de mi.
-¿Qué te sucede?- Dije alzando la voz lo suficiente como para que ella volteara con una cara bastante enojada e intimidante.
-¿Y tú a quién le hablas así?-Dijo mientras me veía de pies a cabeza con arrogancia.
-Te estoy hablando así porque tú acabas de meterte conmigo sin yo estarte haciendo algo.
-Yo hago lo que se me pega la gana estúpida-En eso logré ver que alzó su mano porque me iba a abofetear pero logré hacer fracasar su intento por agredirme.