La desaparición de Cinco

Desde ese incidente en la fiesta de cumpleaños e evitado a toda costa cualquier charla con Cinco, a pesar de que me lo he cruzado varias veces en el camino y ha intentado aclarar las cosas conmigo, solo he preferido pasar de largo, ya dejo las cosas claras, lo que sea que hayamos tenido solo fue algo para pasar el rato y ya. Los demás ya se enteraron de todo lo sucedido y entendieron un poco mi dramática reacción, Cinco tuvo que contarle todo a los demás, según Vanya había sido gracias a la influencia de Alison y su rumor, no me gusta que lo use en nosotros, pero esta vez creo que debo darle las gracias por lo que hizo.

La comida como siempre era un silencio perturbador, solo el sonido de los cubiertos. Estábamos terminando de comer cuando veo que Cinco se pone de pie siendo fulminado con la mirada por el señor Hangreeves quien veía furioso como uno de sus hijos quería romper una de las reglas de la mesa “no levantarse hasta que todos hayan terminado de comer”

• Tengo una pregunta.
• Siéntate Cinco y quédate en silencio.
• No. Que pasa si quiero viajar en el tiempo.
• No puedes.
• ¿Por qué no?
• No estas preparado aún, necesitas más entrenamiento.
• Se que puedo, estudie las variables y todo lo relacionado con física cuántica, sé qué puedo hacerlo.
• No puedes y ahora quita esa idea de la cabeza y siéntate.
• No lo haré.

Sin decir mas Cinco se fue desapareciendo frente a la vista de todos ¿Qué acaba de pasar? Todos nos quedamos viendo confundidos sin decir absolutamente nada.

Han pasado dos días y no hemos tenido noticias de Cinco, comienzo a pensar que realmente viajo en el tiempo o solo esta dando vueltas por ahí avergonzado, espero que vuelva en cualquier momento, digo si lo odio ahora, pero al fin de cuentas es mi familia ¿Cómo no preocuparme? Miraba por la ventana de mi habitación esperando verle en cualquier momento, podría reconocer a lo lejos su cara de gruñón, pero solo eran ideas mías, no había señales de el.

Cinco se había esfumado, los días seguían pasando y aún estábamos sin noticias sobre su paradero, Pogo incluso llamo a las estaciones de policías y a los hospitales esperando que en algún lugar hubiera alguien con sus descripciones, pero nada. Ni una llamada y ni una sola señal de vida por su parte. No entiendo la razón para su ida y su insistencia en querer viajar en el tiempo.

Ha pasado ya un mes, ahora en la sala principal, sobre la encimera esta un enorme cuadro de Cinco, supongo que ya debemos aceptar la realidad de que se fue. Hemos perdido a dos miembros de la familia, y la verdad horrible sentir que poco a poco las personas a las que comienzo a tomarles cariño van desapareciendo uno por uno. Las comidas “familiares” cada día se vuelven mas tensas y desagradables, los entrenamientos se vuelven mas agotadores, ahora me toca practicar con el tarado de Diego, es mi primera vez entrenando con el, después de todo antes siempre lo hacía con Cinco, quien se encargaba de torturarme y golpearme con bastante fuera y bueno Diego no es la excepción, por sus venas corre la violencia y ganas de hacer daño, pero conmigo es mas sutil, intenta no golpearme con tanta fuera y la verdad que se lo agradezco a cada momento.

• Estas mejorando, no eres tan patética como cuando llegaste.
• ¿Eso es un halago? Porque si lo es, es bastante malo. -Dije entre risas mientras lo tomaba por el brazo evitando que me arrojara al piso, por mi parte aplique la suficiente fuerza para poder derrumbarlo.
• Si lo es, pero en serio Julce, hasta tu personalidad cambio. -Decía entre quejidos al estar de espaldas sobre el suelo.
• ¿En que sentido?
• Eres mas alegre, no tan apagada, ni triste. Aunque bueno supongo que era normal estar así después de todo lo que pasaste.
• Si, estar aquí es deprimente, pero Klaus y Vanya hacen que todo sea mas bonito.
• ¿Y yo? -Uso su pie para poder tirarme al piso, ambos quedamos mirando hacia el techo. -
• Claro, tu igual, te estás ganando un lugar en mi vida, tarado.