Desperté temprano por la mañana casi tres horas antes de mi primera clase, sentía tensión por alguna razón, tal vez el miedo de que los demás en mi clase supieran que yo era una Hangreeves, creo que esa fue la razón por la cual me matricule solo como Julce Evans, ese es mi apellido después de todo. Vanya seguía dormida, lograba escuchar sus pequeños ronquidos a través de la puerta. Solté una sutil risilla, antes dirigirme hacia el cuarto de baño para darme una rápida ducha de agua fría, algo que realmente necesitaba. Me tome mi tiempo, tanto en secar mi cuerpo, el maquillaje y mi ropa, aunque en esto ultimo no tuviera demasiado, escogí un jeans y una blusa de color blanco además de una gorra que me regalo Alison en uno de nuestros tantos cumpleaños. Al estar ya lista salí nuevamente de mi dormitorio encontrándome con Vanya a la que bese repetidas veces en sus mejillas.
Vanya no tardo en apartarse yo por mi parte me aleje hacia la cocina abriendo la nevera, un poco de queso, tocino y huevos para preparar algo sencillo, pero contundente para poder comer. Quería que nuestra primera comida en casa fuera lo suficientemente buena para hacernos sentir bien y recordar lo rico que Grace cocinaba para nosotros.
Comimos sin prisa alguna, aún teníamos un buen rato antes de llegar a nuestros respectivos lugares de estudio. Una vez que estuvimos fuera del edificio reconocí al chico que había empapado de café hace un par de días, al vernos ambos sonreímos por inercia.
No creo en las coincidencias, pero me alegra saber que hay alguien conocido en ese lugar y mas si vive en el mismo lugar que yo, me da gusto haber conocido a Benjamín, aunque claro siempre siendo precavida. Nos dirigimos con calma hacia la universidad, antes de continuar me detuve afuera de un bar en donde necesitaban una persona para trabajar, supongo que tener un empleo de medio tiempo no me va a ser mal, al contrario voy a necesitarlo para poder subsistir, dudo que nuestro padre nos quiera ayudar por mucho tiempo.
Sin mas ingrese al interior de la cafetería acercándome al mostrador, si me dan la oportunidad seria mi primer empleo real, aunque cuando tenia quince años trabaje un verano como niñera, si no es la mejor comparación. Aprendía rápido, aunque en parte es gracias a los arduos entrenamientos por parte de papá que incluían tanto golpes, como largas sesiones de idiomas, gracias a eso logre aprender alemán, coreano y francés en un par de años. Me dieron la oportunidad, al menos por unas semanas de estar a prueba. Regrese hacia afuera con Noahquien veía el cielo, me quede a su lado riendo un poco al darme cuenta que no había notado mi presencia.
El campus de la universidad me fascino a primera vista, ver como los estudiantes iban y venían, grupos de amigos y simplemente un montón de jóvenes buscando cumplir sus sueños. Noahtuvo la amabilidad de acompañarme hasta mi salón en donde pasaría el resto del año adquiriendo nuevos conocimientos. Intercambiamos número de teléfono ¿Podría considerarlo mi primer amigo? Tal vez se convierta en eso. Al ingresar al salón evite algunas miradas, esperaba que nadie me reconociera.