Leon :
Llego a mi casa, entro y está mi padre en el sofá.
—Hola papá —le digo.
—¿Qué tal la fiesta? —me pregunta de inmediato y no entiendo quien le dijo lo de la fiesta pero me limito a contestar.
—Ensaba que sería una pérdida de tiempo pero no estuvo mal.
Me mira sorprendido como entendiendo a qué me refiero pero antes de que diga una sola palabra empiezo a caminar.
—Me voy a mi cuarto a secarme que estoy empapado.
Subo las escaleras hasta mi cuarto, entro y de inmediato recuerdo que sin saber nada mojé mi teléfono en la fiesta, lo desarmo y lo dejo en un recipiente con arroz, (esa técnica me la enseñó Fabio una vez ), luego entro al baño, me doy una ducha y salgo para revisar mi laptop a ver si mi hermano está conectado.
Efectivamente hay 3 mensajes de él, los abro y los leo.
1 —¿mi hermano donde estas que te llamo y no contestas?
2 —mierda ya estoy preocupado y nuestra madre como es normal no contesta mis llamadas.
3 —vale ya mi papá me dijo que estas en una " fiesta" de la escuela, bueno luego me llamas y hablamos.
Le escribo para contarle todo lo ocurrido en la fiesta porque la verdad es que cuando me suceden cosas así de increíbles si no se las cuento a alguien exploto.
—¿Sonso estás ahí? —a mi hermano lo llamo sonso desde pequeño, es mi apodo hacia él de cariño.
Un minuto después me entra una videollamada de él, contesto y de inmediato lo veo, está en su habitación.
—Oye que paranoico te has vuelto por dios. —le digo riendo.
—Paranoico, ¿no?, yo preocupado por ti y mira como lo agradeces _ me contesta fingiendo estar molesto.
—¿Cómo está todo?
—Ahí, no tan bien como quisiera pero tampoco tan mal . —en su mirada noto algo extraño, me está ocultando algo .
—¿Qué tienes? —me siento en la cama y pongo la laptop en mis piernas para que me vea bien.
—Nada, estoy bien —mira hacia abajo y luego cambia su mirada esta vez por una menos triste —¿y la fiesta esa de la escuela cómo te fue?, y mucho mas importante, ¿y la chica del cabello morado qué tal con ella?.
Adopto un rostro de desilusión pero no puedo aguantar y empiezo a sonreír.
—La fiesta no estuvo mal, o sea te imaginas música electrónica, un vals con luces en colores y agua cayendo por todos lados.
Me mira no muy sorprendido.
—Si, esa es la fiesta del agua.
—No puede ser, hasta tú sabías lo que era y yo quedé como un tonto en frente de Dária —hago una mueca —se me mojó el teléfono por no saber de qué se trataba la fiesta.
—¿Entonces estuviste con ella?
—Si solo bailamos, nos reímos y nos besamos nada mas . —le digo como si no fuese importante y me mira incrédulo.
—¿Sólo eso?, o sea eres grande, ¿no estás contento?.
—Mucho, ¿sabes?, creo que ¿la amo? —mi voz sale en forma de pregunta —pero no como amé a quien tú sabes no, esta vez es diferente, ella es distinta por dios —entonces grito en voz alta —la amo, estoy enamorando y es fantástico es increíble deberías sentirte así alguna vez, de vedad.
Cuando vuelvo a mirarlo me doy cuenta que esta llorando.
—¿Por qué lloras?, ¿te pasó algo con tus compañeros de clase?.
—No, es que estoy muy feliz por ti, es solo eso.
—Que cursi te ha puesto tu nueva escuela, literal. —empieza a reír mientras seca sus lágrimas pero una riza improvisada.
—Bueno nos vemos luego te dejo que tengo que hacer deberes. —se despide de mí, al parecer no quiere que lo siga viendo llorar.
—Dale te quiero y no llores mas hombre pareces la llorona.
Nos despedimos y me quedo en la cama pensando en todo lo que me pasó hoy.
Es increíble cómo la vida te cambia de un momento a otro. Cuando mis padres me dijeron que nos mudábamos para esta casa me sentí muy triste, no tenía ni idea de todo lo que estaba por venir en este lugar, ahora estoy muy feliz por haberlo hecho porque de no haber sido hací no hubiera conocido a Dária...
Daria :
Voy caminando para mi casa, prefiero caminar porque necesito asimilar todo lo que pasó hoy. Ya casi está oscureciendo y aún me faltan dos cuadras para llegar. No dejo de pensar en él en su manera de besar, es como si ese momento no hubiese pasado. Estoy tan adaptada a que me sucedan cosas malas que un día me pasa algo bueno y no me lo creo.
Me sorprendo sonriendo, estoy feliz, nos despedimos hace media hora y ya lo extraño. De pronto tengo una sensación rara, me volteo de golpe, siento que alguien me está siguiendo pero no veo a nadie, ( a lo mejor son solo ideas mías soy muy paranoica ) no me gusta esto que estoy sintiendo. Empiezo a caminar rápido ( en serio voy corriendo ), ¿nunca han tendido miedo de pronto cuando van por una calle sólos?, eso estoy sintiendo ahora mismo, varios minutos después llego a mi casa.
Marta la empleada me abre la puerta y me saluda con una sonrisa. Luego de entrar miro por el cristal de la ventana aún con la la sensación de que alguien me estaba siguiendo y cuando me volteo está mi madre frente a mí . Me llevo un susto.
—¿Por dios me quieres matar del corazón? —en su rostro se dibuja una sonrisa y me dice.
—¿Te asusté?, disculpa solo venía a preguntarte cómo te fue en la fiesta. —me pongo tensa y trato de disimular.
—Mm...todo bien o sea dentro de lo que cabe.
Aún me vuelvo y miro a la ventana pero en la calle no se ve nada raro .
—Estás rara, ¿por qué miras tanto por la ventana?.
Mientras me río le digo —boberías mías, ¿puédes creer que tuve la impresión de que me estaban siguiendo?
La mirada de mi madre cambia repentinamente y pone los ojos como platos.
—¿Qué?, ¿cómo que tuviste una impresión?, dime Dária, ¿viste a alguien siguiéndote?. —Me quedo mirando a mi madre y rápido entiendo su preocupación, tiene miedo de que sea mi padre.