1, 2, 3 Llegó el amor

Capítulo 13 A veces es difícil continuar.

Leon : 

Han pasado dos enormes e inmensas semanas desde que Dária decidió tirar todo por la borda.  En estos días lo único bueno que me ha pasado fue que le dieron el alta a mi hermano y ahora esta bien aquí en casa. 

Yo me lo he pasado evitando a toda costa hablar sobre problemas, solo he intentado parecer el que siempre he sido y aunque parezca extraño estos días han sido muy raros para mí por lo siguiente: 1 Dária dejó de hablarme y estoy muy mal por eso, 2 mi hermano está muy bien aquí en casa y 3 mis padres están cambiando y ya no piensan enviar a Alonso al internado y además estamos mas unidos como la familia que un día fuimos pero aún noto a mi hermano triste y aunque se niegue tengo que hablar con él y eso será justo ahora. 

Camino hacia la cocina porque se que Alonso está haciendo una receta que vio en youtube de un Pastel casero de chocolate. ( si como lo oyen, mi hermano está bastante bien ya ) Me detengo en la entrada de la cocina, él esta frente a mí con la laptop encendida viendo el video donde explican cómo se hace el pastel y tiene esa mirada que hacía mucho no veía . Por unos segundos vuelve a ser aquel niño feliz que fue en algún momento, ¿cómo no lo vi antes?, eso es lo único que pone a mi hermano de esa forma, él es feliz cuando cocina, ese es su sueño. 

Me acerco mas a él, me ve y sonríe dejando a la vista restos de chocolate entre sus dientes y mientras sonrío le digo. —¿sabes que te van a matar cuando vean el desastre en el que has convertido la cocina verdad?.

—¿Y quién según tú me va a matar? —me pregunta levantando una ceja.

—Mi madre y la empleada.

Pone los ojos en blanco —De verdad no me conoces, mi madre no vendrá hasta la noche, está de compras y a Elena ( la empleada ) la envié al Súper a comprar helado de lorredo y para cuando regrese ya tendré todo en orden.

—Lorredo, ¿eso que cosa es?.

Me sonríe con la boca aún achocolatada y con un tono de burla que él sabe utilizar me responde.
—Eso no existe y como aún estoy enfermo —se pone la mano en la venda de la cabeza y hace una mueca de dolor —ella se tardará demasiado buscando mi helado a toda costa.

—Por dios, de verdad que eres malo.

—Inteligente querrás decir, anda ayudame que es lo que tienes que hacer.

A esa última orden la descarto y sin mas le digo —llevo días dándole vueltas a tu asunto y tengo una teoría.

—¿Qué asunto?.

—Lo del motivo por el que te marchaste del internado de esa forma.

De pronto su mirada cambia y deja de batir la mezcla que tiene en el tazón que está en sus manos.

—León sin que te molestes no quiero hablar sobre eso. —me dice y continúo sin escucharlo.( soy muy insistente cuando quiero ) —mi teoría es la siguiente, tu gran sueño es ser un chef de cocina pero sabes que nuestros padres quieren algo mejor para ti y un día te cansaste y saliste del internado con ganas de enfrentarlos y exigirles que te dejaran cumplir tu sueño, fue hací como al cruzar la calle ¡boom! un carro te atropelló.

Baja la mirada y dibuja una media sonrisa. —te equivocas ojalá hubiese sido así.

—¿Entonces qué fue lo que te paso?.

—Te  digo pero si tú me cuentas lo de Dária. —pongo los ojos como platos y me dice —¿crees que no me he dado cuenta que estas triste desde el día que ella fue al hospital?.

—Trato echo. —le digo al final. 

Después de poner el pastel en el horno se sienta y empieza a contarme. —cuando llegué al internado todo iba normal, yo me sentía muy raro porque todos me miraban a toda hora pero creía que mientras fueran pasando los días todo iba a cambiar pero, ¿sabes qué? eso nunca pasó y comenzaron a burlarse de mí, por mi acento y porque vengo de una familia que fue pobre. Al principio me daba lo mismo hasta que me cansé e Intenté enfrentarlos pero no logré nada, me hacían bulling constantemente, no dejaban de decirme mugriento y pobretón. —Una lágrima empaña sus ojos azules y se me encoge el corazón, dándome cuenta que trató de contarme muchas veces y no me percaté —entonces conocí a una chica en la biblioteca. Yo iba muy seguido a la biblioteca para estar lejos de todos, ese era el único lugar en el que casi no iba nadie y por primera vez en todos esos días me sentía bien hablando con alguien. Un día quedamos en salir juntos a dar un paseo fuera del internado, yo fui al lugar acordado pero se aparecieron varios chicos incluido su hermano mayor. —baja la mirada y se sonroja —me entraron a golpes y me dijeron que decía ella que no la buscara mas, que no me quería ver mas y fue así que decidí marcharme a casa y pasó lo que pasó por no mirar bien al cruzar la calle.

Me quedo mudo procesando toda la información que acabo de escuchar y al final le digo —pero, ¿por qué no me contaste todo eso?, te hubiera ayudado, —aprieto los puños solo de imaginarme a esos chicos pegándole a mi hermano —dime el nombre del hermano de esa chica, lo voy a buscar, él va a aprender a no meterse contigo.

—Vez por eso no te quería decir nada, León esos son mis problemas no quiero que te metas en mis cosas.

—Pero...

—Pero nada, te prohíbo que vallas a buscar a nadie, yo tengo que resolver mis propios problemas, —nos quedamos un minuto en silencio hasta que me dice con esa mirada de curiosidad característica de él.

—Ahora dime qué te sucedió con pelos morados que ya te conté lo mio.

Mientras le cuento lo de Dária y sobre lo mal que me siento por sentarme junto a ella en la escuela y ver que ella me evita todo el tiempo sigo sintiendo culpa por no haber estado ahí cuando mi hermano mas lo necesitó.

De ahora en adelante las cosas van a cambiar entre mi hermano y yo, antes criticaba a mis padres por hacernos a un lado a Alonso y a mí y ahora me doy cuenta que yo también estaba haciendo lo mismo con mi único hermano. Estaba tan enfocado en mis problemas y mi vida personal que no veía que él me necesitaba y eso no puede volver a ocurrir.




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