Eric y Katherine entraron en la central dándose las manos, parecía que se iban a tomar muy en serio la relación. Cuando se adentraron en la sala principal, vieron a Derex, que estaba comiéndose las uñas del nervio que tenia.
– Por fin habéis llegado – dijo Derex transmitiendo a los demás los nervios que tenía.
– ¿Qué pasa Derex? – Preguntó Eric con inquietud.
– Se trata de Jake, Sarah y Stephen – pausó y los miró con una cara de preocupación que nunca antes habían visto –. Han desaparecido.
– ¿Cómo que han desaparecido? – Se alteró Katherine.
– Se fueron a una misión y no han vuelto... – Soltó Derex pensativo.
– ¿Qué misión? – Preguntó Eric intentando sacar información útil.
– Vieron a un Ent en plena ciudad y eso es signo de alerta máxima – pausó para coger aire –. Así que la directora les mando allí para ver si era verdad – dijo Derex sin pararse de mover.
– ¿Cuánto llevan desaparecidos? – Quiso saber Katherine.
– Se fueron ayer por la mañana. Os buscaron durante una hora, pero como no os encontraron, decidieron ir solos – dijo Derex mirando el móvil –. Tenían que haber llamado o incluso mandar un mensaje de texto, pero nada de nada, ningún signo de vida
– Vamos a rescatarlos – asintió Eric.
– La directora ha dicho que no fuéramos, que lo más seguro que iban a venir hoy y que no era necesario enviar a gente pero...
– ¡A la mierda eso! Nuestros amigos están en peligro, tenemos que encontrarles – soltó Katherine dispuesta a saltarse la orden de la directora.
Tras decir esto, salieron de la sala principal y se metieron en una habitación pequeña dónde dejaron las mochilas. Mientras tanto, Derex abrió el portal que les iba a llevar al pequeño pueblo donde se suponía que habían avistado el Ent. A continuación, uno a uno fueron cruzando el portal, apareciendo así en la mitad de una calle.
– ¿Qué hacemos ahora? – Preguntó Katherine mirando a todos los lados.
– Habrá que preguntar a la gente si han visto algo raro – dijo Eric acercándose a una casa.
El equipo se separó para recorrer más metros cuadrados en el menos tiempo posible. Fueron casa por casa preguntando a la gente, pero nadie les dijo ningún dato relevante. La casualidad hizo que los tres se juntasen en la única casa que quedaba por preguntar. Iban a dirigirse a la puerta cuando fueron interrumpidos por alguien.
– Se lo que estáis buscando – dijo una voz de un hombre a sus espaldas.
Todos se giraron a la vez para ver quién era. Se trataba de un chico joven, que llevaba gafas y entre manos tenía dos libros. Eric miró uno a uno al equipo y después dirigió la mirada al chico, pero nadie habló.
– ¿Buscáis el Ent no? – Soltó el chico colocándose bien las gafas.
Katherine se sorprendió, al igual que Eric.
– ¿Y tu quién eres? – Cuestionó Eric en modo interrogatorio.
– Soy el bibliotecario de la zona – respondió con total sinceridad.
– ¿Y qué haces por aquí? – Se extrañó Katherine.
– Lo mismo que vosotros, corroborar si el Ent existe de verdad o no – dijo el chico mirando uno a uno.
– Nosotros venimos a rescatar a nuestros compañeros, en teoría vinieron ayer en busca del Ent, ¿no los habrás visto? – Preguntó Katherine con esperanzas.
– No – pausó –. Lo siento. Pero se quien tiene información acerca del Ent – comentó el chico intentando caer bien al equipo.
Eric miró a Derex con una cara de desconfianza total, no se creía nada sobre lo que estaba diciendo el chico.
– ¿Y dónde está ese alguien? – Preguntó Katherine intrigada.
– Ahí está el problema – pausó el chico –. Se encuentra en el calabozo de la comisaria.
– ¿Qué qué? – Se exaltó Eric.
– Si, es que ayer se le fue de las manos con el tema del Ent y le metieron en el calabozo. El departamento de policía piensa que está loco y por eso... Le encerraron. Están esperando a un psicólogo para hacerle una revisión, si dice que está mal se lo llevan a un psiquiátrico y si no, lo sueltan.
– No podemos esperar más tiempo, ya hemos perdido mucho – dijo Katherine mirando a Eric.
– Pero… ¿Cómo vamos a entrar a una comisaria? – Preguntó Eric con cara de pocas ideas.
– Con runas de invisibilidad – habló por fin Derex.
– Nos volvemos invisibles y entramos, ¡qué buena idea! – Se exaltó el chico.
– Tú no entras, te quedas fuera con Derex – ordenó Eric seriamente.
Al chico se le cambio la cara de alegría que tenia por una de disgustada.
– ¿Dónde está la comisaria? – Preguntó Katherine.
Al cabo de un rato estaban enfrente de la comisaria trazando un plan. Eric se esperaba una comisaria más grande, pero tan solo era de un piso y parecía que estaba poco mantenido. Antes de adentrarse, Katherine le dibujó a Eric la runa de invisibilidad en la pierna derecha.
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Editado: 03.04.2024