1) El ángel pecador

Capítulo 4 : "¿Por qué Dios me envió a la tierra?"

Castiel

 

No todos sabían la razón por la que fui él elegido de Dios para esta misión, ni siquiera yo tenía una respuesta certera a eso, pero improvisaré, siempre improvisaba cuando había cosas que no sabía.

Hoy contaré esa parte de la historia...

Tamara, la hermana de Dios, fue una de los primeros seres que han existido desde el principio junto a Dios. En ese momento, cuando no había absolutamente nada. Solo se encontraban ellos dos contra el Vacío y la Muerte. El Vacío es uno de los seres celestiales más poderosos que se conocen, no muchos lo saben, ya que es algo tan Vacío que no tiene forma y no tiene nada. Según la leyenda que cuentan los ángeles, el Vacío era la amiga de la Muerte, pero las cosas cambiaron repentinamente gracias a Tamara.

Dios tenía la idea de crear a personas a su semejanza, pero con emoción y sentimientos, ya que él no podía tenerlos. Quería que las cosas sean mucho mejores para lograr un nuevo mundo, un nuevo comienzo, que sería el principio del final feliz para su familia. La idea de Dios no era mala, sonaba perfecta. Él tenía todo un plan perfecto para ejecutar, siempre sabía lo que tenía que hacer, nunca hacía las cosas sin una razón.

Las razones de Dios solo las veía él, muchas veces, nosotros nos preguntábamos y no lográbamos entender. Mi padre tenía un modo de ver las cosas muy diferente al resto, pensaba todo y actuaba de un modo subliminal. Estaba bien, yo no podía hacer nada en contra de sus actos. Dios siempre estaba y eso muchas personas no lo comprendían, aún no lo comprenden.

Las personas prefieren creer que Dios las ha abandonado, pero eso no es cierto, un padre celestial y tan importante como lo es Él, jamás abandonaría a sus hijos. Mi padre tenía muchos modos de castigar, pero lo hacía siempre con un propósito y para cumplir un destino ya escrito por la tejedora del mismo.

Tamara, tenía otra ideología acerca de lo que Dios quiera crear. Ella no quería eso, ella lo quería solo para ella, para su verdadera familia, solo para ellos dos. No quería a nadie más en el plan, ella deseaba un plan que solo sea para su familia. Entonces le dijo: “¿Para qué crear algo sí me tienes a mí?, Tú familia... tú única y real familia, la única que siempre va estar ahí para ti. Y espero que tú lo estés para mí cuando te necesite, porque sé que tengo poderes... que somos especiales, pero... a veces, está bien pedir ayuda”. Su hermana le abrió el corazón de una manera que nunca antes se había visto, era demasiado hermoso y glorioso.

Un ser tan importante como la Oscuridad siendo sincera, era un milagro, ya que esas cosas solo pasaban una vez. Tamara había usado esa vez como la primera y última. Ya no habría otra oportunidad real para asimilar una verdad. Saber eso, no era agradable para mi padre, pero no podía hacer nada para cambiar una realidad como esa. Ellos eran así, no había modo de cambiar su verdad, su realidad.

Había muchas cosas que ellos deseaban cambiar, pero Dios pensaba mucho antes de hacerlo, Tamara no pensaba más que en ella y su hermano, no pensaba en nada más que en ellos.

Dios, al escuchar que ella no quería que los seres humanos lleguen a la tierra, tomó una de sus primeras órdenes, la orden de expulsar a su propia familia, a su propia hermana, traicionar a su propia sangre. Después de todo, sabía que ella estaría bien sola y que allí podría pensar en ella sola.

Tamara, fue desterrada del cielo y empezó a crear su venganza hacia lo sucedido, pero eso será otro capítulo que leeremos muy pronto.

Tamara no había hecho nada malo, pero Dios aún no lo comprendía, no le gustaba que lo subestimen o que negaran lo que él quiera cumplir. Por eso, hizo lo que hizo con su hermana, me pareció que fue algo duro, pero no era nadie para hablar u opinar sobre eso.

Tamara, no era la única que sentía celos de su hermano también estaba el propio hijo de Dios, Lucifer, sí. Lucifer no era malo en aquella época, él solo quería que su padre lo tome realmente en serio. Por primera vez en su vida, Lucifer quería ser amado solo por su padre, él jamás se agacharía a los pies de un simple mundano. No quería ser expuesto a una raza de menor poder que el suyo, por ese motivo, no se iba a arrodillar por un ser humano.

Lucifer no tomo una de sus mejores decisiones y desafío a su padre con una simple pregunta: “¿Por qué crear unos nuevos hijos?, aquí estoy padre, mis hermanos también... ¿ya te has aburrido de nosotros?, ¿quieres que cambiemos?, lo haremos... pero no necesariamente necesitas crear a los mundanos”.

Dios, al escuchar nuevamente un desafío de parte de su familia, tomó la decisión de expulsar a su hijo y llevarlo al infierno. En ese momento, todo era diferente allí, nada era como ahora se dice ser. El infierno fue creado como se conoce hoy en día gracias a Lucifer.

El infierno era uno de esos lugares helados, no había nada, hasta que el hijo de Dios tocó el centro perdiendo sus alas como castigo. Pero como si eso fuera poco, cuando las alas se desprendieron se creó una gran bola de fuego y de ella, estalló creando consigo el infierno que hoy por hoy se ha de conocer. Muchos niveles se fueron creando a medida que la fuerza gravitatoria de la implosión se llevaba a cabo.




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