Capítulo IX

Yo te amo a ti.

17 de abril.

—Pues creo que, para una confesión bien detallada, debemos pedir ayuda a una experta, en ese asunto soy la menos indicada, pero Lilian nos ayudara, al igual que Oli, claro que yo también, vas a ver que ese momento va a ser inolvidable para ella —solté su mano, no necesito seguir confundiéndome, le di una sonrisa—. ¡Vamos ánimo!, ¿Y cuando tienes pensado confesarte? ¿Dónde? Vamos apurarnos antes que se nos acabe el receso, necesitamos charlar con nuestros amigos.

—Lizzie… hoy es el día que quiero confesarle mis sentimientos, no es necesario ir con los demás, ya en planeando mi manera de hacerlo —la vuelve a tomar de la mano—. Ven, ¿Lizzie confías en mí? 

—Yo…Si, ¿Por qué? —es que no ves que me torturas con el solo hecho de tomar mi mano.

—Necesito que vengas conmigo, pero te voy a vendar los ojos, no vas a poder ver nada, solo yo te voy a guiar, necesito que veas algo —la mira muy atento en espera de su respuesta.

—Si, yo confió en ti en más que nada (te seguiría hasta a un desierto, ¿qué es lo que pasa?, me confunde, sigue a tu corazón no a la razón).

—Entonces, me haces muy feliz, te prometo que no te pasara nada malo, no permitiré que nada malo te pase.

«Él me coloca esa pañoleta en los ojos, siendo que no pueda ver absolutamente nada».

—Ok, yo te voy a ir guiando, ve siguiendo mi voz, no tengas miedo. ¡Vamos entonces!

«Él toma mi mano, va guiándome, al principio me da miedo, el solo echo de no ver por donde voy me da miedo caerme, quizás, Armando lo siente pues me da un apretó suave en mi mano, a modo de transmitirme que todo va bien. Me relajo, seguimos caminando, la verdad no tengo idea a donde vamos, tampoco el por qué solo me lleva a mí, no entiendo nada, eso me frustra un poco. Pero, aun así, confió plenamente en él, este momento a solas, me hace sentir que ambos somos uno solo, pues él es mis ojos en esta situación, he ningún momento en tropezado o trastabillado. De repente nos detenemos, creo que hemos llegado a nuestro destino, mi corazón siento que va a estallar, de acuerdo sea lo que sea, hay que tener bien en claro que sus sentimientos son para otra, no para mí».

—¡Estas, lista! —comienza a quitar la pañoleta de los ojos de Lizzie—. Muy bien ya puedes abrir esos hermosos ojos.

«En el instante que me da la señal para poder ver donde estamos, lentamente voy abriendo mis ojos, trato de mantenerme calmada, esas palabras suyas me agobian. Delante de mi puedo ver que nos encontramos en una parte del colegio en donde están como para realizar un picnic, es el lugar más hermoso de todo el colegio, es estar al aire libre con la naturaleza. De hecho, puedo ver que esta preparado para un picnic».

—¿Te gusta? —la miraba en espera de su respuesta.

—¡Claro es hermoso, es tan especial! (esto solo es un simulacro, yo solo estoy siendo una ayuda aquí, claro solo debo dar mi opinión como chica, para que Armando le de los últimos toques, y pueda dejarlo todo maravilloso para ella). 

—Se sincera conmigo Lizzie, si no te gusta no tienes porque callar, solo se tu misma, no tengas miedo de decir la verdad, que no soy de papel y me vaya a romper.

—No, yo solo digo la verdad, esto es hermoso, este detalle es algo que no se puede olvidar tan fácilmente. ¿Por qué piensas eso, acaso crees que te engaño?

—Gracias, me alegra saber que te a gustado, es que tu silencio me hizo ponerme dudoso, sabes que tu opinión es muy importante para mí. Tu lo eres todo para mí —toma su mano y le da una cálida sonrisa—. Ven aún hay más, espero que también te guste.

«Cierto mi silencio fue tan obvio, ¡por favor! No me tortures de esta manera, claro estas acciones tuyas son las que me confunde, me hacen ver cosas en donde no lo hay. Nos acercamos en donde está el picnic, nos sentamos. Dentro de la canasta de madera se puede ver que hay unos sándwiches, frutas, galletas, acompañado de unas bebidas gaseosas. También había unas hermosas rosas rojas, y… no puede ser ¿acaso ese es un libro? ¿Acaso a ella le gusta leer? Todo esta hermoso, en verdad esta declaración es lo mas romántico que mis ojos puedan ver. Lastima que no es para mí».

—¿Crees que esto es digno entonces para una declaración de amor?

—Si, en lo absoluto esto es lo más romántico, te vas a ganar el corazón de esa chica. Si que eres muy especial (lo miro tan intensamente, mis ojos solo brillan para él, me doy cuenta de mi indiscreción y vuelvo a portarme neutra, ¿Qué rayos hago? No hagamos estupideces, me puede descubrir).

—¿Y Qué más va a seguir? Porque déjame decirte que hasta el momento todo esta muy bien. 

—Pues lo siguiente, es decirle mis sentimientos.

—¡Oh! Ya veo, si eso es lo bueno, al fin decirle ya todo.

—Bueno, creo que mi ayuda ya no es necesaria aquí, tú todo lo tienes controlado, me paso a retirar y ¡mucha suerte! Espero que ella también sienta lo mismo por ti —estoy dispuesta a levantarme para irme, pero él no me deja, ¿acaso también quiere ensayar conmigo su declaración? Esta bien es mi amigo y prometí ayudarlo. 

—Sabes desde el primer momento que nos conocimos, tú te robaste mi corazón, mis pensamientos solo te pertenecen a ti, cada vez que estamos juntos mi corazón danza dentro de mi pecho, siento que voy a explotar, todos los días solo espero llegar al colegio para verte, mirar esos hermosos ojos Ámbar, tu cálida sonrisa que me hipnotiza. Todo absolutamente todo de ti me gusta, se que no quieres darte esa oportunidad de entregar tu corazón pues ya han sufrido, pero te prometo con el corazón en la mano que yo te voy a cuidar con mi vida si es necesario. Te haré la chica mas feliz de este mundo, no pienso herirte nunca, solo dame esa oportunidad, en tratado de verte de otra manera, pero en verdad no puedo, no quiero agobiarte se que puede que me rechaces, estoy consciente de eso, pero prefiero mil veces decir lo que siento a vivir atormentado cada día de mi vida infeliz por no decírtelo. Se que a partir de esto puede que cambie las cosas entre nosotros, pero por favor no me quintes tu amistad, déjame ser por lo menos tu amigo, y de corazón deseo que encuentres el amor verdadero, no importa que no sea yo quién esté a tu lado como pareja, pero cuando tú seas feliz, yo también lo seré pues me alegrará saber que has decidido empezar de nuevo. Pase lo que pase siempre contarás con mi eterno apoyo.