100 Cartas

QUIEN QUIERA ESCUCHAR

Mi salud mental se ha visto afectada seriamente estos días y me he sentido muy mal, es agotador emocional y físicamente, mi capacidad se ha visto reducida en casi todos los aspectos de mi vida. Se me ha hecho casi imposible contárselo a alguien porque tengo mucho miedo al qué dirán y porque me siento muy avergonzada de sentirme así. Justo esto fue lo que me llevó a pensar que el estigma que hay alrededor de este tema hacen que personas como yo, tengan miedo a pedir ayuda, haciendo que se complique mucho el proceso de recuperación.

Está es la segunda vez que mi enfermedad mental me complica mucho vivir una vida con “normalidad”. Sufro de depresión mayor y ansiedad generalizada, y llevo enfrentándome a ello hace casi 7 años, pero no vengo a contarles sobre mí, sino a recordarles a todas los que están pasando por algo similar algo que es muy fácil olvidar: No están solas.

Usualmente yo me siento así, sola, perdida, y avergonzada porque parece que soy la única que no puede poner la basura en su cabeza en orden, pero sé que hay otras personas que pasan por lo mismo cada día, que luchan como yo lo hago. Volver a caerse no está mal, pero no querer volver a levantarse sí lo está. Quiero decirte que no te avergüences de pedir ayuda, que llores si lo necesitas, cuéntaselo a alguien y visita profesionales. Es posible vencer esto, pero tienes que hacer el primer llamado de ayuda. Ir donde un terapeuta no te hace una persona débil, visitar un psiquiatra no te convierte en un loco, eres una persona que cuida de sí misma y eso está bien, no te avergüences por ello.

Todos buscamos sentirnos bien para dar un 100 por ciento, y yo sé que no somos capaces de dar un 100 por ciento si nuestra mente no está estable. Yo intenté fingir y convencerme a mí misma que podía hacerlo, pero fue cuestión de tiempo para que mis emociones me explotaran en la cara, pero pedí ayuda y estoy trabajando en ello, porque quiero superar esto. Quiero recordarte que todo toma su tiempo, pero que se logra.

Aún no le he comunicado a nadie sobre esto, aunque tengo la sospecha de que la gente a mi alrededor sabe que no soy completamente yo, y tanto ellos como yo tenemos miedo a empezar la conversación. Por eso quiero hacer un llamado de atención a las personas que perciben que algún ser cercano no está completamente bien, quiero pedirte que te acerques, que hables con esa persona y le preguntes al respecto; posiblemente no consigas una respuesta a la primera pero hazle saber a esa persona que estás ahí para escucharlo y que no vas a juzgarlo, porque créeme que hace falta alguien en quién apoyarse. Nosotros no sabemos cómo iniciar la conversación porque nos avergüenza mucho y nos da mucho miedo, pero te pido por favor, acércate y ofrece tu ayuda que va a ser apreciada, y aunque a esa persona le cueste admitirlo va a agradecértelo secretamente.

Sé que a veces no es trabajo fácil lidiar con alguien que sufre de depresión, o algún tipo de ansiedad, trastorno obsesivo compulsivo, trastornos alimenticios, o cualquier otra enfermedad mental, pero tenle paciencia, posiblemente está en su momento más vulnerable y no es 100 por ciento esa persona; abre tu mente y ayudarle a ver las cosas en perspectiva, ¡no lo juzgues! no lo presiones para que se recupere, esto toma muchísimo tiempo, no es algo como “ser positivo y ya”, son cosas mucho más profundas, son padecimientos médicos que merecen atención como cualquier otra enfermedad, ayúdalo a aclarar las cosas en su cabeza y dale opciones para que se sienta apoyado sin presiones. Cuida tu manera de hablar, es muy fácil para nosotros culpabilizarse por cosas que para otros parecen muy tontas.

Sé que no es fácil, pero créeme que estar en el momento más bajo de una persona requiere coraje y un gran corazón y es uno de los actos más nobles que alguien puede hacer. Y si tu eres quien sufre de alguna enfermedad mental déjate ayudar, si alguien ofrece su mano, acéptala, intenta ver que esta persona está haciendo un esfuerzo por ti por que tú sí importas, porque te mereces esa atención. Hablarlo es el primer paso, pero no reemplaces la ayuda profesional por la de un amigo, esta es muy importante y tener ambos apoyos harán tu proceso de recuperación un poco más fácil, reconoce que este no es tu mejor momento pero que tú eres mucho mejor que esto.

Vas a salir adelante, yo creo en ti, yo creo en mí. Creo que sí podemos. No estas sola.




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