Capitulo 21. Día 21 #UnaMontañaDeNieveEnCasa

Vigésimo primero día de encierre total. Sábado, 1 de abril del 2045.

¡Nieva! ¡Nieva! Ya decían que iba a nevar este fin de semana, ¡qué bien!

—¡Hacemos un muñeco de nieveeee! ¡Venga vamos a jugar! ¡Que la nieve aún, no se marchara!

—¿Qué haces?—preguntó mi hermano.

—Nada, estoy cantando de alegría, hacía mucho que no nevaba.

—¿Ya estáis bien abrigados?—preguntó mi madre desde el balcón. Estábamos en el pequeño jardín individual ya que no podíamos jugar en el jardín compartido.

—Siiiiiiiiii…

—Eh Liam, ¿hacemos el muñeco de nieve más guay del mundo?

—Vale.

Como hacer un muñeco de nieve, instrucciones, no, la verdad, puedes hacerlo como te dé la gana, todo el mundo es libre de hacer su propio muñeco de nieve.

Con el nuestro, mi hermano y yo hicimos cada uno, una parte del muñeco, osea una bola cada uno. El suyo era más grande, hasta le tuvo que ayudar mi padre ha terminarla.

Mi madre se encargó de bajar una zanahoria para la nariz y dos botones negros para los ojos, pero falta algo ¿no?

• Gorro
• Bufanda
• Guantes (con palos para las manos)
• Piedritas para la boca
• Palos par el pelo (opcional)
• ¿Zapatos?

—Podríamos hacerlo más original con… ¡unos auriculares! Es un muñeco de nieve que escucha música ¿veis que contento?—Puse los auriculares en la cabeza hecha de nieve.

No nieva mucho por estos barrios, asi que es normal que a veces nos comportemos como niños, el invierno es mi estación favorita y poder disfrutar de estos escasos días donde hay nieve sin tener que movernos de casa es una gloria.

—¡Ya está! ¡Este es nuestro muñeco de nieve!

—¿Cómo lo llamareis?—preguntó mi madre. Liam y yo nos miramos, y supimos que nombre le pegaría más.

—Copo—dijimos los dos. —Copo de nieve, Copo.

—Deberíamos hacerle una foto ¿no os parece?—preguntó mi padre.

—¿Con la cámara o el móvil?—Preguntó mi hermano.

—Da lo mismo, lo que queráis.

—Vale, ahora vengo, voy a coger la cámara de fotos, ahora vuelvo—Subí las escaleras hasta llegar a la segunda planta, donde estaba mi habitación.

Llegué y cogí la cámara de fotos, pero… note algo extraño… no me gire hacia la puerta pero tenía la sensación de que había alguien; mil cosas se me vino a la cabeza, ladrones, asaetadores, matones, violadores etc. ya que mi familia estaba abajo y no venían detrás mío.

—Lara.

—¡Sabe mi nombre!—Grite por dentro. Seguía de espaldas.

—Eres tu ¿verdad?—me giré lentamente. Era una chica, rubia con una cola baja, ojos dorados y estaba hecha polvo, tenia cicatrices y sangre por varias partes de su cuerpo. —Que bien que te encontré viva—Después de eso se desmayo.

—¡¿Qué?!—La vi en el suelo, al menos respiraba. Traía ropa rota, como si hubiera estado en una batalla. ¿Quién era?

—¡Lara! ¿Bajas?—Preguntó mi padre. Se me aceleró el corazón a mil cuando escuche la voz de mi padre.

—¡Voy! Ahora bajo, no te preocupes, no tardo—¿Y ahora qué hago? La cogí por los pies y como pude la metí dentro de uno de mis dos armarios. —Ya veré que hago contigo, por ahora es mejor que te escondas—La veía dormida. —No sé porque hablo contigo si no me escuchas—Suspiré y cerré la puerta.

¿Estoy siendo mala por hacer esto? Seguramente a alguien que le pasara eso se lo diría a sus padres, pero esa chica me conocía, sabia mi nombre, estoy casi segura de que es F1, y si es asi tengo muchas preguntas que hacerle en cuanto despierte.

Además, si es ella, todavía no estoy preparada para decirles a mis padres la verdad sobre la familia de Mila. Asi que hablaré en cuando se despierte—Bajé las escaleras.

—¿Que hacías ahí tanto rato ahí arriba?

—No la encontraba—le enseñé la cámara de fotos. —Vamos a hacernos una foto todos juntos.

Las cámaras de hoy en día tenían un sensor de movimiento limitado, como un dron pero por poca distancia del suelo, pero basta para hacernos una foto todos juntos sin tener que “sacrificar” a uno para que no salga en la foto y así hacerla él o ella.