Capítulo 2

Jueves 1 de octubre de 2020

“Y con estas palabras, el cantante, Miguel Arco termina la entrevista, no sin antes enviar un saludo a todos nuestros lectores…” «Redactado por: Sandra Milán».

Mi último artículo ha tenido mi buena acogida en la empresa, lo han llegado a poner incluso en la postada, espero que también agrade a los lectores.

La alarma del móvil interrumpe mis pensamientos: las ocho y media. En media hora tengo que estar en la revista o llegaré tarde, y no sería la primera vez.

El mareo constante sigue en mi cabeza. No recuerdo haber llegado a casa. De repente me fijo que hay un papel doblado en la mesita de noche.

“Anoche te desmayaste en la fiesta y te traje a casa. Tus amigas me dieron tu dirección. Por favor, en cuanto te despiertes, llámame” – Manu.

En seguida empiezo a recordar la fiesta de anoche. Cojo el móvil. ¡Más de veinte mensajes en el grupo!

Aún estoy sentada en el borde de la cama leyendo los mensajes. Me dirijo rápidamente a la ducha. Me visto con lo primero que veo y salgo volando de casa. Afortunadamente lo oficina no me queda muy lejos, apenas diez minutos en coche.

- ¡Ahh!, ¿Por qué siempre que tengo más prisa, hay más tráfico? – me digo a mí misma mientras me retiene el semáforo esperando a avanzar.

No tardo mucho más en llegar. Por suerte tenemos un parquin en el mismo edificio y no tengo que perder tiempo buscando un sitio.

- Sandra llegas tarde – dice mi jefe cuando salgo del ascensor – Te espero en mi despacho en unos minutos.

- Si señor Méndez.

Nico Méndez, joven y rico director de la revista desde que retomó el control de su padre hace un par de años. He de decir que desde está a cargo de la empresa, la difusión de la revista ha subido sin parar, es decir, ha habido muchos más lectores respecto al año anterior, por tanto, los resultados financieros también han aumentado. Os preguntareis porque tengo tantos números en la cabeza, pues bien, en un principio estudié contabilidad, las finanzas y todo eso, pero lo que realmente me apasionaba era escribir.

Soñaba con escribir en una revista, escribir mis propios artículos. Lo que verdad me apasionaba no eran los cotilleos como muchos compañeros, sino crear una nueva sección de literatura, donde pudiera exponer mi opinión sobre cualquier libro y disfrutar realmente de mi trabajo…Suspiro hondo al volver a la realidad. Pensaba que el escribir en una revista me daría la oportunidad que necesitaba para hacer mi sueño realidad. Pero no es así, o al menos en mi caso, aquí únicamente redacto las noticias que nos llegan de la agencia.

- Sandra, vega un momento, por favor. – la cabeza de Nico se asoma por la puerta entreabierta de la oficina. Cuando llego a su altura, continua – enseguida voy a empezar una reunión con los inversores. En cuanto acabé necesito hablar un momento con usted.

- Claro.

Vuelvo a la oficina a coger mi móvil y salgo hacia la cafetería, en la primera planta, las chicas me están esperando para desayunar. Tengo que llamar a Manu, no quiero que se preocupe. Marco el número que he había apuntado en la mano y espero su respuesta, al tercer tono, oigo una voz.

- ¿Hola?

- Manu, soy Sandra, la chica de ayer.

- ¡Sandra! ¿Qué tal estás? Me dejaste intranquilo anoche, no sabía si quedarme o marcharme.

- Tranquilo, estoy bien. No suelo beber mucho cuando salgo, seguramente haya sido eso.

- Me alegro de que estés bien. – hace una pequeña pausa, oigo algunas voces de su oficina – me tengo que marchar, ¿luego hablamos?

Llego a la mesa donde están las chicas. La cara de preocupación es notable en sus rostros.

- Menudo susto nos pegaste ayer.

- Lo siento, no me sentó muy bien la última cerveza

Pedimos en café caliente antes de volver a las oficinas. Laura ya se ha instalado en su mesa, junto a la mía, así que seguramente estemos casi todo el rato hablando.

- Por cierto, he llamado al chico, me dejo una nota diciendo que le llamase, que estaba preocupado.

- Que tierno…

Nos terminamos el cae y subimos a las oficinas, parando antes en la de Isa. Llegamos a nuestra mesa, las cosas de Laura aún siguen amontonadas en cajas. Mi escritorio está lleno de papeles que me esperan a revisarlos.

Trabajo en una revista desde hace ya unos años. Entre a los veintidós años, justo cuando acabé la carrera. Aquí me dedico principalmente a lo que yo llamo: “La corrección”, es decir, resisar las portadas, fotos, textos… de nuestras revistas antes de que salgan al mercado, y claro está, también escribo algunos artículos, aunque suelo centrarme más en los de diseños. Por cierto, por si lo queréis saber, al final acabé el articulo ayer, antes de irnos a la discoteca y finalmente hoy a salido con el título “Miguel Arco piensa en su próximo álbum”

Ayudo un poco a Laura a poner sus cosas en orden y vuelvo a mi sitio. Revisando los artículos, me fijo en el mío. Ya lo han imprimido, solo falta que dé el visto y lo manden a imprimir. Mis pensamientos desaparecen cuando oigo que me llaman.