- Estuviste ahí para mi -

  Me quedé en blanco, callada, solo viéndolo. Él me vió, puso una sonrisa pesada y volvió a ver el plato de comida mientras seguía comiendo.

-Ay, Sander, de verdad, como lo siento.

-No descuida-seguía sonriendo.

-No Sander estos temas son muy delicados, ustedes llevan mucho tiempo juntos ¿No quisieras hablar? Si no te incomoda-el gesto de su cara desapareció por unos momentos mi incomodidad.

-Pues, es que ya están habiendo muchas situaciones que me demuestran que es lo mejor-me dice viendo aun el plato.

-Tal vez para ustedes. Aunque, para ninguna pareja, por más rota que este la relación, un divorcio suena bello. Pero ¿Y Sabiel ya lo sabe? y si lo sabe ¿Cómo está?-pregunto.

-Creo que para Sabiel también es lo mejor, él ha presenciado muchas discusiones entre Sabrina y yo, cosa que no debería ver, creo que estar separados es lo mejor. Trataremos de que su crianza no cambie. La cuestión esta tan fea que a veces he tenido fingir delante de Sabiel que el matrimonio va increíble y eso ya me pesa, porque no se arregla nada, solo fingimos.

-¿En serio, Sander?-estaba realmente impactada, pero no lo demostraba y le hablaba a Sander con mucha calma, pero por dentro estaba impresionada. Lo que ahora Sander me contaba, no se parecía nada a lo que me él me decía antes cuando éramos adolescentes, sobre lo que sería su matrimonio con Sabrina, él decía que lo quería todo con ella, y ahora...

-¡Que gracioso!-se ríe pesadamente y se acomoda en la silla-yo contándote aquí esto, se supone que era una visita.

-No, no, no, tranquilo, tú puedes desahogarte conmigo sin miedo a pensar que me vas a aburrir o incomodar. Sé que puede llegar a ser difícil tener un problema y no tener a nadie para drenar presión.

-Gracias... 

Despues de 3 minutos de silencio le digo:

-Sander sé que va a sonar incomodo, pero me veo en la obligación de preguntar como persona que te conoce desde antes ¿A qué edad tuviste a Sabiel?

Hace silencio por un momento.

-Saca la cuenta.

-Bueno, yo ya la saqué, quería que me lo respondieras tú y así me pusieras un poquito en contexto. Porque hay cosas que no me puedo responder yo sola, y de verdad eso me deja impresionada, hay cosas que no imaginé, eres muy diferente a la última vez que te vi y siento que me perdí muchas cosas.

-Está bien pues. Sabiel tiene 15, yo tengo 32... La última vez que tú y yo nos vimos, yo tenía 17.-respondió algo tenso y con un aire así de "no preguntes mucho"

Se quedó callado y yo imaginé lo demás.

-Entiendo-le respondí para que no se viera más obligado a explicar.

-Después de eso, tuvimos a Sabiel, nos casamos Sabrina y yo. Bueno, nos casamos antes de que naciera.

-¿Pero no se habían separado?-pregunto

-Sí, pero se puede decir que "volvimos" o nos manteníamos viendonos.

-Entiendo y ¿Qué dijo su mamá con respecto a Sabiel?-le pregunté de la forma más pasiva.

-Eso fue lo peor... Supongo que todo el mundo cree que el peso cayó todo sobre Sabrina y la verdad es que en gran parte sí es así. Pero yo también cargué mucho peso, más del que hubiese querido a esa edad. Mil cosas me pasaban por la mente: ¿cómo pude haber sido tan blando y dejarme llevar de esa forma, como iba a criar a un niño? A esa edad yo estaba totalmente inestable, a veces no comía, pasaba por una fuerte depresión. Pensaba en el ¿Qué tal si no lo educo bien, si no tengo buenos valores y principios? ¿Y si mi hijo pasa por lo mismo que yo?-Empezó a hablar más fluido, menos tenso.

-Si, debio ser duro...

-Pero lo que más me destruyó fue el pensar en Sabrina. Obviamente ella iba a dejar de estudiar por cuidar al bebé. Ella era muy joven, solo tenía 15 años. Sin embargo, lo que realmente me carcomía era la culpa, el remordimiento de pensar ¿Cómo la vería su mamá?, era obvio que su mamá se iba a decepcionar y Sabrina se sentiría mal por ello, su mamá siempre le hablaba mucho y era muy estricta para que Sabrina no hiciera nada que quemara etapas antes de tiempo. Y justamente hizo lo que su mamá tanto temía, y gran parte de eso era mi culpa. Su mamá siempre me vio y me hizo sentir como que yo era mala influencia para Sabrina, que era un mal muchacho y que solo la distraería, siempre le quise demostrar lo contrario. Después de que eso pasó solo podía pensar en que tal vez tenía razón.

Me quedé en silencio. me costaba creer que mientras yo estaba ocupada en mi vida, Sander estuviera viviendo todo eso con Sabrina...

-¿Y después de todo lo que pasaron juntos te quieres divorciar?

-Ambos, ambos nos queremos divorciar. Además eso pasó hace 16 años, ya no es lo mismo.

-Pero y Sabiel, Sander, él...

-Todos estos años que pasé junto a Sabrina fueron por Sabiel, no he hecho más que pensar en él-me interrumpe-la verdad que desde hace antes Sabrina y yo tenemos problemas, todas las parejas los tienen ¿no? pero esto es diferente.

-Bueno, creo que eso ya es mas personal y no quiero preguntar. Pero sabes que cuentas conmigo por si necesitas una ayuda con Sabiel.

-Gracias Shannon-me volteó a ver y puso su mano ligeramente en mi hombro-tú siempre estuviste ahí para mí...

Ese momento me dio una mala espina, esa frase de "siempre estuviste ahí para mi" me reavivó malos recuerdos que había enterrado. Sander sigue pensando en lo de antes creo que tanto como yo, no me gustó que pusiera su mano en mi hombro...

-Bueno Sander, no sabría que mas decirte-quité su mano con cuidado-Pero me pongo a pensar más que todo en Sabiel y que no creí que ustedes terminarían así.

-No descuida, que me hayas dejado hablar de cosas que no son relevantes para ti y me hayas dejado deshojarme contigo... Gracias, siempre estuviste ahí para mí...

-Ah... bueno, no hay de qué.

Lo volvio a decir... 

-Bueno, no te quito más el tiempo, vine a visitar para ponernos un poco en contexto.