GIRASOL NÚMERO 72
Sarah Mancini
Estoy en la florería de la señora Greyson y quedan quince minutos para que Zayn venga por mi y vayamos juntos a su sesión fotográfica y luego a... nuestra cita.
¡Nuestra cita!
¿A que suena lindo?
Dios, aún no lo supero.
—Te ves radiante— dice la señora Greyson mientras arregla un ramo de flores—¿Lista para tu cita?
—Estoy un poco nerviosa.
—Tranquila, todo saldrá bien.
Sonrío un poco cabizbaja.
Pienso en sus ojos y en su cabello, su sonrisa y la forma en que todo ha ido cambiando desde que nos conocemos... aunque suene algo apresurado... entrar en su mundo ha sido una de las cosas más lindas que me ha pasado. Si esto se convierte en algo realmente especial y... no lo sé, quizá terminar juntos y enamorándonos no me molestaría morir así. Aunque si me gustaría tener más tiempo... mucho más. Y especialmente me importa que él no sufra.
—Le quieres, ¿No?— pregunta y levanto mi rostro para verla.
—¿Eh?
—A ese chico. Estás pensando en él, ¿Cierto?— pregunta y yo asiento con una sonrisa— Por tu rostro pareciera que le quisieras.
Suelto una pequeña risa— La verdad no había pensado en esa posibilidad.
—¿Entonces?
Asiento y mis ojos se llenan de lágrimas.
—Si, le quiero.
Le quiero y probablemente muera en un par de meses. ¿Por qué todo tiene que ser de esta forma?
Trago grueso y espero un poco a que se me quite el deseo de llorar. No puedo estropear mi maquillaje.
—¿Estás asustada, mi niña?—pregunta acercándose y pasando su mano por mi espalda, sonrío y asiento levemente— Querer a una persona es de las cosas más lindas que puede sucederle a alguien y ese chico es afortunado por tenerte con todo ese cariño que le guardas.
—¿Puedo pedirle un consejo, señora Greyson?—le pregunto, ella sonríe y asiente.— Es solo que... a los quince años....—trago grueso y mi voz tiembla un poco— A los quince años me diagnosticaron leucemia.
—Dios mío— susurra llevando sus manos a sus labios.
—Hace un tiempo me dijeron que me quedaba al rededor de un año de vida... no tengo el dinero para pagar la cirugía, las quimioterapias y en general el tratamiento intensivo y además.... hace poco más de una semana me dijeron que mi cáncer se expandió a mis huesos y... no puedo pagarlo y...— dejo de hablar, porque sé que si sigo terminaré llorando y arruinando todo mi maquillaje.
Sus ojos me miran hacia arriba, llenándose de lágrimas.
—Mi niña...— susurra apenada, trago grueso— Tienes que hacer ese tratamiento, puedo cooperar, yo...
Niego con la cabeza— No quiero que nadie se sacrifique por mi, usted tampoco tiene demasiado dinero. No quiero dejar con deudas a mi tía y... no quiero que nadie haga ningún tipo de sacrificio cuando puede que muera de todos modos.
Las lágrimas simplemente caen por sus mejillas.
—No puedo creer lo que me estás diciendo— susurra y se sienta en una silla— Eres la chica con la luz más radiante que he visto en toda mi vida, querida Sarah.
Sonrío— La verdad es que el cáncer me ha enseñado muchísimo... vivir al máximo y mantener una sonrisa siempre... dejar una huella en las personas...
—Tu huella en mi ya está, créeme.— dice y toma mi mano— Eres un angelito, Sarah.
—Usted es muy linda, señora Greyson.
—¿El consejo que necesitas es sobre eso?
—En realidad... es sobre Zayn. Una parte de mi quiere estar con él cada segundo del día... quiero... no lo sé, tal vez algún día enamorarme y que él sienta lo mismo por mi, pero... no quiero dejarlo.
—Estás pensando como una chica que está muriendo, Sarah, pero estás viva. Esta sangre, aunque esté dañada, sigue corriendo por tus venas y ese corazón sigue latiendo y sigues sintiendo. ¿Quieres mi consejo lleno de amor para ti?—pregunta con una sonrisa y yo asiento—Vive al máximo estos meses, has todo lo que nunca has podido hacer y todo lo que desees. Vive, siente, ríete de todo, enamórate con todo tu cuerpo y alma... a ese chico ya le gustas, Sarah. Ya te dejó entrar, así que el dolor de cuando te vayas será inevitable. Ahora créeme cuando te digo que sentir todas estas cosas hermosas por alguien nunca va a ser un error.
Sonrío y asiento— Está bien.
—¿Si?
Asiento— Si.
Se pone en pie y me da un fuerte abrazo.
Escucho que alguien entra en la florería y nos separamos, cuando me doy media vuelta veo a Zayn con una sudadera roja y su típica chaqueta de cuero enzima, trae vaqueros negros y zapatillas Nike... se ve muy guapo.
—Oh, perdonen a esta vieja sentimental— dice la señora Greyson secando sus lágrimas, me da un beso en la mejilla— Disfruten el lindo día.
—La quiero, señora Greyson.
—Y yo a ti, mi niña.
Le sonrío y recojo mis cosas para marcharme, Zayn se despide con la mano de la señora Greyson y salimos de la florería.
—¿Todo bien?— pregunta y yo asiento.
—Una charla un poco sentimental, pero todo bien.
Nos subimos a su motocicleta con los cascos puestos y antes de ponerse en marcha lo abrazo por el torso fuertemente acomodando mi cabeza en su espalda. Se siente muy lindo.
La forma en que el aire golpea mi rostro con el cuerpo de Zayn junto a mi me hace sentir más viva que nunca. Cuando salimos a la carretera no tardo en ver el océano de Florida junto con los campos de alrededor, es una vista hermosa. No sé exactamente a dónde vamos, pero ahora mismo no me importa, simplemente me dedico a ver la vista y disfrutar del momento.
Pronto comenzarán los dolores tan insoportables que apenas podré moverme y los medicamentos no serán lo suficientemente fuertes, todo comenzará a ir mal y... quiero disfrutar este tiempo en el que sigo relativamente bien. Quiero disfrutar el tiempo que tengo con Zayn.