164 Girasoles

38.Eres hermosa, italiana

GIRASOL NÚMERO 100

 

Sarah Mancini

Ya llevo dos semanas con quimioterapia.

Hasta entonces todo iba relativamente normal, pero esta mañana, cuando me senté en mi tocador frente a mi espejo para peinarme, en cuanto el cepillo pasó por mi cabello, una mecha entera de pelo se deslizó con él, dejando una especie de círculo vacío... un círculo vacío realmente horrible. 

Hace un par de días que se me caían unos cuantos, más que lo normal, pero nunca así, un mechón entero no.

Veo el mechón rubio de cabello en mi mano y mis ojos se llenan de lágrimas.

No...

Sé que para muchas personas es algo muy superficial, pero de algún modo mi cabello siempre me ha hecho sentir más linda... Puedo no estar conforme con mi delgadez, con mi nariz, mi tono de piel... muchas cosas, pero mi cabello siempre me ha gustado, me atrevo a decir que es lo único de mi con lo que estoy satisfecha al cien por ciento y... ahora va a desaparecer.

—¿Todo bien, cariño?— pregunta mi tía entrando a mi habitación, me giro a verla y entonces mis lágrimas caen.— Oh, mi vida.

Se acerca y me abraza cariñosamente.

—Vas a ponerte mejor y va a crecer, no tienes que mortificarte— susurra

—Lo sé, soy muy tonta.

—No, no es así. Te entiendo, si yo perdiera mi cabello igual me dolería. Pero ahora lo importantes es que esto lo estás haciendo para que puedas estar sana, eso es lo importante.

Asiento— Si, tienes razón.

—¿Quieres hacerlo ahora?— me pregunta mirándome a través del espejo. Trago grueso y miro el mechón de cabello en mi mano.

—Está bien— susurro con la voz temblorosa.

Mi tía sale de mi habitación y luego de un rato vuelve con la maquina para raparme.

Va a suceder tarde o temprano y el círculo vacío en mi cabeza se ve horrible, así que hagamos esto.

Cierro mis ojos cuando la máquina pasa por mi cráneo, después de unos minutos, cuando los vuelvo a abrir y me veo a mi misma rasurada... no me gustó lo que vi, pero intenté convencerme de que solo es un pequeño e insignificante efecto colateral de poder vivir y estar con Zayn el máximo tiempo que pueda.

Me puse un gorro rosa palo y estuve con él resto de la mañana en la sala de mi casa viendo la televisión con una manta, deprimida.

Casi a la hora del almuerzo la puerta suena y mi tía va a abrir.

—Zayn, hola. Sarah está...— se gira a verme y yo niego con la cabeza efusivamente— Estáa...

—¡No!— grito en un susurro.

—¿Eh? Italiana, te escuché— dice Zayn, veo sus zapatillas entrando a la casa y me tapo con la manta hasta la cabeza— ¿Qué pasa?

Me quedo en silencio.

—Está un poco deprimida porque por la mañana se le calló mucho cabello y he tenido que raparla. Quizá sea mejor que vuelvas mañana, tal vez esté de mejor humor

—Hm... ¿Italiana?— vuelve a preguntar, pero no respondo— Volveré en un rato— le dice a mi tía y yo frunzo el ceño.

—Seguro, intentaré hablar con ella para preparar terreno.

Cuando escucho el sonido de la puerta cerrarse quito la manta de mi cabeza, mi tía me mira cruzada de brazos.

—Lo verás tarde o temprano— me reprocha.

—Mejor que sea tarde.

El resto del día mi tía y yo aprovechamos el tiempo juntas, en tres días se irá a Nueva York, así que hemos intentado aprovechar lo que nos queda. Mañana si o si tendré que ver a Zayn, ya que iremos a dejar mis cosas a su departamento.

Aún no supero que vaya a vivir con él. Llevamos muy poco tiempo juntos y no lo sé, lo más probable es que sea apresurado, pero la verdad, por alguna razón no se siente tanto así. Quiero pasar todo el tiempo posible con él... desde mañana, hoy me siento muy horrible físicamente como para estar con mi novio increíblemente atractivo.

Al rededor de las dos de la tarde la puerta vuelve a sonar y con mi tía sabemos de inmediato que se trata de Zayn.

—Iré a ocultarme a mi habitación— digo y me pongo en pie, pero ella me toma del brazo.

—Zayn te quiere, no le interesa que ya no tengas cabello. Anda, ve a abrirle la puerta y pasa un tiempo con él. Van a vivir juntos, ya pierde el miedo.

Suelto un suspiro— Bien.

Observo a mi tía desaparecer por el pasillo hacia su habitación. Miro la puerta y mi corazón se acelera. Bien, allá vamos.

Giro la manilla de la puerta y esta se abre.

Literalmente mi corazón se detiene al verlo en frente de mi y mis ojos se llenan de lágrimas de inmediato.

—¿Pero qué...?— pregunto sorprendida, sin palabras.

Nunca, ni en un millón de años imaginé ver a Zayn enfrente de mi, rapado. Solo se le ve el inicio de su cabello... ¡Por Dios! ¿Hizo eso por mi? ¿Se rapó por mi, porque estaba triste?

Madre mía...

—¿Qué miras?— pregunta con la comisura de su labio ligeramente levantada, en una sonrisa.

—¿Qué hiciste?

—No lo sé, solo quería que te sientas mejor. ¿Funcionó?

—La verdad es que si— contesto soltando una pequeña carcajada, rápidamente me acerco a él y paso mis brazos por sus hombros.

Lo amo, en serio lo amo.

—Gracias— susurro soltando un par de lágrimas— No era necesario.

—No importa... Eres hermosa, italiana. Créeme.

—Te quiero— susurro, aún con miedo de decirle aquella palabra con un significado mayor.

—Y yo a ti— susurra

 



#24709 en Novela romántica

En el texto hay: romance, amor, sadstory

Editado: 05.09.2021

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