Décimo Octavo Capítulo

Recordar era algo que podría ser bueno como malo, el Omega tenía eso muy claro. Habían pasado ya dos semanas más y aunque habían mantenido relaciones su cuidado no se había interrumpido ya que ambos estaban consientes de que no estaban listos para tener a su próximo cachorro cuando aún no superaban del todo al perdido.

Su mente iba a esos días en que todo estaba tan bien, no es que estuvieran mal actualmente, pero se notaba que ambos habían pasado por un evento importante y este los había hecho un poco más maduros de alguna manera.

Sus orbes azules fueron a esa pintura que aunque estaba ahí no lograba entender del todo, sus ojos miraban esa cosa que para nada le agradaba pero había notado la admiración en su alfa a esa atrocidad y simplemente ha estado a aprendiendo a vivir con ella en su hogar. Tomó su taza de café y dio un pequeño trago así pudiendo sentir el tan característico sabor de la bebida que le encantaba. Miró más lejos, su alfa no estaba en la sala como el ya que este se encontraba checando unos documentos en su oficina.

La que se encargaba de realizar las comidas había salido a un viaje por asuntos familiares y el como buen Omega había tomado su lugar cocinado y aunque no era un experto se sabía defender con unos cuantos platillos. El alfa se asomó, el Omega sonrió ante la presencia del mayor.

—Deberías venir conmigo —hablo el menor, el alfa no se hizo del rogar y se colocó a su lado.

—Bebe, vamos a comer fuera —hablo el mayor —, has estado en casa demasiado tiempo sin salir y es mejor para ti el aire libre como Omega —añadió, el Omega asintió.

—Vamos, solo deja terminó mi café —el alfa asintió y dejó un cálido beso en la frente del menor para ir por sus llaves y así no demorar en salir.

Habían estado pasando cosas en todo ese tiempo, su Omega estaba calmado y menos deprimido más bien se encontraba cada vez más feliz de estar con su alfa, que aunque su forma de encontrarse no había sido algo memorable de recordar sería un recuerdo gracioso de como un Omega y un alfa se unieron sin siquiera conocerse además de no mantener relaciones, solo la urgencia de dos lobos de asegurar a su pareja.

El Omega tomó la mano del alfa, su mano estaba más pequeña y más clara, sonrió. Amaba a su alfa y apretó el agarre sintiendo como su cuerpo se llenaba de la seguridad que el alfa le brindaba mientras el alto sentía el calor que le brindaba el menor. Sonrió.

Pensar en lo ocurrido podría ser doloroso como feliz, pero sin duda era algo que lo había traído justo a donde estaban ahora y las cosas por algo pasan.

—Llegamos —aninció el mayor, ambos bajaron y el lugar estaba en todos cálidos, se veía rústico y hermoso ante los ojos del Omega quien sonrió feliz.

—Vamos —jalo al mayor para entrar al lugar, y si. El lugar estaba alumbrado con lámparas tenues y una que otra vela en lugares creando un aura romántico y cálido, el Omega muro al alfa.

—Vamos a sentarnos corazón —dijó el mayor pero antes de avanzar robó un suave beso de los delicados labios del menor quien se sonrojo y avanzó.

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[Se acerca ella final y volveré a subir Feul, la otra parte que está relacionada a esta como a Marque, aunque no es principal Narry, ellos salen. Y podrán saber que pasa con las demás parejas en esas ya que en esta quise centrarme en la pareja Narry ]