Evander.
Soy Evander jefe de los Ashtar en la tierra, y tengo tres milenios a cargo de esta misión, observo el calendario, otro año inicia, da lo mismo si es el año 2.020 en el calendario gregoriano o el 4.717 para los chinos o el 5.020 para mi, el punto es que los humanos se están saliendo otra vez de control, me da un poco de dolor de cabeza el solo pensarlo, no es la primera vez que pasa, pero con la libertad que le dimos de crear tecnología tan avanzada los ha hecho más activos, aunque a veces pareciera que están más dormidos, lo cierto que es que nunca habían tenido tanta información a la mano ni tantos humanos educados, es la primera vez están buscando algo más que comida, y eso es un problema para mí y los míos.
Camino por un largo pasillo hasta llegar a la sala donde hacemos las reuniones cada año para esta fecha, primero de enero, en la mayor parte del planeta primer día del año, debo agradecerlo mucho al papa Gregoriano por esta unificación, cuando Justiniano lo intento no resulto igual de bien, pero al final logramos unir a todo el planeta, da lo mismo si los demás tengan otra fecha al final se rigen por la impuesta por nosotros.
Entro a la sala de reuniones, ya todos me están esperando, los principales líderes religiosos del mundo, los presidentes de los países potencias y algunos personajes influyentes, por seguridad hacia ellos no puedo mencionar sus nombres ni orígenes. Me siento y tomo la palabra:
- Gracias a todos por venir, sé que es el primer día del año y muchos tendrán sus compromisos, espero no extenderme, el primer punto de la reunión es el planeta se está saliendo de las manos, estoy viendo muchas movilizaciones sociales y nos ha costado algunos siglos darle el orden que tenemos ahora, se han sacrificado vidas, pero estaba funcionando como queríamos, significan que están despertando otra vez, ya ha pasado antes, así que es hora de adormecerlos un poco otra vez, ya le di permiso para tener tecnología creía que eso los iba a tener felices y en silencio por un tiempo pero no, los ha llevado a querer más.
Los veo moverse en sus sillas y un presidente alza la mano nervioso, le doy la palabra con un gesto en mi mano.
- Señor disculpe, cuál sería el plan, cuanto nos costaría asumir a cada país, porque en el mío últimamente las protestas son diarias y cada día quieren más, vigilan hasta el último peso de lo invertido por el estado, es más ya protestan hasta por la vida de un negro.
-No te preocupes por eso, yo me encargo la idea es soltar un virus sencillo y algunas personas morirán la idea es que también se genere miedo y expectación, no es nada grave, ya ha sucedido antes como cuando las siete plagas de Egipto o cuando la peste bubónica, la idea es solo controlar algunos humanos y pues tengo otras cosas pensadas, pero se las notificaré en su momento.
El grupo de humanos me miran con los ojos muy abiertos y removiéndose muy nerviosos, eso les costara algo de dinero y mucho trabajo, pero igual nosotros le enviamos una buena porción de recursos cada año para este tipo de eventos y para que también ayuden a los países pobres, pero algo en el código de los humanos ha fallado, porque algunos entre más poder les doy, más avaricia desarrollan; es un curioso experimento que he documentado desde hace más o menos tres mil años, desde que sucedí a mi padre en el cargo, él fue quien coloco los primates, una especie experimental, después de acabar con los dinosaurios, esos animales eran muy grandes y molestos, los más bonitos los conservamos en versiones miniaturas, como los elefantes.
Cuando veo en sus caras un poco de asimilación del tema continuo, soy el jefe aquí y ellos solo reciben instrucciones.
- El punto aquí es que necesito mucha colaboración de ustedes, no les voy a informar donde voy a soltar el virus ni cómo va a proceder, luego de un tiempo a algún científico le vamos a dejar por casualidad la fórmula para que cree una vacuna, no se preocupen la idea no es acabar con la raza humana, solo generar un poco de miedo y distanciamiento, no voy a dañar miles de años humanos de experimentación.
Señalo a un presidente que me ha generado muchos problemas últimamente, quiere estar bombardeando a medio mundo y en cada esquina quiere generar una guerra, pero las guerras son solo bajo autorización y en caso extremos, a veces los dejo para ver cómo se desarrollan o que harían, es como ver una película de esas que a los humanos de ahora les gusta tanto y lo inventaron después de tanto tiempo, cuando en mi planeta lo teníamos de siempre.
- Señor presidente no deseo que ande bombardeando a medio mundo, si lo vuelve a hacer envió a cualquiera de los que están aquí a que le declaren la guerra y se atiene a las consecuencias, igual no me ha gustado su gestión y no creo que le acepte ser reelegido, no sigue mis órdenes y es mi planeta y se hace lo que yo diga.
Veo en sus ojos el miedo pero sé que es un personaje complicado que quiere hacer lo que desee como he oído en algunas grabaciones de los humanos actuales, es realmente insoportable, ese hombre no entiende palabra ni razón, doy por terminada la reunión, y antes de verlos salir les solicito discreción, les toco la frente a cada uno mientras cada uno mientras se encaminan a sus vehículos, camino a mi siguiente reunión, con mi gente, es hora de empezar a activar el plan 2020, ese número me gusta.
Marie Ann
Otro año inicia, primero de enero del año 2020, odio estos turnos de fechas especiales, todos festejan mientras a mí me toca aquí encerrada con los pacientes borrachos y accidentados, es tan frustrante y rutinario, miro mi planeación de la noche y veo me asignan un hombre que según dicen solo cuidado paliativos, por lo visto ya va a morir; camino hasta su habitación y me acerco a verle la cara es muy extraño, es muy alto y delgado, su cabello es blanco plata, sus ojos son violetas ocultos en un velo blanco lechoso, no respira bien, me acerco a él, irradia sabiduría, es un hombre viejo pero atemporal, reviso su expediente, no reporta familia ni amigos, me siento junto a él y le agarro la mano para que no se sienta solo mientras parte, me quiere decir algo, siento algo frio y metálico entre sus manos mientras lo sostengo, pero igual me acerco aún más, a pesar de estar muriendo huele a algo fresco, con la calma del que sabe que es su último aliento me dice algo al oído parece una profecía y luego expira por última vez mientras cierra los ojos, parece que se quedó dormido, veo que algo extraño sale de su cuerpo, como una luz dorada que sube a máxima velocidad, me quedo pasmada viendo como sube mientras los monitores hacen su trabajo y avisan la partida, siento el frio recorrer el cuerpo y las lágrimas corren por mi cara, no intento limpiarlas, mis manos siguen unidas a él, suelto las manos que me agarraban firmemente, mientras me pongo de pie y apago los monitores, se ha ido, guardo la joya que dejo entre las manos mientras lo sostenía, es hermosa, la guardo en mi cadena, saco mi celular y escribo en twitter lo que me acabo de pasar y empiezo a hacer la documentación del fallecido, es la parte rutinaria de mi trabajo.