2020 La profecía

Capitulo IV

Evander.

Estoy emocionado, siento la energía recorrer mi cuerpo, es hora de poner el plan de acción en marcha, Ajax acaba de morir, estoy viendo su cadáver, creo que no se lo esperaba, dentro de poco lo voy a dejar caer a la tierra con su forma real, eso va asustar mucho a los humanos.

Ahora es hora de ejecutar el plan, estoy solo en la oficina, siento la excitación recorrer mi cuerpo y estoy a solo unos botones para que el terror en la tierra empiece, cuando este en el mejor momento voy a bajar a verlo en vivo, hace mucho no bajo, no piso tierra y la idea me emociona, me hace sentir vivo, después de esto creo que le dejare el trabajo a mis hijos, es hora de empezar a trabajar en otro planeta, he estado pensando en Marte o en Saturno, son interesantes para empezar a experimentar una nueva especia y compararlo con lo creado en la tierra, ya me los imagino peleando por terreno en algunos milenios, esto es tan excitante, la avaricia de estas especies inferiores no tiene límite, y yo soy el creador de ello.

No puedo detener la risa que sale de mi cuerpo, rio lo más fuerte que se puede es liberador es emocionante, mis planes son perfectos y ahora que empiece la función.

     Marie Ann.

Salimos con dificultad a la calle, no parece un temblor, todo sigue moviéndose, y la luna o lo que parece la luna está tapando el sol, la noche empieza a llegar, los sonidos son aterradores, los animales huyen mientras lanzan fieros sonidos, los niños siguen llorando desconsolados, lo que parecían sonidos aislados ahora es una solo sonido fraccionado en partes, es aterrador, todos los vellos de mi cuerpo siento como se erizan, el frio recorre mi cuerpo y quiero gritar igual que los demás.

Escucho un grito que sobresale de los demás, es un grito agudo, siento que parte cada pedazo de mi alma,  suenan sonidos de relámpagos, no cesan, solo siguen sonando una y otra vez, pero no cae la lluvia, giro a mi derecha y veo como la neblina negra y densa empieza a llegar y se arremolina, dejando todo en silencio por donde va pasando, corro lo más que puedo Abraham me alcanza y corre conmigo, me toma de la mano, me sostiene y me indica que mire hacia arriba y vemos caer lo que parecen personas, pero son alados, parecen ángeles cayendo en picado y veo uno que cae justo a mi lado, me acerco y Ajax, se ve hermoso con su rostro inmaculado y  sus alas abiertas, me acerco a él y está muerto.

Abraham me toma de la mano y me obliga a poner de pie y me hace correr, miro lo que viene bajando por la calle son personas gritando y corriendo, muchos llevan a sus hijos en brazos, otros con sus mascotas, huyen de la niebla, pero algunos se voltean y empieza a matar a los otros, es un caos en medio de la oscuridad.

Un perro curioso se acerca se entra en la niebla, no huele a nada, pero todo lo que toca lo vuelve en oscuridad, sigo corriendo pero quiero saber que paso con el pobre perro, mientras corro volteo a ver y el sale, parece muerto, esta esquelético, pero tiene mucha fuerza y mata a todo lo que se acerca a él.

Otros empiezan a ser absorbidos y son escupidos vueltos cadáveres, es como el virus, si te toca no tienes escapatoria, morirás no importa lo que hagas, morirás y regresaras a matar a los que más amas.

Unos hombres me llaman por mi nombre, me disparan no se quiénes son jamás los he visto, Abraham me grita algo que no entiendo, tomo su mano Abraham y corremos el me desvía a lo que parece otro refugio, no puedo más, respiro con dificultad, estoy aterrada, nunca había sentido esto, me pone de pie contra una pared y me obliga a mantener esa posición yo solo quiero desplomarme a llorar me mira  a los ojos y me dice

- Es hora que hagas tu trabajo, se quién eres, eres la nieta del jefe supremo y tienes el poder de las tinieblas, él no sabe de tu presencia, no sabes que existes, pero solo tú puedes parar la oscuridad.

- Yo no soy capaz, es mucha niebla junta, apenas he vaciado un poco y la he trasladado a  otro lugar y con la ayuda de ellos mismos, como voy a mover toda esa yo sola.

Escuchamos un ruido afuera, retumba por todos lados, es un ruido agudo, ensordecedor, dan ganas de vomitar con solo escucharlo, mi corazón late acelerado, siento como se sale de la caja torácica, quedamos en silencio viéndonos a los ojos con la poca luz que emite el brillo de una bombilla lejana. Suena mi celular sacándome de mis pensamientos, no me acordaba que lo tenía conmigo, lo respondo con un hilo de voz apenas audible.

- Hola

- Señorita Marie Ann, la llamo para despedirme, es hora de morir, solo unos pocos sobrevivirán, y no sabemos quién, la orden ha sido dada, y no se quiénes son los elegidos. Buen viaje a las tinieblas, la noche eterna ha llegado, luego de tres días los sobrevivientes lloraran, ruegue por morir. Buena suerte.

Me quedo mirando a Abraham buscando una explicación, el escucho la llamada, estamos muy cerca en medio de tanta desesperación, él toma aire, como buscando las palabras adecuadas.

- No tenemos mucho tiempo ni sé que va a pasar después, pero lo que sí es  estamos viviendo el apocalipsis, ellos sabrían que llegaría, pero solo lo iban a liberar cuando el momento llegara, esto estaba orquestado hace siglos, pero tú eres la mujer de las tinieblas que nació por un descuido del jefe, nadie supo de la existencia de tu padre y ahora de ti, o bueno casi nadie, solo tú puedes pararlo, desconozco el futuro, pero es el momento de la noche eterna.




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