Después de un largo y agotador día de trabajo Lorena se paró enfrente de la puerta de su apartamento tratando de buscar las llaves, pero le fue difícil ya que la maleta de trabajo y las bolsas que llevaba le obstruían las manos. Luego de unos pocos minutos de estar allí pudo localizar las llaves y entrar, lo primero que hizo fue dejar sobre una pequeña mesa que estaba al lado de la cocina las compras que había realizado y por último fue a su habitación a cambiarse de ropa por un vestido rosado claro que usaba como pijama. Ella se dirigió hacia la cocina buscando la bolsa que había dejado y de allí tomó un paquete que contenía papas fritas y un jugo natural, mientras regresaba a su habitación iba comiendo y organizando una que otra cosa que estuviera desorganizada, al llegar prendió la televisión y puso una de sus novelas favoritas. A medida que iba transcurriendo el tiempo se iba quedando dormida poco a poco, sin embargo se despertó sobresaltada cuando escucho un ligero golpeteo en la puerta de su apartamento. Lorena se levantó de la cama y se dirigió lentamente hacia la puerta, al llegar observó por medio de un pequeño agujero que tenía la puerta el pasillo que estaba enfrente del apartamento, pero no observo que hubiera alguien e inmediatamente en ella se despertó un sentimiento de alerta y temor. Lorena quedó pensativa enfrente de la puerta y cuando iba a dirigirse hacia el sofá vio por medio del agujero a una mujer de baja estatura, despeinada, con el maquillaje regado por varias partes de la cara y vestida con ropa fina enfrente de su puerta suplicando que abriera. Lorena pensó por algunos minutos si era correcto abrir la puerta o dejar allí a aquella mujer, sin embargo cuando Lorena volvió a observar por el agujero noto que la mujer estaba llorando desesperadamente. Al ver esto Lorena abrió la puerta, sin embargo la mujer se alejó.
- L-Lo siento. N-No puedo quedarme. Ayudalo porque yo n-no puedo.
- ¿Qué pasa? - Lorena se acercó a la mujer, pero ella salió corriendo y se detuvo a pocos metros.
- Sigue por ese pasillo. No te detengas, ayudalo...no dejes que nada le suceda.
La mujer nuevamente salió corriendo, pero esta vez no se detuvo. Lorena se quedó observando hasta que la mujer desapareció por completo, luego de ello observo hacia el pasillo que le había indicado, sin embargo decidió regresar a su apartamento y olvidar lo sucedido. Lorena se sentó en el sofá tratando de calmarse, pero la duda, la incertidumbre y un mal presagio no dejo que se calmara. Ella se quedó completamente quieta observando a un punto fijo sin saber qué hacer ni qué pensar, luego se levantó del sofá y comenzó a caminar en círculos tratando de despejar su mente, sin embargo en el momento menos pensado ya se encontraba nuevamente saliendo de su apartamento pero con la diferencia de que estaba corriendo rumbo al pasillo que le habían indicado. Mientras más se adentraba por el pasillo más eterno y oscuro se le hacía, ella corrió por algunos segundos sin notar nada diferente hasta que estuvo enfrente de una puerta blanca semi-abierta. Lorena se acercó a la puerta lentamente y al visualizar hacia dentro noto que todo era oscuridad, ella tomó una honda bocanada de aire y al entrar trato de no tocar la puerta con las manos. Ella dio unos pocos pasos y tocó suavemente la pared tratando de localizar un interruptor, al encontrarlo lo presiono y noto que habían muchas cosas tiradas sobre el suelo además de que el apartamento estaba bastante desorganizado y se veían manchas sospechosas en el suelo.
- ¿Hola...? Encontré la puerta abierta, solo quiero saber que todo se encuentra bien...
Al notar que nadie le contesto se convenció de que no había nadie en casa, sin embargo continuó caminando al interior del apartamento encendiendo todos los interruptores logrando que el apartamento quedará con bastante claridad yendo hasta las habitaciones, la sala, la cocina y el patio de ropa. Cuando estaba por regresar a la puerta principal del apartamento se encaminó por un pasillo corto bastante oscuro que al parecer llevaba a un cuarto de baño y al llegar allí vio que la puerta estaba entrecerrada, ella respiro profundamente y nuevamente golpeó en la puerta.
- ¿Hola, todo está bien?
Hubo nuevamente un silencio sepulcral como ella estaba esperando que sucediera, cerró los ojos y con ayuda de su pie golpeó sutilmente la puerta, está al abrirse por completo permitió que el pasillo se iluminará de un leve tono azul. Lorena tomó otra honda bocanada de aire, abrió nuevamente los ojos y entró en el baño. Este era bastante grande, las paredes eran blancas, estaba decorado con varios muebles y estaba con múltiples cosas tiradas sobre el suelo, ella continuó caminando sin pisar ni mirar que cosas estaban sobre el suelo tratando de omitir por completo aquellas cosas, pero paró en seco cuando sintió que pisó algo. Ella permaneció por algunos segundos quieta con miedo de ver lo que se encontraba debajo de su pie, Lorena bajó la vista lentamente hasta que visualizo su zapato y noto que este estaba con algunas manchas de sangre, ella quitó rápidamente el pie y vio una navaja de tamaño mediana cubierta de sangre por lo que tuvo la intención de regresar, pero se detuvo de inmediato al notar que de una cortina blanca sobresalía una gran parte de una bañera y de esta se podía observar un brazo escurriendo sangre. De una pequeña mesa de baño sobresalían varias toallas blancas por lo que ella tomo una y se dirigió lentamente hacia la bañera con la intención de ayudar a la persona que se encontraba allí. Al estar enfrente de la bañera lo primero que llamó su atención fue un joven de cabello rubio y sin camisa que se veía demasiado tranquilo y que al parecer estaba durmiendo recostado sobre un extremo de la bañera, lo segundo fue que en varios extremos de la bañera se veían manchas de sangre y lo último fue el brazo ensangrentado del joven.
Lorena tomó con cuidado el brazo del chico y limpio lo que más pudo con la toalla, sin embargo ella se sorprendió cuando vio que el brazo tenía un corte bastante amplio desde la muñeca hasta la parte superior del antebrazo, pero ese no era el único corte que tenía ya que también tenía más de diez cortes profundos en distintas partes del brazo. Con suavidad Lorena tomó la cabeza del joven y la puso sobre otra toalla limpia, luego puso una de sus manos cerca de la nariz del joven para poder sentir la respiración, pero al darse cuenta que el joven no estaba simplemente durmiendo tomó rápidamente la otra mano del chico para tomar su pulso y de un impulso ella se alejó de aquella bañera y trato de procesar aquella imagen horrible que tenía enfrente. Su corazón cada vez latía con más rapidez y no sabía qué hacer, se encontraba sola, confundida y con un joven muerto en una bañera además de tener múltiples dudas sobre porque la mujer que se acercó a ella no hizo nada por tratar de salvar a aquel chico. Lorena salió corriendo del baño en busca de algún teléfono que sirviera para poder dar aviso a las autoridades, pero entre más corría menos distancia recorría además de que no había podido salir de aquel pasillo que en un principio había sido corto, luego de unos pocos minutos el pasillo quedó en completa oscuridad y se comenzó a tornar de color rojo. Ella paró un segundo, se llevó las manos a la cabeza frenéticamente y comenzó a dar vueltas tratando de entender que estaba sucediendo, luego se agacho, cerró los ojos y cuando los abrió vio al joven que estaba en la bañera parado enfrente de ella sonriéndole tenuemente y señalándola con el brazo en el que tenía las cortadas, ella dio un grito seco y se paró rápidamente para continuar corriendo, sin embargo sentía que aquel joven venía detrás de ella ya que podía escuchar algunos susurros y palabras sueltas provenientes de donde estaba el joven.