La mirada de los compañeros de Minho estaba sobre él. La chica que estaba frente a él le sonrió. Sabía que era su hermana, él se lo había dicho, pero era la primera vez que la veía. Un castaño también le dedicó una sonrisa, y luego miró al rubio, quien se veía más autoritario y serio que la chica y el castaño.
—Un gusto Taemin—el rubio habló y él asintió. Su mano fue tomada por el licántropo a su lado y lo miró inmediatamente. Minho le señaló una puerta, probablemente su habitación y lo haló suavemente en dirección a ella.
Apenas él y Minho dejaron la sala, Sulli comentó—Taemin es muy lindo—dijo sonriendo—Se ve bello y delicado.
—¿Como un vampiro?—dijo Jonghyun, sarcástico, y luego la miró obvio.
Sulli hizo un puchero—No te burles.
***
La mirada curiosa de Taemin se desplazó por la habitación, observando su cama, el armario, el sillón y algunas otras cosas que Minho tenía.
—¿Qué sucede? ¿Esperabas algo más... salvaje?—Minho sonrió.
Negó—No—luego continuó—Tal vez un par de huesos o algo así—Minho lo miró sorprendido, mientras sonreía.
—Así que sabes hacer chistes—dijo en broma. Taemin la ignoró, sólo se acercó al único cuadro que tenía en la habitación.
Observó la foto de él y de su manada por unos segundos, podía darse cuenta que quería mucho a su manada. Luego miró a Minho.
—¿Qué?
—Nada.
—Puedes decirme—se acercó a él y comenzó a jugar con uno de sus aretes. Taemin aún lo miraba a los ojos.
Sus ojos se dirigieron al par carmesí que lo miraba insistentemente mientras continuaba toqueteando su aro. Volvió a hablar—Puedes... —su propia nariz se arrugó y dejó interminable su oración. Acercó su rostro al de Taemin y éste mantuvo su vista contra la de Minho.
—¿Qué?—esperó a que Minho le respondiera, pero éste continuó mirándolo, hasta que cerró los ojos y colocó su rostro en su cuello, aspirando profundamente su olor. Rodeó su cuerpo con sus brazos y lo atrajo hacia él. Taemin se quedó inmóvil, a la expectativa, preguntándose qué sucedía.
—¿Por qué hueles así?—se excitó, y se frotó contra él.
Cerró instintivamente los ojos al sentir lo duro que estaba—¿A qué te refieres?
Minho no le respondió, su concentración estaba en aquel intenso olor que desprendía el bello vampiro. No lo había sentido antes, pero era demasiado atrayente para él.
—¿Qué olor?—confundido, él no había notado cambios últimamente. Además del olor de Minho sobre él, no había nada nuevo.
Aspiró pegado a su piel—Éste—refiriéndose al aroma, pero Taemin parecía no sentirlo.
Estaba por preguntarle nuevamente pero los colmillos del lobo clavándose justo encima de sus clavículas lo frenaron. Le dejó varias marcas de pertenencia y Taemin suspiró fuertemente.
Lo llevó hasta su cama y lo tumbó allí. Se posicionó encima y se dispuso a seguir degustando su piel. Sus manos intentaban rasgar su ropa, pero las manos de Taemin las frenaron, pidiéndole que no destrozara su ropa.
Decidió no romperla, pero aún así se la quitó, lamiendo cada rincón de piel de su pecho.
Taemin puso su mano en el cabello de Minho y apretó un par de mechones con sus dedos.
Minho sentía que enloquecía. Podía jurar que el olor se hacía más intenso a medida que pasaban los segundos. Taemin desprendía un aroma muy dulce y seductor. Exageradamente dulce. Todavía no podía darle nombre, pero era porque estaba concentrado en darle todo el placer que pudiera.
—Minho... —su voz fue ignorada, o tal vez ni siquiera fue escuchada. El licántropo le quitó la parte inferior y admiró su desnudez, deseando poseerlo desesperadamente.
Taemin sintió tres dedos ingresar por su parte trasera, intentando estirarlo. Llevó su mirada a Minho, quien estaba mirándolo suplicantemente, muriéndose por entrar. Cerró sus ojos carmesí y abrió más las piernas. Minho jugó un rato más con sus dedos en su interior, y luego se desnudó, preparándose para ingresar.
Fue invadido por su gran miembro a una velocidad normal, pero que aún así logró tensar a Taemin. Aún no estaba acostumbrado a eso. Minho era muy grande comparado a él.
Él tampoco entendía porqué Minho estaba tan cachondo.
Ingresó completamente y Taemin sintió una corriente recorrer su espalda, y desembocar en su parte trasera.
Minho comenzó a moverse, ya no resistía más. Simplemente quería disfrutar de lo que quedaba del día con Taemin. Hizo que las piernas del vampiro lo rodearan en la cintura y él se empujó contra él, trayendo de vuelta aquellas lascivas expresiones.
Continuó mirando cada expresión que su rostro dejaba ver hasta que lo atrajo hacia él, pegándolo a su rostro mientras lo alzaba y se acercaba a una de las paredes para apoyarlo allí. Sus piernas aún rodeaban su cintura, y sus manos se colocaron automáticamente alrededor de su cuello, mientras era besado.
Ambos pares de colmillos se chocaron un par de veces en aquel salvaje beso, pero continuó como si nada. Las manos de Minho lo sostenían desde su trasero, pegándolo lo más que podía a él.
Taemin lo mordió fuertemente en uno de sus labios, buscando herirlo y consiguiéndolo unos segundos después. Minho le dejó hacer lo que quería mientras él seguía arremetiendo contra su interior. Una gota de sangre salió de su labio y Taemin la chupó inmediatamente impidiendo que escapara e intentando conseguir más de su labio lastimado.
Su sangre prendía algo dentro de él. Aún cuando no podía alimentarse de ella, la disfrutaba.
Las potentes embestidas lo sacudieron, distrayéndolo y alejándolo de su sangre para hacerlo gemir.
Sus gemidos no sólo aumentaban las ganas de Minho, sino que también eran como música para sus oídos. No eran muy ruidosos ya que Taemin continuaba controlándolos, pero al tenerlo tan cerca podía oírlos más que bien. Ni hablar de su olor, el cual lo arrastraba rápidamente al orgasmo.
Editado: 25.07.2020