Mi padre condujo por todo el pueblo a las afueras de la ciudad, hasta llegar a nuestra nueva casa.
La verdad era muy bonita, grande y con un enorme jardín.
Me bajé del auto y mi padre entró casi corriendo, él odiaba estar fuera, odiaba la gente. Se encerraba en su propio mundo.
Cerré mis ojos y aspiré el nuevo aire de mi nueva vida, era relajante, hasta que escuché una voz y abrí mis ojos.
Volteé y era una chica muy bonita, la verdad. Era de tez blanca y cabello castaño, sus ojos azules era lo que más resaltaba de ella.
-¡Hola! – dijo alegre y yo respondí con mi mejor sonrisa.
-Hola… Soy Raenda, pero me gusta más Rae – dije algo nerviosa – Soy nueva y… – me interrumpió
-Si gustas conocer la ciudad, iré contigo – sonrió – Soy Camila y me encanta conocer gente nueva, y la verdad soy muy platicadora.
Yo asentí sonriendo mientras ella comenzaba a hablar sobre los chicos guapos que había en este lugar. Yo me mordí el labio, no estaba acostumbrada a socializar.
-Te fascinará este lugar y, por cierto – tocó mi cabello-. Me encanta – sonrió y me tomó del brazo – ¡Vamos!
Me estiró y comenzamos a caminar por las calles, las casas abundaban en este lugar.
-Te llevaré a la ciudad – sonrió e hizo parar un taxi
Nos subimos y ella le indicó al chofer hacia donde iríamos. Al llegar ella pagó y bajamos, la ciudad era hermosa.
Estaba cayendo la noche y cada luz que tenía cada faro, comenzaba a encenderse.
Todo era realmente hermoso.
Era lo más perfecto que jamás había visto en mi vida.
-Espero y no te moleste si interrumpo tu amor por esta hermosa ciudad – Dijo Camila y la miré – Pero un amigo tocará esta noche y muero por verlo.
-Vamos – dije sonriendo
Ella sonrió más y enlazó nuestros brazos.
Caminamos por las calles hasta llegar a un colorido lugar en el cual la gente iba a tocar para las personas que caminaban y disfrutaban de la noche estrellada.
Al parecer ganaban dinero con eso… ya que una chica rubia muy bonita, la verdad, recibía dinero.
Me acerqué a ella y le dejé un billete en su estuche de guitarra, ella sonrió y me alejé.
-Él es mi amigo – dijo Camila señalando a un chico
Volteé a verlo y tan solo vi a un chico verdaderamente guapo y encantador.
Sus ojos eran de un color gris con tonalidades verdes, y su cabello castaño estaba acomodado de una manera tan perfecta.
Era la verdadera perfección.
Tenía un teclado el cual comenzó a tocar, así produciendo una hermosa melodía.
Rápido reconocí la canción ya algo vieja.
Just the way you are de Bruno Mars comenzó a sonar en ese lugar.
Tocaba y cantaba con tanta pasión y sentimiento. Aunque la canción debía ser algo movida, él la cantaba de forma lenta y… perfecta.
“When i see your face.”
Me miró y por un momento sentí como todo el mundo se detenía…
“There’s not a thing i would change.”
Sentí mi corazón palpitar tan frenéticamente.
“Cause you ’re amazing.”
Sentí como si la canción fuera hecha para mí.
“Just the way you are.”
Sentí como mis manos sudaban y me comenzaba a poner nerviosa.
“And when you smile.”
Yo sonreí y él hizo lo mismo.
“The whole world stops and shares for a while.”
No dejaba de verme y eso me ponía más nerviosa.
“Cause, girl, you’re amazing.”
“Just the way you are, yeah.”
Todos aplaudieron y di un pequeño salto, saliendo de esa burbuja en la cual me encontraba con ese chico.
Muchos dejaron dinero en su estuche y comenzaron a irse.
-¿Qué tal te pareció? – dijo Camila y la miré
-Fue… maravilloso – dije y miré al chico que se encontraba recogiendo sus cosas
-Ven – dijo ella y nos acercamos al chico
Él nos miró y me sonrió.
-Hola – dijo saludando a Camila y al dirigirse a mí, tan solo me miró
-Es nueva – dijo Camila – Acaba de mudarse hoy
-¿Y ya la atacaste? – dijo el chico y ella golpeó su hombro
Parecían ser muy cercanos.
-No la ataco – dijo Camila – Tan solo le muestro la ciudad
-Eso es atacar – dijo el chico y me miró – Mi nombre es Michael – me dio la mano
-Rae – dije tomando su mano
Nuestras miradas volvieron a cruzarse y de nuevo me sentí en las nubes…
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Editado: 03.04.2021