Capitulo Cuatro: Encuentro

ISAAC MORRIS.
 

Presente.

- ¡¿Isaac?! -Escucho una voz gritando mi voz desde afuera.

¿Sera el? ¿Me logro encontrar?

- ¡¿Lance?! -Pregunto esperanzado.

- ¡No idiota soy Dalek! -Mierda y yo que pensaba que era mi hermano favorito y solo era Dalek.

- ¡Ah bueno! -Hablo decepcionado.

Escucho como trata de abrir la puerta pero no puede.

- ¡Abrí la puerta idiota!

- ¡No puedo!

Frunzo el ceño confundido.

- Se que no soy Lance, pero tampoco para no querer abrirme. -Me quejo.

- No lo digo por ese me caí por las escaleras y no me puedo parar.

Si hubiera recuperado los recuerdos antes, no hubiera corrido por las escaleras.

- ¿Estas cerca de la puerta? -Me pregunto del otro lado.

- No ¿Por?

No responde, luego de unos minutos la puerta se abre de golpe.

Miro hacia ella y veo a Dalek parado viéndome con gracia.

Idiota.

Deja de reír, se acerca a mi y me abraza.

- Que bueno que estas bien. -Habla sin dejar de abrazarme.

- Tengo el tobillo roto.

- Así cierto. -Se aleja de mi y me agarra el tobillo a lo cual grito con todas mis formas.

- No seas exagerado.

- Me duele estúpido. -Empiezo a llorar.- ¡Quiero a Lance!

- No seas Maricon. -Me pego en la nuca para que deje de llorar.

- Por que no vino Lance en vez de vos. -Hago puchero.

Rueda los ojos.

- Por que se supone que vos tenes que encontrarlo. ¿Sabes como hacerlo, no? -Pregunta dudando.

- Desde que recupere la memoria, se donde esta. -Contesta como si fuera lo mas lógico del mundo, aunque tal vez para el no lo sea.

Me mira sorprendido.

- ¿Cómo que sabes donde esta? ¿Y por que no fuiste a buscarlo?

Este si que es idiota.

Le señalo mi tobillo roto.- No podía caminar genio, si no ya hubiera ido a buscar. -Hablo cansado de su estupidez.

- Entonces vamos yendo. -Me ayuda a levantarme del suelo y pasa uno de mis brazos por alrededor de su cuello.

Caminamos así saliendo de la casa, para ir en busca de Lance y posiblemente Venus.