Jenna
—Alguien ha abierto las puertas del Purgatorio por ti, Jenna. Debes ser alguien importante para ellos —murmura un simple vampiro que me había encontrado hace un par de eones—. Llévame contigo.
Suelto una carcajada sonora al escuchar que él desea que lo lleve a la tierra. Ese lugar, sin duda, no es para los seres como él. Después de todo, por algo está en el Purgatorio. Bueno, todos los seres sobrenaturales que no pertenecen al Cielo o al Infierno terminan en este lugar o, peor aún, terminan en el Vacío.
No entiendo cómo es posible que alguien me haya despertado de mis sueños, pero le doy las gracias por haberme traído al Purgatorio. Hace cuatrocientos eones atrás me encontraba en la soledad de mi ser, en el Vacío y realmente nadie merece estar allí.
—Nadie te llevará a la tierra, Benny.
—No pierdas la fe, Jenna. Si alguien ha venido por ti, ¿por qué no vendrían por mí? —Cuestiona él con una pequeña sonrisa.
Lo miro a los ojos y luego ruedo los míos.
—Los vampiros no son bienvenidos a ese mundo. Ningún ser, demasiado que hay algunos sueltos por ahí. —Niego más de una vez—. Hay seres humanos que se llaman cazadores y hay otros más peligrosos que son los Hombres de Letras y ellos… Todos ellos se encargan de acabar con los sobrenaturales como nosotros.
Benny piensa en su amada, pero luego regresa a la normalidad y me observa dándome la razón. Después de todo, él ha pasado la gran parte de su vida en el Purgatorio y no en la tierra.
—Si lo pienso como me lo planteas, creo que tienes razón, pero estoy harto de estar tratando de sobrevivir en este lugar —responde y luego señala lo que parece ser un leviatán.
Nos escabullimos con rapidez antes de que la bestia nos descubra. Cuando llegamos a nuestra guarida, siento un golpe en el pecho.
—Wow… —susurro.
—¿Qué tienes? —Me pregunta con preocupación.
Lo observo y niego.
—Benny, para salir del Purgatorio necesitas un humano. Aunque yo quiera sacarte de aquí, no puedo hacerlo —confieso tomando sus manos—. Es mucho trabajo, pero no te preocupes. Un humano va a venir.
—¿Cómo lo lograré? —Alza ambas cejas—. Es imposible.
—Hay un portal, búscalo.
Me quedo callada al sentir un fuerte dolor en el pecho. Es como si alguien me sujetara y lanzara, pero no lo entiendo. No hay nada. Me siento mal y no entiendo la razón, ¿acaso será parte del castigo que nos dan aquí?
Es muy extraño, pero no puedo hacer mucho para que mi dolor se vaya. Caigo al suelo de rodillas y doy un fuerte grito. Benny se acerca y señala mi pecho; me estoy quemando viva.
—Jenna, está pasando.
—Nunca pensé que regresar a la vida me dolería más que morir —comento con un tono de diversión.
Él hace una mueca.
—Lo que pasa es que tienen que recrear tu muerte con parte de tu cuerpo. Al parecer algo que está en tu interior sobrevivió y lo están usando para llevarte a la tierra —me explica—. Por eso duele. Cuando morís no duele, pero sí al regresar.
Cierro los ojos dejándome llevar por el dolor que siento en mi interior. Veo la cara de Benny llena de preocupación y estiro mi mano para que sepa que estoy bien, pero en ese momento mi mano y todo mi cuerpo se consume por completo en llamas color azules.
El tigre azul ha regresado, bueno, nunca se fue. Siempre estuve aquí, en el interior de mi alma y allí estaré por siempre.
Suelto un suspiro de mis labios y caigo.
Siento como con lentitud vuelvo a tener vida. Antes de esto estaba en un lugar oscuro y sin nadie que me ayudará a salir. Creo que después de tantos eones puedo decir que he conocido lo bueno de la vida, bueno, sé que no volveré a tener esa vida, pero al menos pude vivir algo bueno y satisfactorio. Mientras que donde estaba me encontraba asustada y no sabía qué hacer o dejar de hacer. Ese lugar era horrible, pero ahora ya no estaba ahí.
Ahora… ¿Dónde estoy? No tengo idea alguna. Simplemente puedo entender que estoy viva y eso es algo bueno. Siento que estar viva es algo bueno, solo que no sé quién pudo haberme despertado de ese asqueroso infierno. Que yo sepa nadie me hubiera sacado del infierno, pero ahora las cosas están muy diferentes y eso se nota con facilidad, ya que el mundo que conocía ya no existe.
¿Qué es lo que voy a hacer algo que desperté? ¿Acabar con todos los seres que me intentaron matar? Sí, sin duda ese plan suena muy tentador y no quiero que los cobardes sigan con vida, esa gente tiene que morir de una vez por todas. Es lo que se merecen y es lo que realmente pienso que se lo merecen.
Estoy un poco asustada por recorrer el nuevo mundo. Se nota que las cosas han cambiado mucho y que ahora hay un nuevo gobernante.
Observo a lo lejos a Luke y me acerco con rapidez.
—¿Qué es todo esto? ¿Por qué me han despertado? No me digan, hay un ser más poderoso que ustedes y sin mi ayuda no pueden matarlo —susurro con una enorme sonrisa sobre mis labios—. Siempre lo dije, nunca me escucharon.
Luke hace una mueca con sus labios y luego niega. Me ayuda a caminar rumbo a la casa donde morí y veo a personas nuevas.
—Jenna, ellos son cazadores —me explica Luke—. Bueno, a Castiel y a Tamara ya los conoces.