Mis padres resultaban ser a veces muy estrictos. "no salgas a la calle sin supervisión. Algo malo podría pasarte" me decían con frecuencia.
Y yo estaba a punto de romper aquella regla a la cual le daban tanto peso.
Me seque las manos en mis pantalones al notar que estaba sudando por los nervios y acomode la correa de mi mochila. Estaba acostumbrada a no sentirme nerviosa. Me gustaba estar frente a grandes multitudes actuando o recitando y disfrutaba ver el paisaje desde lugares realmente altos, pero por primera vez desde hace mucho tiempo volvía sentir esa extraña punzada y a sentirme fuera de la realidad. Necesitaba distraerme si no quería pensar en la locura que estaba a punto de cometer.
Para intentar dejar de pensar en eso, comencé a fijarme en como el sol se filtraba entre las ojos de los arboles. El sol hacia que las hojas de más arriba de las copas de los arboles se tiñera de un verde amarillento, mientras que las demás hojas se tornaban de diferentes tonos de verde. Podría tomar una foto ahora. ¿Podría dedicar mi rollo a las copas de los arboles?
De un momento a otro, vi a Toni caminando hacia mí, y una sonrisa apareció en su cara cuando me vio. Sonreí también.
Llego hasta mí y me saludo con un cálido abrazo. El aire era muy frio, pero sus brazos me mantenían calentita y me daba un poco de seguridad, sentí desvanecer todas mis dudas de un momento a otro. Ahí me di cuenta que estaba temblando. No estaba muy segura si era por el frio matutino o si aun se trataban de nervios. Toni también debió haberlo notado, porque antes de dejarme abrir la boca, tal como personaje de comedia romántica, se quito el suéter tejido que llevaba amarrado alrededor de su cuello y me lo puso sobre los hombros. Lo mire agradecida, no hicieron falta palabras para que entendiera esto, y después de todo, fue demasiado rápido como para poder pensar en decir algo apropiado. Después añadió:
-imagine que te gustaría. Éste es mi suéter favorito. --metí mis manos a los bolsillos del suéter y al mirar a Toni, vi reflejado en sus ojos un toque de ternura. Comenzó a caminar. No tenía idea de a donde se dirigía. Avanzó unos metros, solo para darse cuenta que yo era incapaz de moverme.
--¡espera!-- lo llame y me quede en el mismo lugar, sin saber muy bien qué hacer. --no puedo...
-¿por qué no?
--Nunca ha salido sola... --admití en voz alta. baje la cabeza casi sin querer. no queria mirarlo directamente.
-Pero no estarás sola. Yo te llevare allá y te regresare sana y salva-- El regreso a mi lado, y entonces, jalo un poco mi brazo, con la intencion de sacarlo del bolsillo del sueter. -prometo que te cuidare como nadie.
--está bien- ¿realmente había dicho eso? ¿Qué pasaba conmigo? -pero al menos dime a donde me llevaras
--No-- nego con la cabeza --es una sorpresa. y, por favor, no insistas, o te lo dire. no puedo resistirme mucho
Tomo mi mano sin previo aviso. Y caminamos juntos a donde el me llevaba.
°°°
-¿Nunca habías viajado en metro?-se burlo de mi al ver que casi pierdo el equilibrio.
-Si... Antes viajaba con mi mama, cuando era más pequeña- afirme
-Yo creo que aun sigues siendo un poco pequeña-dijo refiriéndose a mi estatura. rodé los ojos ante su broma, pero sonreí por su simpatía.
-¿ya me diras a donde iremos?
-te dije que no insistieras, o terminare por contartelo todo, y ademas, no se mentir muy bien... Aquí bajamos.- Me jalo del brazo para evitar que las demás personas me empujaran. Siguió caminando, yo me limite a seguirlo, como habia hecho la mita del viaje. Transbordamos y entramos de nuevo al metro. Casi pierdo el equilibrio de nuevo.
-Ven aquí- dijo con una sonrisa. con una mano se sujetó al tubo y extendió la otra para que yo me sostuviera de su cuerpo. -supongo que tendrás que acostumbrarte a viajar así- alzo los hombros. -yo llevo casi media vida moviéndome por la ciudad de esta forma. Me sorprende que nunca antes lo hayas hecho. Es parte de aprender a vivir.
bajamos algunas estaciones despues. La mayoria tenia nombre un nombre conocido, pero aun no tenia idea de a donde ibamos.
al salir de la estacion, descubri que estabamos dentro de un edificio. "Buenavista" lei en uno de los letreros. definitivamente habia estado ahi, aunque no recordaba mucho.
-¿Habías estado aquí antes?-- pregunto de repente.
-si.. pero no recuerdo mucho...
--¿ya tienes alguna idea de a donde vamos?
--¿No...?
-Entonces te pediré que cierres los ojos
-¿Que?- ¿Acaso iba a secuestrarme? ¡lo sabia! ¿por que no lo habia pensado antes?
-Vamos, ¿no confias en mi?- me lanzo una sonrisa desafiante, levanto un poco la ceja.
-¿Prometes que no me pasara nada?-- desee por un momento haberme despedido de todos los que queria en esta vida. si este seria mi fin, al menos queria que las personas que quise me recordaran por algo bueno.
-Te lo prometo. Con el corazón
Cerré los ojos y puse mi brazo sobre ellos. Tomo mi brazo y comenzo a jalarme levemente para que yo lo siguiera.
-No los abras- me susurro.senti un escalofrio recorrer todo mi cuerpo. No estaba muy segura si era por que me había asustado un poco o... por él Con su mano sosteniendo la mía y limitada de la visión, me deje conducir por el.
-Cuidado, hay un desnivel- pero sus palabras no evitaron que casi me tropezara con la banqueta. Por instinto intente mirar a mi alrededor. -No, aun no los abras.--repitio y me sostuvo hasta asegurarse de que habia recuperado el equilibrio.
Hubo un cambio de temperatura y note que el piso en el que caminaba estaba más liso que antes. pude notar que pasamos por una puerta y, de un momento a otro, se detuvo. Se puso delante de mí otra vez y Quito mi brazo que aun cubría mis ojos. Yo aun los tenia cerrados.
--¿Estas lista?-me pregunto, aun sin abrirlos, asentí. -Ya puedes ver.