365 DÍas Para Morir

Día 3: Digamos que hablemos de mi madre.

 

DÍA 3

Son las 11 am, no sé en qué momento llegue a dormir, solo sé que el bendito insomnio me torturo prácticamente toda la noche, hoy día no tengo casi nada planeado referente a la responsabilidad, mi cama se ha vuelto mi refugio, para otros la vagues en su totalidad o como dice mi madre “pretextos para no hacer las cosas”.

Mi madre ¿Cómo es? Pues es particular y común a la vez. Ella se llama Patricia, tiene 48 años creíble, pero aparenta verse más joven, de estatura baja demasiada diría yo, creo de ella herede eso “la estatura”, pues tiene el cabello largo y lacio según ella se hace un cerquillo en la frente para verse más interesante y atractiva, pero por el apuro del trabajo casi siempre lo lleva atado el cabello con un gancho y sin cerquillo. Tés canela según lo que mis ojos observan. Hablando de ojos, son de color marrones claros, algo en particular que me gustó desde muy chica de ella y su contextura es media porque no es delgada ni “Gordita”.

Personalidad pues digamos es alegre, sociable, aunque ella diga lo contrario ¿quieren un ejemplo? Pues es simple, ella le encanta darle plática de más de media hora a cada cliente de su trabajo. Sigamos, es trabajadora eso sí, adicta tal vez o como les llaman a esas personas netamente enfocadas al trabajo aaaah si cierto “Workaholic” sino me creen ya saben San Google.

No tengo una buena relación con ella, pero eso no quita que no le tenga aprecio porque bueno después de todo es “mi madre”. Pero nada igual creo que las cosas nunca están bien con ella. Ante ella tengo la imagen de “la hija egoísta”

 

 

 

 

 



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En el texto hay: relatos, diario real, diario personal

Editado: 31.05.2021

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