Delgadas cuerdas que mis dedos acarician en ésta tarde gris, delgados pero
inolvidables son los recuerdos que guardo de ti. Tenues sonidos de bellas
melodías el viento se lleva, ganas el cielo tiene ya de llorar por aquellas almas que
un día nos vieron aquí abrazar.
Grises se tornan las mañanas al levantar, cantan las olas como cantan las gaviotas
antes del vuelo empezar, arman equipaje de vuelo sin esperar que el sosiego del
trayecto autorice despegar. Manchas en el cielo y en mi tierra esta tus bellos
deseos.
Vuelas en lo alto con ráfagas de aire que callan mis cantos, cuerdas viejas en tierra
te canta mi alma. Lira noble de linaje inocente. Canto y desaparecen pronto
cuando aquellas nubes en forma de flautas ahogan mi llanto.
Bailad como el viento.
Viajad como pesquero.
En mi corazón te siento y cansada en el viento libre te veo.
Bailad y viajad tan lejos como puedas que bajo las estrellas te recito de nuevo.
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