Linajes de bella dama que a escondidas te encuentras de tu señor pocas barbas, a
escondidas como casi siempre esperando detrás de aquel árbol, con mirada al
occidente plantada. No hay más miradas cuando a tu inocencia ya cabalgaba.
No eres de alta clase cuando a mi lado hacías compañía, sentabas cruzando tus
piernas firmes temblorosas, quizás de haber corrido por campos lejos de casa,
piernas que como arpón mis manos desean empuñar, desean tener, desean tocar,
desean amar.
Linajes de bella mirada que antes de mi presencia para tu nombre lo era, no ahora
cuando este tu campesino sembró semillas de pobre jardinero. Alzaste faldas a tu
padre como se alzan las aves a la amenazas de su cría.
Linajes de bella dama que con menos trapos hoy a mi lado te niegas marchar, mis
brazos cansados de arar las tierras de tu cuerpo hoy vuelven abrazar, arrugada
está tu rostro, arrugado está nuestro cuerpo, arrugados de tanto amar.
No me vuelves abrazar en las tardes de verano como antes lo hacías, no hay besos
ni caricias que en el pasado te hacían reír, ¿besarme de nuevo? besarte de nuevo
seria como desnudarte otra vez. Cálida como la última vez pero pálida como ahora
te ves.
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