Capítulo 01

El timbre de mi puerta suena repetidamente mientras estoy cómoda en mi sofá viendo Clueles por vigésima vez desde que tengo memoria. Me levanto vagamente y camino para abrirla. Allí está el cartero con una pequeña caja envuelta en papel de regalo negro. ¿Quién enviaría eso? 

—Buenas tardes, señorita Shapiro. Le informo que misteriosamente, cada viernes a las cuatro de la tarde, le traeré un paquete idéntico a este, es un pedido que debe completarse hasta que se acabe su turno o, que decida acabar con usted misma primero —Termina de informar con una sonrisa temible en sus labios. 

¿Qué?

—Disculpe, ¿Cómo que acabar conmigo misma primero? 

Cambia drásticamente la expresión oscura y me muestra una sonrisa feliz —Esto es todo por hoy, regresaré en una semana, ¡Suerte! —Se despide con la cabeza y se va a su carro.

Esto es raro, mucho más raro que los vecinos vistiendo el mismo color que sus casa, o que los gritos a media noche que vienen de la casa negra del enfrente. Esos 3 chicos que viven ahí tienen de atractivos lo mismo que tienen de temibles y tenebrosos. 

Con el paquete en las manos, muevo los pies hasta adentrarme a mi casa y lo veo de manera extraña. Tiene un olor tan desagradable que me saca un arrugamiento de nariz.

¿Que tendrá?

Queriendo tener una respuesta a mis preguntas, quito el envoltorio y tomo la fina tapa para retirarla e investigar el interior.

—¡Mierda! —Grito mientras doy varios pasos hacia atrás.

El pequeño cuerpo de una rana yace al fondo, sus ojos están abiertos de par en par, un lazo rodea su cuerpo y al lado tiene una nota, la cual alcanzo con las puntas de los dedos. 

..."Bienvenida al vecindario, pequeña criatura solitaria"...

Hay personas que realmente están locas. ¿Era tan necesario enviarme una rana muerta? ¿Quién tendrá la mente tan retorcida y por qué carajos es tan raro?

Cuando estoy a punto de cerrar la caja, el sonido de golpes repetitivos a mi puerta me alerta, la cierro para levantarme y ver quien es. 

Camino hasta la puerta, la abro, y allí me encuentro con los 3 chicos de aspecto muy oscuro, sudaderas negras, y ojos entre verdes y azules sobre mi. Si, son los hermanos Johnson, los provocadores de gritos aterradores por la noche, de supuestas muertes de chicas a los alrededores y, tampoco debo olvidar que han sido acusados de maltrato animal.

Viven en la casa del frente, la semana que llevo aquí, los he visto quizás unas... ¿Tres veces? No les he dirigido la palabra, no me he acercado a ellos. 

Los miro fijamente, aunque el miedo dentro de mi es del tamaño de una montaña.

—¿Te gustó la bienvenida? —Pregunta el más alto, John. 

John es alto, de un metro ochenta aproximadamente, su cabello es castaño, la mandíbula está tan malditamente estructura y hace juego con sus ojos verdes y labios finos. Cualquiera que lo viera quedaría embobada con ese rostro. 

—Para nada. 

El del medio se ríe maliciosamente: —¿Vas a enterrar a la pobre rana o la pondrás de colección junto a tus demás cosas? 

—Eso... Joahn, eso es asqueroso. 

Mi vista se enfoca en el segundo de los hermanos. Sus ojos azules contrastan con su piel pálida y el cabello negro que cae en su cara.

—Lo sé, lobita solitaria, pero no me digas que no es un buen regalo. 

—¿Cuál es la razón de este regalo?, ¿Por qué a mí si no les he hecho nada?

—De seguro te lo diremos, cuando estemos a punto de hacerte lo mismo que al asqueroso animal —Termina de decir y guiña el ojo. 

—¿Es una advertencia? —Pregunto.

—Solo te aconsejo—Habla el menor—, que no camines sola por el bosque, bajo ninguna circunstancia. 

—No entiendo absolutamente nada de lo que está pasando. ¿Hacen esto porque están aburridos y no tienen a quien más molestar? —Cuestiono casi temblando, una amenaza de muerte no se recibe todos los días. 

—Creo que si —Mira a los otros—, en definitiva si, estamos locos y lo hacemos porque matarte mejorará nuestras habilidades y nos encanta jugar con la mente de las víctimas. Pero recuerda que cada viernes recibirás otro paquete. No serás libre hasta que veas cada uno de nuestros regalos. 

—Deberás descubrir quien es el que pone la ofrenda —Dice Joahn. 

—También, tienes que investigar cuál de los tres escribe las notas —Sigue Jahn. 

¿Como carajos haría eso? 

—Y por último, pero no menos importante: a partir de este momento, te quedan casi 2 meses para encontrar al que hace el envío y decirnoslo todo, con detalles. Si logras acertar en cada uno, podrás vivir —Finaliza John. 

El pequeño sí tiene mente de que sabe cómo hackear América entera y los demás continentes, a pesar de su baja estatura a comparación de sus hermanos, es como ellos y piensa igual. Los rulos negros se posan en su frente y sus ojos azules con un toque verde. 

—¿Como pretenden que descubriré todo eso?

—Todas tratan de hacerlo, solo por intentar seguir con sus miserables vidas —Habla John y se gira para marcharse con sus tétricos hermanos. 

Increíble, que inicio tan excelente de día. 

Debo investigar quien da la ofrenda, quien escribe las notas y cuál de los tres envía el paquete. 

Si no, moriré en menos de 3 meses.